I. Hasta que las estrellas dejen de brillar

16. "Por fin sé por qué estoy así" (Por fin- Pablo Alborán)

Tarde por la noche del martes, Yoongi se daba vueltas por la sala de su departamento esperando que su hermano contestara el teléfono.

Contesta, contesta, contesta...

—Jungkook. —dijo cuando le contestó.

—¿Si?

—Necesito decirte algo pero antes tienes que prometerme una cosa. —dijo Yoongi.

—¿Por qué siento que dirás algo que no quiero escuchar? —preguntó Jungkook de mala gana.

—Quizás. Por eso necesito que me prometas que vas a terminar de escuchar lo que tenga que decir antes de que te pongas a protestar o cortarme.

Su hermano no respondió por unos segundos.

—Bien, lo prometo, dime.

—Gracias. —dijo Yoongi y tomó una bocanada de aire antes de hablar—. Papá apareció.

—Ya y eso a mí que...

—Jungkook. —La voz de Yoongi era de advertencia.

—Ok, ok, continúa.

—Quiere reunirse con nosotros para conversar. Dice que hay algo importante que nos quiere decir, especialmente a tí.

Jungkook bufó, pero no dijo nada.

—Quiere hacer las paces contigo, o eso es lo que dijo.

—Mmm...

—Hará una cena, ¿irás?

—¿Tú irás? —se arrepintió apenas preguntó—. No, espera, sí irás. No sé ni para qué pregunto.

—Jungkook, callate. —dijo molesto—. Iré, sí, pero porque hay algo que necesito saber. Ya no se que creer, honestamente.

—¿Y a tí qué te pasó?

—Nada, solo... —Yoongi estaba decepcionado de su padre. Quería decirle a su hermano que había descubierto que su padre era egoísta, y que por primera vez quería darle la espalda.

—¿Solo...?

—Nada, solo estoy decepcionado por su completa falta de consideración conmigo al desaparecer sin avisar. —dijo admitiendo solo una parte de lo que realmente sentía.

—Tiene sentido. —indicó su hermano menor.

—La cena es el sábado, avísame si irás o no, por favor.

—No creo que vaya a ir, pero te aviso. —aceptó Jungkook.

—Ok.

—Hyung, duérmete luego, son casi las dos de la mañana, es tarde. Tienes que descansar de tanto trabajo.

—Sí... Gracias, hablamos luego.

—Hablamos. —Cortó la llamada.

Yoongi se sentó en el sofá, rodeado de la oscuridad de la habitación. Estaba agotado por el trabajo, pero más que nada por la situación con su padre. Aún no podía creer que, considerando las consecuencias que tuvo la relación que mantuvo con Song Hye Kyo, aún así decidiera estar con ella una vez más. La vida de su hermano y la de Taehyung se había dado vueltas, el padre de Taehyung había muerto, y su madre...

Necesitaba a Jimin.

Caminó hasta su habitación y se detuvo en la entrada, mirando cómo su novio dormía plácidamente en la cama que compartían. Últimamente no lo veía tanto como quisiera porque pasaba en la oficina o hablando con el detective que había estado siguiendo a su padre, y eso lo tenía malhumorado.