Cerca de las cinco de la tarde, un agotado Jungkook terminaba una sesión fotográfica y se preparaba para retirarse al camerino. Había estado frente al lente de una cámara fotográfica por mucho tiempo y ya no daba más, necesitaba asearse y cambiarse a su propia ropa. Además, estaba sintiendo una agobiante presión en el pecho que lo había estado acompañando intermitentemente desde el inicio del día y se le estaba haciendo difícil respirar.
Cuando llegó al camerino se sentó y concentró en regular su respiración, lo que le tomó un par de minutos, pero que una vez lo hizo, le dio espacio para enfocarse en ignorar la extraña sensación tal y como había estado haciendo por ya demasiadas horas. Una vez se hubo aseado, salió de la agencia limpio y vestido con unos pantalones cargo negros, una polera grande del mismo color, y unas cómodas zapatillas blancas. Vestirse cómodamente después de un largo día de reiterados cambios de vestuarios se sentía maravilloso.
Su representante, Jung Hoseok, lo esperaba fuera del lugar mirando su celular distraídamente. Hoseok era uno de sus mejores amigos, lo había conocido en la universidad y desde ese momento se habían vuelto inseparables. Se habían acompañado durante sus días de estudiantes, y ahora incluso se apoyaban profesionalmente.
—¡Hobi! —lo llamó Jungkook.
El mencionado prácticamente saltó hasta él cuando lo vio.
—¡Jk! Vamos a comer al local de siempre ahora ya. —dijo animado y un poco apurado.
Jungkook lo miró divertido.
—Calma, calma, ya vamos. Yo también me muero de hambre.
Feliz con la respuesta, su representante enganchó su brazo con el de Jungkook para comenzar a caminar rápidamente, pero al ver que este caminaba muy lento, terminó por soltar su brazo.
—Me muero de hambre, Jk... vamos más rápido... me muero... —Hoseok habló dramáticamente mientras lo miraba con un puchero y se tocaba el estómago.
Jungkook se rió y apuró un poco el paso para llegar lo más pronto posible al restobar, sin embargo, no duró mucho. Al parecer, la extraña presión que había estado sintiendo el pecho decidió que ese era el mejor momento para hacer acto de presencia una vez más, y esta vez mucho más fuerte que las veces anteriores. El modelo intentó ignorar la desagradable sensación, pero finalmente, después de unos segundos de intento, supo que no sería capaz y tuvo que detenerse abruptamente. Agarró el hombro de Hoseok para llamar su atención.
—¿Qué? ¿Qué pasa? —Hoseok miró a su amigo para ver que lo había hecho detenerse, pero este no le respondió— ¿Estás bien?
Jungkook pensó si decirle lo que le pasaba. Y es que aunque lo había detenido con esa intención, cuando lo escuchó preguntarle qué le pasaba, simplemente no supo cómo responderle. Pensó si sería mejor decirle que solo se mareó un poco por el hambre y que siguieran caminando, pero en el fondo sabía que contarle aliviaría un poco la tensión.
Respiró profundamente un par de veces antes de hablar, sintiendo como la presión se desvanecía poco a poco.
—Hobi, sabes... me siento extraño desde hace horas. Me duele el pecho y tengo una sensación muy rara, ¿alguna vez has sentido que algo pasará pero no sabes cómo explicarlo? —dijo finalmente a su mejor amigo. Su voz sonó un poco entrecortada y baja.
—Mmm...sí.
—¿Sí? — Jungkook levantó la mirada con rapidez.
—Alguna vez he sentido eso, pero generalmente es cuando estoy bajo mucha presión y me agobio debido al estrés. Estas semanas han sido de mucho trabajo para ti y el nuevo contrato es una presión extra. Debe ser por eso que te sientes así. —Hoseok le sonrió y le dio unas palmaditas en la espalda tratando de calmar las preocupaciones de su amigo y representado.
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I. Hasta que las estrellas dejen de brillar
FanfictionEse día de otoño, el día en que todo terminó, olvidaron todas sus promesas, la ilusión y el amor que sentían por el otro, y la reemplazaron por rencor, dolor y... odio. Juraron no volver a encontrarse. Sin embargo, no esperaban que el destino jugar...