--No...
--Si...
--Yo lo hice ayer...
--No, lo hiciste antes de ayer, yo lo hice ayer...
--¡Amor!- se quejó con un puchero, ambos se veían retadoramente, mientras que ella estaba de brazos cruzados el los tenia estirados y dos pequeños ojos veían de uno a otro con una pequeña sonrisa tierna
Maddison Di Angelo... una pequeña de 5 meses; cabello negro como el de sus padres, ojos café claro como su padre pero grandes y adornados con unas largas y rizadas pestañas como su madre, cejas gruesas, nariz y labios como su madre y la misma marca de nacimiento en su abdomen como su padre.
En pocas palabras, era una pequeña copia de su madre y lo único que tenia de su padre eran el color de ojos, cabello y marca de nacimiento sin embargo, a pesar de ser solo una bebé, Adhara y los tíos de la pequeña afirmaban que Maddison tenía el mismo carácter y personalidad que Damián.
Y el pelinegro no podía estar más feliz por ello, su pequeña era idéntica a su madre pero... también tenía mucho de él, pobre de su madre... tendría que lidiar con dos niños ahora.
--Damián te toca a ti- dijo firme Adhara- uh premio doble...- dijo divertida escuchando como pujaba la pequeña en la cama
--Adha hazlo tu...- suplico Damián agarrándola de los hombros
--No- canto Adhara divertida- date prisa antes de que Maddi empiece a llorar...- dijo dándose la vuelta para salir de la habitación de la bebé la cual soltó una risita
--¿Eso te da risa bebé? ¿Ver cómo tu mami logra que yo haga lo que quiera? Estoy seguro de que yo te cambie los pañales ayer pero no importa mi vida- empezó a hablarle de forma tierna Damián a Maddison mientras empezaba a desabrochar su ropa para poder cambiarla- ¿Te digo un secreto? Me gusta llevarle la contraria a tu mamá pero... siempre hare lo que ella quiera...
Adhara se había quedado en el marco de la puerta viendo con una sonrisa tierna la escena; había pasado un año desde la guerra con Gaia... desde que Damián había muerto y habían pasado 8 meses desde que él pudo regresar a la vida.
Si Adhara hubiera podido, lo habría hecho al instante pero luego de toda la energía que requirió para derrotar a la Diosa la pelinegra estuvo un mes y medio inconsciente a pesar de haberse vuelto una Diosa.
La Diosa de la Madre Tierra.
Como la Profecía lo decía, un nuevo mundo se había levantado, un mundo que casi... siempre estaba en paz pues aun había guerras o disputas entre mortales sin embargo para los semidioses e incluso Dioses todo había sido paz, ningún monstruo, Titán, gigante o Dios había vuelto a iniciar una guerra.
Había sido un verdadero milagro que Adhara no hubiera perdido a Maddison, su pequeño milagro como apodaron todos, en parte era porque como la Diosa de la Madre Tierra ella daba vida pero también porque la pequeña bebé era una guerrera fuerte.
Una vez domino sus nuevas habilidades, Adhara Di Angelo bajo al Inframundo para traer de vuelta a su prometido...
--¿Qué haces aquí?- pregunto sorprendido separándose del beso, lagrimas llenaban sus ojos mientras acariciaba la cara de la pelinegra preguntándose si era real
--¿Tú que crees idiota? Vine a recuperar a mi prometido- dijo Adhara con voz rota, las lágrimas no dejaban de bajar por sus mejillas, estuvieron cuatro meses separados sin embargo, para ambos, había sido toda una eternidad de dolor
--¿A qué...? ¿Qué quieres decir con eso amor?- pregunto confundido Damián
--Jure regresar por ti Damián así que... aquí estoy, para regresarte a la vida...- dijo Adhara acunando el rostro del semidiós con sus manos
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Sombras de Amor: Adhara y Nico Di Angelo (Edward C, Jasper H y Alice C)
Fiksi PenggemarAños han pasado desde la Segunda Gran Profecía, los semidioses a pesar de las pocas esperanzas y expectativas han crecido y se han vuelto poderosos, todo marchaba bien para todos pues no habían tenido grandes batallas o pérdidas, todo iba bien excep...