Al día siguiente después de que sus errores quedaran al descubierto, Taehyung se despertó con un dolor de cabeza que lo partía en dos. No era tanto por resaca de los tragos que bebió el día anterior, sino que más bien se debía a la culpabilidad que sentía por cómo había hecho sentir a Jungkook. Había visto en sus ojos el más profundo dolor y decepción, y eso lo hacía sentir más miserable de lo que alguna vez creyó posible. Por eso mismo no se había sorprendido cuando Jungkook le pidió que lo dejara solo. Puede que le doliera y que hubiera tratado de convencerlo de que lo dejara quedarse, pero en el fondo Tae sabía muy bien que ser echado del departamento era lo menos terrible que podía pasarle.
Se sentó en el sofá que Solar le había prestado para dormir y de pronto una sonrisa triste se formó en sus labios. Era increíble como Jungkook podía hacerlo sentir amado incluso cuando no se lo merecía. Sin importar lo enojado y dolido que estaba, se había preocupado por su bienestar y le había pedido a su mejor amiga que lo acogiera en su departamento la noche anterior. No se lo merecía, pensó, y la leve sonrisa en sus labios desapareció tan rápido como había llegado.
Tenía que hablar con Jungkook. Iba a esperar a que Solar apareciera para agradecerle prestarle un lugar donde dormir, pero luego de eso iría al departamento y trataría de que su novio lo escuchara. Quizá estaba siendo iluso, pero si perdía la esperanza de que Jungkook lo perdonara, ya no le quedaba nada.
—Por lo que veo ya estás despierto. —dijo Solar cuando apareció en la sala.
—Solar, yo...
—Yongsun. —lo corrigió ella.
—Yongsun...—Tae carraspeó con la cabeza gacha—. Yo... Lo siento.
—No es a mi a quien debes pedirle perdón, Taehyung. —Solar tomó la chaqueta de Tae y se la pasó con el claro mensaje de que ya iba siendo hora de que se fuera.
—Lo sé, y gracias por dejar que me quedará. No tenías por qué hacerlo.
—Lo sé, pero no lo hice por ti. —Abrió la puerta—. Será mejor que te vayas.
—Si, claro, no quiero importunar más. Además necesito... —dudó si continuar.
—¿Hablar con él?
Taehyung asintió lentamente mientras la miraba casi esperando que le gritara y le dijera que se mantuviera alejado de su mejor amigo, pero no lo hizo. Solo suspiró y le señaló la puerta una vez más para que se fuera de una vez, cosa que Tae hizo de inmediato.
Salió del departamento de Yongsun con el pecho apretado pensando en cómo hablar con Jungkook. No quería presionarlo, pero le debía muchas explicaciones y no podían seguir evadiendo el tema. Decidido finalmente, y quizá demasiado tarde, bajó por el ascensor hacia el piso en donde vivía con Jk; y aunque se detuvo un momento frente a la puerta con un miedo que le calaba hasta los huesos, sabía que ya no había vuelta atrás. Sus mentiras lo habían encontrado y era hora de enfrentarlas.
Cuando finalmente entró, no se encontró con ese lugar emanaba vida ni calor de hogar como lo había hecho la mañana anterior cuando todavía su burbuja de felicidad estaba intacta; ahora lo único que podía sentir era el peso de sus malas decisiones y los rastros del dolor que sabía que Jungkook estaba sintiendo.
Caminó hacia la habitación buscándolo y se detuvo al encontrarse con su maleta y bolso empacados junto a la puerta. Era como si Jungkook hubiera querido dejarle un mensaje que decía que ya todo se había acabado, y entendía sus razones, pero no estaba dispuesto a irse sin intentarlo una vez más, por lo que pasó por alto sus maletas y entró lentamente a la habitación.
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I. Hasta que las estrellas dejen de brillar
FanfictionEse día de otoño, el día en que todo terminó, olvidaron todas sus promesas, la ilusión y el amor que sentían por el otro, y la reemplazaron por rencor, dolor y... odio. Juraron no volver a encontrarse. Sin embargo, no esperaban que el destino jugar...