Cap. 19

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Sábado, Donghyuck amaba los sábados pero este en particular no mucho. Jaemin le había relatado su dia y de las escenas que montaron los alfas y el beta, el chico parecía avergonzado por lo que se había montado de forma indirecta pero al contrario de eso solo se rio dejando pasar todo, restándole toda la importancia.

Era casi medio día y estaba considerando en gran medida cerrar la próxima semana solo para quedarse con los pedidos que debían salir cuanto antes, de vez en cuando miraba su celular solo con la mínima esperanza de ver si Minho le había respondido.

Últimamente no sabia que pasaba, el alfa no le respondía nada, ni las llamadas, ni los mensajes, no sabía dónde vivía pero aunque supiese no lo visitaría eso ya sería mucho.

— Quiero dormir — gimió queriendo hacer un berrinche — Quiero fumar y que este estúpido dolor de cabeza desaparezca — chilló puchicheando cruzado de brazos.

Se desplomó en el asiento tocando y acariciando a su cachorro, si era sincero hoy no tenía ganas de hacer algo, tenía pereza, el dolor en la cabeza lo estaba matando y eso sin contar las náuseas que había tenido en la mañana y la bonita historia que le había contado su Hyung sobre su reunión con Jeno y Sungchan.

Tenia casi veintinueve años, básicamente había vivido la mitad de su vida, tal vez un poco menos, pero el punto es que a estas alturas la necesidad de tener a su hermano en su vida era casi nula, había aprendido a vivir solo y matarse por conseguir sus cosas. En cuanto a Jeno lo tuvo en momentos cruciales de su vida, le ayudó mucho y el lo apreciaba en gran manera, lo quería, aún lo hacia a pesar de no haber asistido a su boda y no invitarlo a él a la suya y cortar el lazo en gran manera pero el que se llevase con su hermano era un golpe bajo o así lo consideraba él....

— Estúpido Mark, estúpido alfa, estúpido yo, estúpido lobo, deja de llorar tarado — expresó arto de sentirse de la mierda por el lloron y deprimente bola de pelos que aún sufría por lo que dijo Zhong.

Si se ponía a hacer recuento de lo que había dicho estaba casi todo. Había ido donde el abogado para hacer su testamento en caso que algo le sucediera dejando como heredero o heredera de sus "riquezas" a su bebé, Jaemin se quedaría con el negocio porqué esa cosa de atar a sus hijos a una pasión suya no le gustaba y el alfa le había demostrado y expresado que amaba la repostería tanto como él, con lo del divorcio ya se estaba haciendo el papeleo, ya le había dado el aumento a Jaemin e ido donde el doctor, solo faltaba reunirse con sus dos clientes y encontrarse con Mark para sobrevivir.

"Que estupidez" pensó.

Tener que depender del imbécil que lo jodia para poder aguantar lo suficiente cuando su bebé estuviese por nacer — ¡¡Ahhhh!! — jadeo haciéndose plasta — Que vida más desgraciada — dijo en jadeo, sus labios formaron una línea maldiciendo unas tres veces más por lo negativo que estaba — Bueno, si me pongo a pensar no solo es culpa de él sino también mía por perdonarlo tantas veces — ahora pensaba en reflexión.

Dejándose arrastrar por sus pensamientos se quedó viendo la nada aún acariciando a su cachorrito, esperando que fuese como él y no como el imbécil que tenía de esposo — Pero Mark es muy guapo, muy masculino pero tierno a la vez...es — ladeo su cabeza dibujando un corazón en su piel — Dos en uno — finalizó asintiendo dándose la razón.

Cerro sus ojos dispuesto a dormir un poco, tal vez eso calmaba su dolor de cabeza "Hubiera comprado un sofa" pensó poniendo en su lista de cosas urgentes.

Gruñó cuando el golpeteo de la puerta hizo eco en su cabeza empeorando lo que quería hacer liviano — Adelante — habló masajeando sus sienes ahora si quería llorar y no por lo que su estúpida bola de pelos lo hacía sino porque ya no podía soportarlo y las ganas de meterse varias pastillas era bastante encantadora — ¿Qué pasó Jaemin? — pregunto sin siquiera poder verlo.

EquivocaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora