Capítulo 9

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El despertador suena anunciando que son las 6:30 am, en cuanto abro los ojos recuerdo que hoy es el día de la ceremonia graduación de mi hermano de la universidad.

No voy a negar que me siento nerviosa de volver a ver a Damián después de estos 3 años donde no lo volví a ver ni hablar con él y en ese momento fue lo mejor, ya que en la etapa inmadura en la que me encontraba hubiera empeorado todo con mi horrible actitud a la defensiva siempre.

—¡Nel levántate! —mi madre golpea la puerta.

Me quito la sabana y me siento en la orilla de mi cama viendo un zapato, mientras termino de despertar.

—Ya voy mamá —grito de regreso; me quito las lagañas y toco mi rostro revisando que no haya baba seca en el.

Agarro mi celular del mueble y le llamo a Valeria, ya que ella también ira a la graduación con nosotras sus padres le dieron permiso luego de que les rogara por una semana entera, aceptaron, pero tuvo que prometer que limpiaría su recamara y regaría las plantas de su mamá todos los días, además de pasar con una buena calificación el examen extraordinario de álgebra.

Pasamos por ella a su casa y ya está esperándonos fuera de ésta con dos maletas grandes, sólo vamos por 2 días pero ella parece que se quedará allá por dos meses. Nos despedimos de sus padres quienes estuvieron a punto de llorar y nos hicieron jurar a mi madre y a mí que cuidaremos de su niña pequeña.

Llegamos al aeropuerto y mientras mi madre arregla todo relacionado al vuelo, Vale y yo estamos en la sala de espera y aprovechando que nos quedamos solas Valeria me pregunta.

—¿Y cómo te sientes sabiendo que te reencontrarás con tu gran amor? —suelta un suspiro dramático.

Quito una pelusa imaginara de mi short, con ella no puedo fingir y decir que no me afecta, porque es mi mejor amiga y conocemos todos nuestros secretos.

—Estoy que me orino del miedo. Anoche no dormí lo que hice fue pensar en ese momento cuando lo tenga frente a mí —admito en voz baja.

—Tienes que fingir que no te afecta, no le des el gusto de que te vea nerviosa y por favor no te vayas a orinar ¿Traes pañal? —su risa escandalosa hace que varias personas volteen a mirarnos.

Estoy por responderle cuando llega mi mamá y se sienta a mi lado, tomando una revista de chismes que está sobre la mesa, Valeria y yo seguimos platicando de nuestras cosas en un tono de voz bajo, para no ganarnos malas miradas de nuevo del anciano amargado que está cerca.

**

3 horas después aterrizamos en el gran Distrito Federal mejor conocido como el D.F.  ahora nos dirigimos al hotel donde tenemos reservación. El tráfico es algo molesto, ya que en el lugar donde vivimos no es algo tan común; es estresante el sonido del claxon de varios vehículos tratando de pasar a como dé lugar, por fin se detiene el taxi frente al hotel después de 30 minutos.

—Bienvenidas al hotel Araiza Inn, ¿A nombre de quien está hecha la reservación? —pregunta el encargado de la recepción revisando una libreta.

—A nombre de Isabel Uribe —responde mi madre.

Se acerca a nosotros el botones con la intención de recoger nuestro equipaje, lo toma y se lo lleva.

—Aquí tienen sus llaves, señoritas su habitación es la 5-12 y la de usted es la 5-11, que disfruten su estadía en este hotel, estamos para servirles.

—Gracias —respondemos las tres al mismo tiempo, causando la risa en Valeria y en mí.

Entramos al elevador ya que nuestras habitaciones están en el cuarto piso, el botones está frente a nosotras con nuestras maletas.

Rosas para MarinelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora