"Tuve un sueño" -Me comentaste insegura un desayuno.
Para ese entonces tenías 11 años y la fiebre de los dinosaurios ya casi salía de tu sistema. Ahora te inquietaban nuevas cosas. Querías sobre todo sentirte mayor aunque no lo fueras, por lo que de vez en cuando te veía buscado dramas coreanos en tu computadora; me compartías tu música, la misma que explorabas fuera del espectro musical al que te acostumbré, donde mencionabas mucho a una rubia americana con voz angelical y de vez en cuando querías prepararte un té en la estufa, te revisaba con miedo de que quemarás algo pero me quitabas la angustia cuando lo hacías con facilidad.
Cuando te escuché nuevamente sobre aquellas criaturas de la prehistoria me alegré de saber que aún estaban allí.
Tu sueño trató de unos dinosaurios que escaparon en una nave espacial, en la misma quedaron perdidos en el espacio volviendo a buscar la tierra una vez que está se estabilizará por el caos del meteorito. Decías que aunque sonará infantil sentías miedo de imaginarte aquel escenario. Gente que dejó su hogar, perdidos en territorio desconocido, sin poder volver y presas del silencio intergaláctico.
Me sonaba raro como con un concepto tan básico hacías una alegoría a una crisis migrante sin darte cuenta.
Tus miedos se convertían más realistas aunque tu contexto siguiera siendo de fantasía.
No me di cuenta cuando comenzaste a volar. Pero mi pequeño dinosaurio comenzaba a explorar nuevas constelaciones y su mundo infantil estaba augurando una extinción que no sabría qué tan próxima sería.
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Cartas para Alicia
SpiritualLuis es un padre soltero que ha decidido escribirle cartas a su hija, en dichos textos dejará lecciones que considere importantes al haber vivido con ella hasta sus 18 años