Cap. 25

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Los días siguientes fueron extraños para el omega pues su alfa ahora estaba distante, apenas le hablaba o lo miraba, rara vez despertaba a su lado o le sonreía.

Después de aquella "conversación" que tuvieron las cosas cambiaron de forma radical, algo que no entendía era el porqué si no había hecho algo malo o ¿tal vez si? Ni él lo sabía.

Su fecha para dejar de trabajar se acercaba pero realmente con las cosas así su trabajo era el refugio perfecto para evitar todo. Estaba preparando todo para ir a trabajar pero antes de ello tenía su último chequeo o eso esperaba, estando en la isla miro al alfa arreglado listo para salir.

— Mark — habló.

— Estoy ocupado Donghyuck — trago en seco al escuchar un tono jamás antes empleado con él.

— Lo entiendo pero h — mordió la pared de su boca al ver que el alfa se iba sin quiera dejarlo terminar.

Miró los dos platos con el desayuno servido por largos segundos sintiendo sus ojos cristalizados, tal vez en otro momento se hubiese contenido pero hoy sólo quería llorar y así fue, dejo que las lágrimas salieran sin impedimento alguno, no tenía fuerzas como para seguir haciéndose el valiente y fuerte que todo lo aguantaba y que con todo podía.

Lloro dejando que su lobo también se liberará, su aroma se volvió ácido y realmente no le importaba que la casa se quedara impregnada, él...ambos solo querían desaguarse.

Con el paso del tiempo las lágrimas dejando de salir dejando que un sentimiento no grato abarcará su ser, sonrió quebrado porque ahora se sentía estúpido de haberlo hecho, eso no le gustaba, jamás le gustó a decir verdad.

— Esto...Estamos m — un horrible mareo lo invadió al punto de tener que apuñar sus ojos y sostenerse muy bien de la barra, trato de calmarse y dejar que todo pasara respirando de forma profunda y pausada.

Sintiéndose mejor y un poco más tranquilo cerró sus ojos un momento mentalizándose, Mark no quería hablar con él, no quería verlo y mucho menos pasar tiempo con él y tal parecía su aroma no era suficiente como para mantenerlo bien.

— Bien, al doctor — se dijo así mismo y su lobo que ahora estaba enojado con su alfa.



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Cuando llegó al edificio se presentó y sentó para esperar su turno, hambre no tenía cosa muy curiosa porque ahora tragaba y debía admitir que había subido de peso, pero podía bajarlo con ejercicio.

Cuando su turno llegó el doctor lo saludo y sentó en la silla — ¿Dónde está tu alfa? — preguntó mirándolo serio.

— Supongo que el trabajo — respondió encogiéndose de hombros — No me dijo a donde iba —

— Donghyuck, tu sabes los riesgos que conlleva que no estés con él, se supone que en su trabajo debieron darle estos últimos meses para estar a tu lado.

— Él y yo estamos juntos por el cachorro, en realidad pensamos divorciarnos y hace un par de días tuvimos una discusión por lo que no creo que eso se cumpla — el doctor lo miró distinto de alguna forma compasiva — Pienso irme de su apartamento pues su aroma no es suficiente.

— Claro que no lo es, a estas alturas necesitas un gran contacto ¿Has sentido mareo, ganas de vomitar, cambios de humor, debilidad, sangrado en tu nariz? — pregunto ahora mirando su laptop.

— Hoy en la mañana me sentí mareado, antes de venir, lo demás de momento no — respondió sintiéndose mal, con un sentimiento extraño en su pecho — ¿Puedo seguir solo? Realmente ya no quiero estar en ese lugar — el doctor lo quedo viendo por un tiempo muy largo para su gusto.

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