Años han pasado desde la Segunda Gran Profecía, los semidioses a pesar de las pocas esperanzas y expectativas han crecido y se han vuelto poderosos, todo marchaba bien para todos pues no habían tenido grandes batallas o pérdidas, todo iba bien excep...
Los semidioses no partieron hasta la mañana siguiente, una vez Nico y Angela hablaron con los Clearwater para dejarles claro que no los abandonarían si no que tenían que salir a resolver ciertas cosas, Damián había estado silencioso, muy silencioso.
El semidiós tenía miedo de que, ahora que iban a Italia y Adhara volviera a ver a Edward, su alma gemela, el pase a ser solo... un recuerdo para la pelinegra.
Damián no sabía que los mellizos no iban a salvar a sus almas gemelas, si lo hacían no sería a propósito al menos en el caso de Adhara pues Nico estaba... confundido, ellos iban a tener una conversación con los Vulturi y su nula participación para exterminar al clan de Victoria puesto que ponían en riesgo el secreto que ellos habían cuidado por más de un milenio.
El vampirismo.
Además... tenían que aclarar su participación en la Guerra contra Gaia, necesitaban saber si, solo Victoria y su clan estaban aliados a ella o había más de ellos con la Diosa de la Madre Tierra, si era así, bueno... los mellizos no tendrían ningún problema en llamar a su padre para aclarar la situación.
--¿Por qué estás tan callado?- pregunto Adhara abrazando a Damián por la espalda, el pelinegro había estado viendo por la ventana esperando a que los semidioses regresaran, con un suspiro se giró para verla y acunar su rostro con sus manos
--Yo...- empezó a decir nervioso Damián
--Damián, no tienes que preocuparte por nada, lo sabes ¿verdad?- pregunto Adhara entrelazando sus manos en la espalda del semidiós acortando más la distancia de sus cuerpos y viéndolo a los ojos, así como Damián podía ver a través de sus ojos ella también podía hacerlo con el
--Solo quiero que sepas que... pase lo que pase... siempre te amare- dijo Damián acariciando las mejillas de la semidiosa
Adhara sonrió y subió sus manos a la cara del semidiós acariciándolomientras que este bajo sus manos a su cintura también acariciando su piel, susojos brillando de amor con sonrisas sinceras, solo eran ellos dos, Adhara uniósus labios en un lento beso lleno de amor...un amor verdadero.
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--Ey ¿Están listos?- pregunto Nico ansioso interrumpiéndolos, los semidioses se separaron y asintieron con la cabeza
Ninguno de ellos estaba listo si eran honestos...
--Bien... quédense cerca de nosotros todo el tiempo, no se separen para nada y estén alertas, puede que nuestro padre tenga cierto control sobre ellos pero... con los vampiros no se sabe, son iguales a los demás monstruos a los que nos hemos enfrentado por el olor de nuestra sangre ¿de acuerdo?- pregunto Adhara, todos estaban en un círculo debajo de una sombra
--Angela ¿Llevas ambrosia por cualquier cosa?- pregunto Nico una vez los semidioses asintieron con la cabeza
--La suficiente, también una botella de agua para que se puedan curar- dijo la castaña verificando el contenido de su bolsita
