Taehyung se sentía miserable después de salir del departamento de Jungkook con sus bolsos y el corazón destrozado. Oír cómo la persona que amaba lloraba al otro lado de una puerta lo había hundido profundamente y le había hecho ver, con aún más claridad, lo mucho que se había equivocado.
Mientras caminaba sin rumbo pensando en sus acciones y cómo estas le hicieron perder la confianza de Jungkook, descubrió que había dos cosas que tenía muy claras y que le daban algo de esperanza en sí mismo y en su relación; no iba a darse por vencido en recuperar la confianza que había perdido, y nunca más le mentiría. Lo malo era que aún no sabía cómo iba a lograrlo...
Nuevamente su corazón se sintió pesado e intentó comunicarse con Jimin para que lo acompañara a beber algo, pero este no respondió sus llamadas ni mensajes.
Pensó en llamarlo una vez más, pero de pronto y sin siquiera pensarlo mucho, apretó el contacto que estaba justo abajo. Quizás él podría... Sorprendentemente, la persona le contestó rápidamente, y sin poner reparos, le dijo que fuera hasta su casa para que pudieran hablar y beber algo.
La mente de Tae no para de hacerse pregunta tras pregunta mientras caminaba hacía la persona a la cual había recurrido. ¿Podría confiar en él? ¿Sería acaso que la persona que había sido uno de sus mayores confidentes y aliados cuando era un niño y adolescente volvería a ser capaz de ayudarlo y consolarlo?
Tocó el timbre.
—Hyung. —dijo Tae serenamente cuando la puerta se abrió y reveló a Jin al otro lado de esta.
—Tae. —respondió esté poniendo una de sus manos en el hombro de su hermano menor—. Ven, entra.
Taehyung asintió e ingresó al hogar de su hermano. Miró sorprendido por el gran espacio del lugar.
—¿Quieres beber? —preguntó Jin con una amabilidad que habría hecho sospechar a cualquiera pero que en ese minuto lo era todo para Taehyung.
—Si, gracias.
—No te ves muy bien. —dijo Jin—. Vamos a mi estudio, tengo soju.
Tae soltó una risita incrédula mientras lo seguía adentro.
—¿Tú?
—Pedí que compraran cuando me llamaste. Supuse que un whisky sería demasiado formal para nosotros.
Tae no dijo nada y Jin sirvió el par de vasos con soju en una mesita en la esquina de su estudio.
—Por los viejos tiempos. —dijo Jin entregando el vaso a su hermano.
—Sigue siendo muy raro beber esto en un estudio. —expresó Taehyung—. Pero gracias.
—No te ves bien, Tae. —indicó Jin sentándose en uno de los sillones.
Tae lo imitó.
—Lo sé, no estoy pasando por un buen momento. —respondió y tomó todo el contenido de una sola vez.
Jin soltó un silbido al verlo beber
—Ok, está claro que algo anda mal. —dijo Jin y vació su propio vaso—. Escúchame, sé que nuestra relación no es de las mejores, pero sigues siendo mi hermano pequeño y verte así me preocupa.
Tae lo miró tristemente sin decir nada.
—Cuéntame, ¿qué pasó? Puedes confiar en mí. —expresó Seokjin dándole una palmada en la pierna.
Escuchar esas palabras por parte de su hermano hizo que por un momento dejara de sentir el muro que había entre ellos desde hace años atrás, y la necesidad de ser comprendido por aquel hombre que llamaba hermano lo inundó. Sin embargo, aunque sentía esa poca confianza familiar en él, pensó en desahogarse y drenar un poco el dolor que no paraba de sentir, no entraría en tanto detalle sobre todo lo que había pasado con Jungkook.
ESTÁS LEYENDO
I. Hasta que las estrellas dejen de brillar
FanfictionEse día de otoño, el día en que todo terminó, olvidaron todas sus promesas, la ilusión y el amor que sentían por el otro, y la reemplazaron por rencor, dolor y... odio. Juraron no volver a encontrarse. Sin embargo, no esperaban que el destino jugar...