Valeria y yo caminamos por el parque que está cerca de la pista de hielo, después de salir corriendo de ahí, me convenció de venir aquí para distraerme y platicar.
—Es un tonto Valeria como se atrevió a decirme eso —me subo al columpio color rojo y comienzo a balancearme.
El viento tibio de junio golpea mi cara, Valeria también está balanceándose en el columpio color azul.
—Nel él sólo te dijo la verdad.
Se supone que es mi mejor amiga como se atreve a decirme eso, dejo de columpiarme.
—¿De que lado estás Valeria Gissel?
Valeria pone sus ojos color marrón en blanco al escuchar mi pregunta, también deja de balancearse y se para del columpio, se pone frente a mí.
—Obvio del tuyo amiga, pero tienes que reconocer que Damián no es tonto y ya se dio cuenta que no te gusta el patinaje, que si vas es por verlo y no por aprender. Como cuando entraste al equipo de vóley solamente para estar cerca del profe y como eres pésima te saco del equipo y la agarraste contra él, así como hoy lo haces con Damián.
También me levanto del columpio y comienzo a caminar hacia la cancha de basquetbol donde hay varios chicos jugando.
—Pero no es igual, porque Damián me encanta, no como cualquier otro muchacho que haya visto antes. Además tenemos mucho en común, ha de pensar que soy una tonta que hago de todo por impresionar y que invente lo de Lindsay Lohan, oye y si le demuestro lo contrario, le voy a echar ganas al patinaje y así demuestro que no soy una niña caprichosa como él piensa —le digo sonriendo.
Valeria no me responde y se queda viendo hacia la cancha, me doy cuenta que está viendo a Francisco metiendo la pelota a la canasta desde la mitad de la cancha. Él es de los mejores jugadores del equipo de la secundaria.
—Ya te perdimos, te fuiste a pancholandia —la abrazo riéndonos, mientras nos sentamos en una banca mirando el juego.
—Así como tú te vas a otro planeta cada vez que lo ves a él.
**
Saliendo de la secundaria convencí a Valeria de ir a la pista de hielo a poner en practica mi plan de aprender a patinar yo sola y hacer que él se arrepienta.
En los minutos que llevamos aquí no he visto a Damián; tal vez hoy es su día de descanso, comenzamos a patinar.
—¿Ya escuchaste la canción de belanova? Está bien chida —dice con una sonrisa Valeria.
Asiento con la cabeza mientras comienzo a cantar
—Seremos dos extraños yo te olvidare, me olvidarás, hasta nunca —sé que soy desafinada pero no me importa.
Nos estábamos riendo Valeria y yo de la fea voz que tengo, cuando siento que alguien choca conmigo.
—Hola no sabía que vendrías hoy Nel, quiero disculparme contigo por todo lo que te dije ayer— me dice Damián con voz temblorosa.
—Está bien, te perdono y olvidemos lo que ocurrió —contesto bajo la mirada de mi amiga.
—¿Qué te parece si me esperas poquito y patinamos juntos? —me pregunta con una gran sonrisa.
Aunque me muera de ganas de patinar con él, necesito demostrar que yo puedo sola.
—Gracias, pero ya no te necesitamos. Valeria y yo patinaremos juntas, vente amiga —le tomo de la mano y nos alejamos de él.
Cuando estamos a unos metros de distancia volteo a verlo y su rostro está lleno de confusión, seguro está pensando en como pude rechazar su compañía, se da la vuelta se retira hacia la zona de sanitarios.
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Rosas para Marinel
Teen FictionMarinel se enamora de Damián, quién es amigo de su hermano mayor Eduardo, Damián no se da cuenta de lo que siente por él la pequeña hermana de su mejor amigo, ella intentara conquistarlo a pesar de la pequeña diferencia de edad que hay. ¿Logrará con...