Una de las cosas que más extraño de cuando eras niña era tu facilidad para afrontar las cosas.
Hace unos años, al salir al parque con tus amigos sufriste un accidente, te golpeaste con el filo del columpio y ello afecto a tus dos dientes superiores de enfrente. Los mismos se habían roto y posteriormente vueltos de un café pútrido. Al llevarte al dentista nos recomendaron quedártelos ya que eran de leche y esperar a que el tiempo hiciera lo suyo.
A pesar de que tu luz fue cortada aún seguías sonriendo. No tenías miedo de ocultarlos ya que contabas tu anécdota a todos. A pesar de admitir que lloraste y hasta sufriste por el acto pudiste sobreponerte a él y aprender a vivir con ello.
Conforme pasó el tiempo los dientes deteriorados comenzaron a caerse y tus pequeñas perlas bucales comenzaron a florecer.
No todo será siempre brillante, a veces llegará algo que opacará un poco de nuestras vidas, trata de actuar como en aquella ocasión.
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Cartas para Alicia
SpiritualLuis es un padre soltero que ha decidido escribirle cartas a su hija, en dichos textos dejará lecciones que considere importantes al haber vivido con ella hasta sus 18 años