Años han pasado desde la Segunda Gran Profecía, los semidioses a pesar de las pocas esperanzas y expectativas han crecido y se han vuelto poderosos, todo marchaba bien para todos pues no habían tenido grandes batallas o pérdidas, todo iba bien excep...
--¿Por qué hay tantos monstruos?- pregunto Angela con cierto miedo en su voz
--Deben estar aquí por órdenes de Gaia, cuidando la puerta ¿Me pregunto cuántos abra en el elevador?- dijo Annabeth, todos estaban escondidos detrás de unos arbustos viendo a la lejanía el Empire State, aún era de madrugada así que no había mortales
--¿Qué hacemos nosotros? ¿Nos convertimos en lobo y... los mordemos?- pregunto Leah
--¿Qué tan grandes son?- pregunto Annabeth entrecerrando los ojos
--Son enormes- dijo Damián sin dejar de ver la zona, buscando que ruta sería la más sencilla- será mejor ir por la izquierda...
--Tengo una idea- dijo Annabeth con una enorme sonrisa
--Creí que eras la lista, debes alejarte un tiempo de Percy- grito Damián agitando su espada en el aire
La gran idea de Annabeth era viajar en los lomos de los lobos y llevar listas sus espadas o armas para matar a los monstruos que los atacaran; Damián y Will iban sobre Seth mientras que las semidiosas sobre Leah, ambos lobos corrían rápidamente y los monstruos los seguían tratando de pararlos y matarlos pero Annabeth lanzaba flechas con su ballesta y el resto de semidioses los apuñalaba con sus espadas mientras los lobos aventaban mordidas.
--Está funcionando...- dijo Annabeth- ya casi llegamos...
--Mierda eso fue...- dijo Adhara recargándose de lo más cercano que tenía cuando unas enormes ganas de vomitar le entraron
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--¿Estás bien?- pregunto Nico a su lado, preocupado
--Solo... dame unos segundos- dijo Adhara cerrando los ojos y respirando profundamente con una mano en su vientre
--Oigan, vean eso...- dijo Percy llamando la atención de los mellizos
--Mierda...- soltaron los mellizos con los ojos abiertos como plato, Adhara no pudo más por lo que termino vomitando todo lo que había consumido el día anterior
--Bien, ahora sí, vamos...- dijo la pelinegra limpiando su boca con el dorso de su mano
--¿Segura que estas bien?- pregunto Percy
--Si, sigamos, Hazel y Jason no tienen mucho tiempo...- dijo Adhara caminando, los semidioses detrás de ella la siguieron
No paso mucho para que los tres semidioses se dieran cuenta lo lejos que estaban de donde habían visto a Tánatos, Hazel y Jason, tampoco paso mucho para que el primer monstruo los atacara y que con esfuerzo lograron derrotar aunque no servía de mucho pues volvía a resurgir instantemente junto a ellos gracias a que estaban en el Tártaro.
--Corran...- dijo Nico
Los Dioses sabían que estaban en la recta final, que faltaba poco para que Gaia iniciara realmente la Guerra de la Tercer Gran Profecía, la Profecía que marcaría un antes y un después en la humanidad...
