❤ TU + YO = NOSOTROS ❤ #3.5

14. ❤ Yo tu vampira, tú mi poli sexy ❤

❤ PRESENTE ❤

- ¿¡Cómo se puede ser tan anormal!? - grito en dirección a Víctor en cuanto acaba de relatar una anécdota muy bizarra, en la cual tiró por la ventana a su perro cuando era pequeño - ¡Asesino de animales! - estos temas me llegan, con lo que amo yo a los perritos. Nunca he tenido ninguno, pero eso es simplemente porque he vivido toda mi vida en un piso y sé que no es bueno para ellos. Bueno, también porque soy muy vaga y sé que a los perros hay que sacarlos a la calle tres veces al día. Cuando viva en una casa con mi niño, ahí sí que tendré muchos perros correteando por el jardín.

- ¡Tenía 10 años! ¡Pensaba que los perros tenían muchas vidas, igual que los gatos!

- Eso también es mentira, idiota - le contradice Jordan. Continuamos en la fiesta de Halloween, lo que pasa es que ahora nuestra localización se encuentra en el salón y sin ningún tablero maldito de por medio.

- No, es verdad - habla Scott - Nosotros hemos tenido toda la vida una vecina con gato y este se cayó varias veces por el balcón.

- Ay, es verdad - recuerdo a nuestra vecina del primero, la cual daba más miedo que la madrastra de Cenicienta, y a su puto gato negro que me pegaba un susto cada vez que subía las escaleras. ¿Veis? Mi mala suerte es por algo, siempre me he cruzado con un gato negro - Yo creo que es inmortal, anda que no se habrá pegado hostias.

- O que vuestra vecina es bruja y tiene gatos disecados de repuesto para revivirlos - pues el argumento de Jack no me parece ni tan descabellado. Algo hay.

- Ojalá pasara lo mismo con los perros - comenta Víctor apenado - Yo me le cargué y no revivió.

- Pues no entiendo por qué los gatos tienen muchas vidas y los perros ninguna - yo tampoco lo entiendo - Molan más, podrían hacer mitad y mitad de vidas.

- Pero si a ti te dan miedo los perros - le recuerdo a mi amigo - Cada vez que ves uno, me utilizas de escudo humano para que no te muerdan.

- Es que siempre me ladran.

- Lo raro es que no te ladren, idiota - digo con obviedad - Son perros, ¿qué van a hacer? ¿Hablarte?

- Tú eres una gatita y hablas - me susurra Jack por lo bajo, acariciando la piel de mi muslo.

- Hoy soy una vampira - sonrío con picardía en su dirección.

- Y que yo no te vea disfrazada de gatita fuera de casa.

- De gatita solo contigo... - sujeto su mejilla para atraer mi cara hacia mí, acabando por besar sus ricos labios - Me pones muy cachonda con este disfraz, bebé.

- Por eso me he vestido así - comenta en tono travieso, sabiendo a la perfección la reacción que iba a tener yo al verle así vestido.

- Eres muy malo - pongo carita de sufrimiento mientras rodeo su cuello.

- Mala eres tú, que las ganas de rajarte este vestido van en aumento a medida que avanza la noche.

- ¿Tanto te cuesta quitarme la ropa sin romperla?

- Sip.

Pues rómpela.

- ¡Chicos! - Ian aparece de nuevo y se acerca a nosotros con varios vasos pequeños en las manos - Ronda de chupitos.

- Estos te encantarán, Li - me dice Emma mirando el contenido de los recipientes de cristal.

- Qué ricos - sonrío con entusiasmo al darme cuenta de la buena pinta que tienen - ¿Pero tienen alcohol?

- Sip - Víctor agarra uno y me le da - Tiene licor de café, chocolate y nata... ¿Sabes cómo se llama? - niego.

- No le hagas caso - me dice mi hermano.