Capítulo 20 (Final)

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Ha pasado un año desde que Damián y yo nos hicimos novios, él me hace feliz, aunque no voy a negar que de vez en cuando hemos discutido y en una ocasión le dije que ya no quería volver a verlo. Él se fue de mi casa y a los cinco minutos regreso con un ramo de flores a pedirme perdón.

Hoy 13 de octubre iremos a cenar a un restaurante a celebrar que ganó un caso muy difícil y aprovecharemos para celebrar también su cumpleaños número 24.

Me siento nerviosa ya que tengo un buen presentimiento, anoche cuando hable con él me dijo que me pusiera más guapa de lo normal y esa es la razón por la que iré de compras con Valeria y Tatiana.

Estoy terminando de hacerme una coleta cuando escucho el sonido de un claxon, seguramente se trata de Tatiana.

—Hola Tati, gracias por venir por mí —la saludo alegremente.

—Hola Nel, no tienes porque agradecer lo hago con mucho gusto —responde subiéndose a su auto.

El plan que tenemos es ir por Valeria a su casa, porque su mamá ocupó el automóvil que le prestan.

—¿Ya hiciste la exposición que encargó la profe Álvarez? — le pregunto a mi amiga.

Ella niega con la cabeza y baja un poco el vidrio para que nos dé aire.

—No la he hecho, todo por culpa del internet que no sirve —resopla molesta.

—Qué mala onda, yo tengo hecho el principio, pero Karina no se pone las pilas con su parte de la exposición —respondo viendo por la ventana.

Llegamos a casa de Vale y le hablo por teléfono para que salga, no tarda mucho tiempo en salir, ya tenía varias semanas sin verla a causa de nuestras carreras que no nos dan chance como antes.

—¡Hola chicas de hoy tururu tururu! —nos saluda a ambas.

—¿Cómo te fue hoy con el maestro de música? —es lo primero que le pregunto cuando se sube al vehículo.

La veo a través del espejo retrovisor notando como sus mejillas se sonrojan ante la mención de su atractivo maestro.

—Me fue fantástico, Nel —suspira metiendo un mechón de su cabello castaño detrás de su oreja.

A ella le gusta su joven maestro, es algo prohibido y por lo que me ha contado él también siente atracción por ella.

—Ustedes tienen a alguien que les hace sentir mariposas en el estómago y yo lo único que siento es hambre —se ríe Tatiana.

Hay un poco de trafico en esta zona de la ciudad, por lo que nos detenemos por varios minutos en el semáforo; a un lado de nosotras queda un auto convertible amarillo donde van 2 chicos guapos. Uno de ellos tiene el cabello largo a la altura de los hombros y el otro va completamente rapado, en una de sus orejas lleva un arete, a su estilo son atractivos.

—Uno nunca sabe donde encontrará el amor, voltea a tu izquierda y tal vez lo encuentres.

Ella me hace caso y hace una mueca, ups creo que no le gustaron los chicos.

—Como dice la canción de Ov7 "yo que sé donde está el amor" —responde Tati acelerando su auto dejando atrás a los chicos.

—Podrías encontrarlo en la escuela, en la calle y por qué no hasta en el súper mercado mientras compras un kilo de tomate —habla Valeria asomándose en medio de los dos asientos delanteros.

Ya estamos en el centro comercial y nos dirigimos hacia la primer boutique que encontramos, pero no nos gusta ningún vestido, pues la ropa se veía muy aseñorada, después de entrar a varias más, empiezo a creer que no hay algo para mí.

Rosas para MarinelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora