Enamorado de la fan. (Gemeliers)

Capítulo 28

08:30.

Una vez más, el estruendo ruido del despertador, me pausó mi hermoso sueño. ¿Acaso no tiene sentimientos?

Ah no, que no tiene.

Resoplé, muerta de calor, y me dirigí a la ducha. Sí, me iba a un parque de atracciones, con alguna atracción con agua, ¡Y YO ME DUCHO ANTES!

*Aplausos mentales*

Al salir, después de 15 minutos regalando un concierto a todos los vecinos, me vestí con una camiseta de tirantes básica blanca, con un logo en el centro, unos shorts, una banda, y mis vans verdes, colocándome un bikini debajo.

Me dejé el pelo natural, aunque puse dos coleteros en la muñeca por si me daba un paro cardiaco de calor.

Una vez lista, revisé la hora. 09:12.

Me dirigí a la cocina, y me prepararé dos tostadas con Nutella, me las comí rápidamente, y me fui a preparar la maleta. Ahí metí una toalla, crema solar (aunque seguramente no usaría), agua, un monedero con 20€ dentro, y pocas cosas más.

Cogí el móvil, y respondí los mensajes más importantes.

Jesús: Estoy fuera, sal cuando estés lista fea 😘

Sonreí, me miré por última vez en el espejo, cogí las llaves, y salí.

-¡Guapetona! - Saludó al salir, seguido de un beso en la mejilla.

-Que quedamos, ¿Guapetona o fea?

Se rió, y me ofreció su mano, cosa que acepté, aunque no sin antes "Se andar sola".

Nos subimos en un bus, para ir hacia Isla Mágica.

-¿Que tienes pensado hacer? - Me intrigué.

-Secuestrarte, llevarte ahí para pasarla bien y... - Pero se calló.

-Y... - Animé a que siguiera, pero se negó.

******

-No, no, no, no, y más no.

-Oh vamos, no me dirás que tienes miedo.

-Me niego a subir ahí. ¿Y si se para la atracción?

-Estarás conmigo.

-No te lo creas tanto. Además, ¡Justo llegamos! ¿¡Pretendes ir mojado todo el día!?

-¿Ah? ¡Sí! - Habló obvio.

Rodé los ojos, pero adivinen.

Acabé subiendo a esa atracción.

Malditos Oviedo, odiaba que justo este, tuviera el poder que tiene sobre mi.

Pero lo que mas me jode, es que la atracción me gusto. ¡Y quería volver a subir, pero él, ahora no quería!

-¡JESÚS OVIEDO! - Chillé.

-Cállate, que verás cómo te escuchen, olvídate de estar tranquilos.

Cállame, pensé.

Mierda. No.

Yo no pensé eso. ¿Vale?

Rodé los ojos, y tiré de él de nuevo hacia la atracción.

Resopló, pero terminó subiendo. Me quería, aunque no lo dijera. Lo sabía. No, en verdad no tenía la mínima idea.

*********

-¡SUBAMOS AHÍ! - Giré la cabeza hacia donde él estaba apuntando y no, realmente no. Me negaba subir a esa atracción.