Among Us

Lima

Él se acercó. Era mucho más grande en persona. Años, y años. Finalmente estaban dando frutos. Quizá no de la forma más honesta... Pero dando frutos.

Among Us Capítulo 7: Lima

Y aunque ya estaba consciente de la hora, él la volvió a ver. Tras vueltas y vueltas en la cama, observó la ventana, esa ventana rota.

-Simon, ya llegaste- Dijo en voz alta, segundos antes de que él tocara la puerta. Bueno, no podía dejarlo ahí esperando. Sin ganas, se levantó de la cama y abrió la puerta.

Al verlo, no soltó ninguna expresión facial. Simplemente se movió para darle paso, y éste entró.

-¿Y cómo estuvo tu mañana?- Dijo Simon al entrar. Este pasó a la mesa, donde tomó esa botella de vino y se sirvió un vaso. -¿Un trago, Tomi?

-No... y ya te dije que no me llames así-

-Cómo tú digas, Tomi- Simon dio un trago- Tengo noticias interesantes

-¡Las pastillas, ¿Las tienes?!-

-Ten, piensa rápido- Simon lanzó una bolsa con cinco pastillas hacia Tom, y este las atrapó.

-Sólo eso- Soltó Tom-

-Sí, sólo eso-

Tom comenzó a acercársele mostrándose indignado.

-¿Y el dinero? Te lo devolvió, ¿No es cierto?-

Simon volteó al lado.

-Hablé con los hombres de Bryan. Les dije que teníamos un trato, y me hicieron esto- Simon señaló a un moretón que tenía en su mejilla.

-Ese imbécil-

-Se escapó con las pastillas y el dinero-

-... Simon... Tenemos que hacer algo. No falta mucho para que salga, ¿Cómo podré salir sin esas pastillas? ¿Acaso planeas que muera allá arrib...- En un momento, Tom no pudo continuar, pues la tos comenzó a atacarle de nuevo. Era ese ataque otra vez. Él tomó una de las pastillas de la bolsa y se la tragó... Calmándose.

-Ey, podemos atrapar a ese idiota. Sé dónde se esconde-

Tom lo miró rápidamente

-¿Lo sabes?-

-Sí... Vayamos antes de que se muevan a otro lado-

Tom observó la bolsa

-Sólo cuatro... De acuerdo, andando-

Los dos chicos terminaron de arreglarse en ese mismo lugar. Salieron de ese pequeño edificio y observaron su hogar. La basura, las paredes incompletas, personas fumando... nada como el hogar

-¿Y bien?- Preguntó Tom

-No están muy lejos de aquí. Vamos-

Los dos chicos comenzaron a caminar.

-Escuché que la barrera se está debilitanto-

-¿En serio?

-Pff, creencias de gente pendeja-

-Esperemos eso. La última vez fue un desastre. Vamos, por aquí- Simon jaló de la mano a Tom y lo hizo dar vuelta. Uno de los chicos que estaba en la entrada reconoció a Simon.

-Ey, ey, oí que tienes mercancía-

-Ahora no, Terrence. Ahora no.

-Sí, sí, seguro-

Los dos chicos se adentraron a esos mercadillos, todos siendo atendidos y vigilados con hombres y mujeres con las que no querían problemas

-Lo tocas lo compras-