Números y Reactor

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Sin nada que hacer, Al exploraba de nuevo los pasillos de la nave. El tipo sólo iba por ahí sin molestar a nadie, con sus cascos puestos, escuchando pop desde su mp3. Mirar las estrellas sí era lindo, el primer día. Pero tras cinco minutos de ver sólo puntos blancos por ahí por supuesto que aburrido. Caminó, estiró sus piernas. Tras un rato, recordó que no había visitado Reactor. Ésa era una sala interesante, pero el ver tantas cosas de las que no conocía del todo le hacía querer alejarse, evitar tocar algo que no se deba. No pensó nada, simplemente entró. El lugar era lindo, acogedor, y bastante pequeño. Lo único que podía escuchar era la maquinaria trabajando. Observó la pared, había un escáner para una mano humana. Curioso puso su mano ahí, pero no pasó nada. Volteó detrás, y al fondo se encontraba otro escáner igual; era una función claramente para dos personas. Fue entonces hacia el otro aparato, el que estaba cerca de la ventana; en una pantalla se podían observar diez números en desorden. Curioso, presionó 7, la pantalla se puso roja y reinició. Intentó con el 3 y pasó lo mismo. Luego trató con el 1, y éste se puso verde. Después fue al 2, luego al 3, hasta darse cuenta de lo simple que era.  Haciendo esto, no pudo notarlo, pero él se acercaba. Estando a tan sólo unos pasos de él, Al presionó 10, y nada pasó, nada desde su punto de vista, y es que a la nave, como cualquier aparato eléctrico, se le debe dar mantenimiento, y desbloquear los conectores era una de las tantas cosas que le hacían falta que ellos no tenían idea. Entonces se dio la vuelta.

-¡Ah!- Exclamo Angie que pasaba por allí- ¿Interrumpo algo?-

Al-Esta nave me está volviendo loco- Angie observó la pantalla, luego giró la cabeza y observó otro aparato: Nueve botones cuadrados, ordenados en filas de tres. Presionó uno, y se activó. Botón derecho, esquina superior derecha, esquina inferior izquierda, centro, era un Simón dice de toda la vida. Siguió así hasta que todos los botones brillaron y se reinició. Ambos se voltearon a ver sin entender nada, sin entender que, en una nave así de vieja, el reactor claro que se atascaría con el tiempo, y así ella, sin tener idea de lo que hacía, le arregló momentáneamente. 

Voltearon al mismo tiempo por instinto, escuchando esos golpes en la tapa de los ductos, cada ves más fuertes. Fue un susto, pero luego pensaron en qué es lo peor que podía ser, si ellos eran los únicos en miles de kilómetros. Al caminó lentamente hacia la tapa y se arrodilló.

Al-¿o-hola?-

-¿Pueden abrir esa estupidez?-

Escucharon de la que era la clara vos de Louis. Al y Angie se unieron para desatornillar la entrada y quitar la tapa, así dejando salir al tipo.

Angie-Louis, ¿Qué estabas haciendo allí?- 

Louis- Limpiando el maldito desastre que hay allí. Además me gusta ver los circuitos de los ductos, entré en la sala del motor y salí aquí, es raro.

Al- Eh... ¿Ok?

Tom dio un sorbo de su café, recostado en la silla frente a las cámaras.

Tom- ¿Por qué tengo que estar rodeado de raros?

Among UsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora