Nuevos planes, idénticas estrategias

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El primer amor que tuve al ser adolescente fue la música. En una existencia carente de sentido escuchar las canciones de un cuarteto londinense hizo que encontrará matices en lo simple de la vida.
Quería transmitirte aquel gusto, que escucharamos "let It be", "help", "yesterday" entre muchos otras melodías. Cuando realizábamos las labores domésticas en la casa me gustaba poner los viejos discos y con ello hacer más amena esa obligación de limpiar.
Un día me pediste tu momento para poner tu música. Allí comprendí que nuestras tonadas eran distintas.
Tú amabas escuchar k-pop y cantautores españoles, yo tuve que asimilar tu estilo. Conforme fuiste creciendo me demostraste a pesar de diferentes ritmos tu amor a la música genuino.
De vez en cuando te pregunto el nombre de una canción para recordarla al igual que a veces te pido adelantar una que has escuchado hasta el hartazgo.
Aunque suene a compases distintos no debes olvidar que la música es sin duda un lenguaje universal.

Cartas para AliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora