Capítulo 25.

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-¡ANA! - Chillamos Sonia y yo a la vez.

-¡Guapetonas! - Respondió ella. - Y... ¿guapetoAHHHHHH DIOS.

Bien. Se ganaba el míster de idiota.

No pudimos evitar reírnos, pero ella a las segundos estaba colgando de Dani.

Abrazó antes a Dani y a Jesús que a sus amigas.

¿Que maja verdad?

-Hola encantada soy ____. - Vacilé.

-Idiota. - Me respondió ella y se tiró a mis brazos, a quien correspondí el abrazo.

******

Ahora mismo estábamos en el Espacio León, o una cosa así entendí, era un centro comercial.

Solamente deseábamos que no estuviera lleno de gemeliers que se pusieran a chillar y nos quitaran toda la tarde libre que teníamos.

-Y bueno, Ana. ¿Mañana estarás en nuestra firma? - Habló Jesús, orgulloso de él mismo.

-Sí, bueno, suponogo. - Respondió ella.

Seguimos andando por el centro comercial, y divisamos un Burger King a lo lejos, y en segundos estábamos en él.

Bien, aún no entiendo cómo no están gordos. Digo, con todo el tiempo que llevo con ellos, nunca les ví comiendo comida sana.

¿Cantar adelgaza?

Entonces debería pensarme eso.

Mmm...

-Oye, ¿cantar adelgaza? - Pregunté a Dani.

Y se rió de mi.

¡EY!

Que realmente, no iba a malas.

Pero es que no lo entendía. Sólo sabía que no podía pasar tanto tiempo con ellos, porque acabaría hecha una foca, y en ese caso, no era lo que realmente quería.

-¿A que vino esa pregunta? - Intervino el otro gemelo.

-Porque zampáis como cerdos pero no engordáis. Si seguís así no vuelvo a comer con vosotros porque vosotros os quedáis así y yo me vuelvo una foca. - Me indigné yo.

-Vas de coñá, ¿verdad? - Habló esa vez Ana.

¡Viva! ¡Todos contra mi!

Yo también estoy en contra de ti.

Ah, ¿con quién hablo?

Mierda, ____, deja las drogas.

Espera, yo no tomo drogas, a no ser que la sonrisa de Jesús sea una droga...

¿Y Dani? ¡RECUERDA QUE ERES GEMELIER!

Necesitaba chillar.

-¿Y ahora porque chillas?

Mierda, ya había chillado.

-¿Eh? No sé.

-Bien, eres rara.

Me encogí de hombros, y pedí mi comida.

Podía ser que me volviera gorda, y no fuera saludable. Pero estaba buena.

No tanto como Jesús.

¿OTRA VEZ?

De verdad necesitaba salir de aquí.

Enamorado de la fan. (Gemeliers) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora