26. ❤ El fin de una pareja... ¿Perfecta? ❤

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PRESENTE

Llamo al timbre de la casa de Lara varias veces, no porque no me escuchen a la primera, sino porque tienen un una melodía para el timbre que mola. Parece el la música que ponen al inicio de una película de Disney. Doy golpecitos con mi pie en el suelo, esperando a que me abran. La puerta por fin se mueve y me deja ver a una Lara seria y con cara de funeral.

- ¿Por qué has tardado tanto?

- Compré reservas y el mejor elixir anti corazones rotos – le enseño tres botellas con bebida alcohólica que he comprado y tres tarrinas grandes de helado de chocolate y nata - ¿Crees que servirá?

- No tengo ni idea, creo que es la primera vez que veo a Jordi así y me está dando muchísima pena.

- Okay, tenemos que intervenir ya.

Entramos y vamos a su habitación, encontrando a un Jordan tumbado boca abajo en la cama sin mover ni un solo músculo ni hablando. Mi amiga me hace un gesto de que vaya a saludar, asiento y me pongo a su lado, acariciando su pelo para que se dé cuenta de mi presencia.

- Hola Jordi.

- Mmmm – murmura algo que no entiendo, tiene la cabeza contra la almohada, cosa que le impide hablar con propiedad.

- ¿Cómo estás?

- Mmmm.

- He traído alcohol y chocolate.

- Mmmm.

- Yo te traduzco, Li – habla Lara al ver que no le estoy entendiendo nada.

- Ha dicho "déjame en paz" las tres veces.

- Pero si me has llamado tú para que venga, Jordi.

- Mmmm.

- Pues vete – me vuelve a traducir Lara.

- Sí claro, ahora que he comprado todo esto – dejo las bolsas encima del escritorio y zarandeo su cuerpo para que espabile - ¡Jordan Maxwell, habla bien y levántate!

- ¡Mmmm!

- Me quiero morir – nuestra amiga rueda los ojos y le agarra de un brazo – Li tiene razón, te tienes que levantar.

- Eso y cuéntame bien lo que ha ocurrido – tiro de su otro brazo.

- Ah no, no era para que deje de babearme la almohada.

- Mmmm.

- Me da igual que esté calentita, que dejes de esparcir tus babas en ella – ambas tiramos de su brazo para que por fin se levante y quede sentado en la cama.

- Dejarme tranquilo – lloriquea como un niño pequeño quejica – No quiero hablar con nadie.

- Has venido a casa de Lara y me has llamado a mí, claro que quieres hablar.

- ¡No sé lo que quiero!

- ¿Me puedes contar lo que ha pasado, por favor?

- Primero necesito alcohol.

- Toma – Lara saca las tres botellas que he comprado para que ambos tengamos una para beber – Necesitaremos emborracharnos los tres porque intuyo que me va a deprimir.

- Lari, ¿no te acuerdas? – señalo mi vientre – Las embarazadas no podemos beber.

- Genial, más para mí – Jordi coge la botella que sujeto y la abre junto a la otra que ya tiene – Tú dale al helado.

- Bueno, por mí bien – me acomodo en la cama cruzando las piernas como un indio, ambos nos ponemos en un círculo para vernos bien la cara y cojo una de las tarrinas de helado para empezar a comer – Ahora sí, cuenta.

❤ TU + YO = NOSOTROS ❤ #3.5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora