Años han pasado desde la Segunda Gran Profecía, los semidioses a pesar de las pocas esperanzas y expectativas han crecido y se han vuelto poderosos, todo marchaba bien para todos pues no habían tenido grandes batallas o pérdidas, todo iba bien excep...
Nico abrió los ojos a la vez que daba una bocanada de aire grande para luego toser repetidas veces a la vez que fruncía el ceño confundido al tocar su abdomen y no ver sangre, más confusión llego a él al ver donde se encontraba.
Ya no estaba en el bosque de Forks tampoco estaba enfrentándose a cuatro terribles monstruos, no había señal ni de Damián o Angela pero sin duda lo que más lo altero fue no ver a su melliza a su lado.
--¡Adhara!- grito
Corrió hacia todas direcciones, buscando ese lacio cabello tan oscuro como la noche, el pánico comenzó a invadir su cuerpo al no ver por ninguna parte a su melliza hasta que lo escucho.
Conocía ese sonido pues a veces soñaba con él deseando poder volver a escucharlo.
Un poco más tranquilo y curioso lo siguió.
--Venecia- murmuro al reconocer donde estaba
¿Qué hacía en Venecia? ¿Cómo había llegado ahí?
Siguió caminando al escuchar de nuevo ese sonido, eran sus risas, las de Adhara y... Bianca.
Se detuvo cuando perdió de nuevo ese tierno sonido y se vio confundido al ver lo que vestía gracias al aparador de vidrio a su lado, era una vestimenta de hacía años lo cual lo llevo a cuestionarse ¿En qué época estaba? ¿Y cómo demonios había llegado hasta ahí? Se giró cuando volvió a escuchar las risitas de sus hermanas olvidándose de todas esas preguntas y su ropa.
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--¡Bianca mira!- exclamo con emoción la pequeña Adhara corriendo hasta llegar al lado de Nico que miro con ternura a su hermana, no pudo evitar no derramar varias lágrimas cuando Bianca se colocó delante de él, como si lo observara
Ella estaba ahí, una extraña pero idéntica Bianca estaba ahí, era más pequeña que la última vez que la vio pero era ella, estaba seguro de ello.
--Es hermoso a mamá le encantara- dijo con emoción Bianca
--Ah ya quiero ver la cara de Nico cuando vea lo que le regalamos a mamá, sin duda nuestro regalo será mejor que el suyo pero eso le pasa por no querer unirse a nosotras y querer regalarle algo el solo- exclamo con un poco de maldad la pequeña Adhara, Nico soltó una risa, Adhara no había cambiado nada pues siempre quería ganar en todo
Soltó un sollozo cuando Bianca se unió a su risa, la extrañaba demasiado, alzo su temblorosa mano para tratar de tocar a su hermana pero apenas lo hizo todo se desvaneció asustándolo.
--Es un recuerdo- murmuro recordando como había visto con anterioridad el recuerdo de su madre- pero... es de Adhara ¿Por qué estoy viendo un recuerdo de Adha?- dijo confundido pues el no había formado parte de el
