⁰⁸

238 28 0
                                    

—Ese maldito hipócrita. Es tan cínico. Tenemos que encontrarlo, Wade. Nos encargaremos de esto nosotros.

—Ahora sé que nunca prestaba atención a mis historias épicas de madrazos con titanes, creí que era obvio que tengo células regenerativas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Ahora sé que nunca prestaba atención a mis historias épicas de madrazos con titanes, creí que era obvio que tengo células regenerativas. — respondió el antes nombrado, caminando junto al rumano con un poco más de lentitud para despejar sus ideas. —¿Que haremos ahora?, Conseguimos información pero, ¿Qué sigue?

—Él cree que estamos muertos. Deberíamos darle una visita fantasmagórica para que compruebe que estamos como carne y hueso. — sonrió, pues le pareció divertida aquella palabra. —Aunque no querramos, tenemos que seguir junto al jefe. Tenemos un mismo objetivo, sabe demasiado de nosotros y...Tiene hilos íntimos con parte de nuestra manada. Es razón suficiente para terminar con esto rápidamente, pero disfrutandolo en el momento, si me entiendes.

—Creo que te entendí, chikistrickis. Puedes dejarme a mí lo de la localización, tengo un amigo que tiene un buen olfato. Ya sabes...— el mismo canadiense comenzó a soltar ruidos como si le aullara a la luna, intentando que el ajeno entendiera la referencia. —¡Sebastián, serías malísimo para el dígalo con mímica!

—Son cosas de adolescentes, yo no entiendo de esas. Incluso antes, una beta dijo que parecía andar de cumpleaños por los globos que tenía. — recordó con molestia, puesto que él solo lleva armas y uvas, nunca eso. —¿Que globos, Wilson?, ¿Que malditos globos?

El mercenario optó por solo palmear la espalda de su compañero, preferiría dejarle la inocencia intacta aunque parezca imbécil sin entender esos albaropos. Si, así le había apodado a los raros piropos de albañiles que soltaban cuando alguien pasaba. Wade lo admitía, uno que otro fue dedicado a su omega.

—¡Amo su inocencia! ¡Ciento siete años!—

—¡Ciento cinco, jodido analfabeto!

—¡Ciento cinco, jodido analfabeto!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No. — respondió el lobezno, antes de que siquiera el mutado pudiese hablar.

—¿pOR QUÉ NO, LOBITO?, ¿ES POR QUÉ TE LANCE DINERO CUANDO TE VI EN LA CALLE?— el rubio se carcajeó dejando de lado su fachada de seriedad ante la pregunta. Claro, tuvo que recuperarla rápidamente gracias al alfa que tenía a un lado.

—Simplemente no lo haré. No saben lo que me haría Xavier si supiera que tuve algo que ver con ese hombre. — respondió, cruzando sus brazos e intentando no golpear al tarado que tenía en frente. —Ya vete, Wilson. ¿O quieres que te cosa la boca?

—Ya no puedo andar de esas, lobito. Tengo pareja, ya sabes, ando medio gobernado.

—Winston, no te lo dijo de esa manera. Aunque sinceramente, serviría mucho coserte la boca un rato. — habló por primera vez James, quien se había mantenido en silencio pensando en que otra opción podrían tener.

—¡Vamos lobito!, ¡Me lo debes!, ¡Ese niño en llamas te hubiera calcinado si no fuera por mi gran habla!— optó por un chantaje, pequeño recuerdo de algo que pasó hace años, pero que si recordaba perfectamente que Logan era de los que cumplían cuando debían.

Wade supo que logró darle en el blanco al lobezno cuando escuchó un pesado suspiro de su parte. Oh sí, pensó el canadiense cuando notó como se hacía a un lado para que pasaran al interior de la gran escuela.

—¿Qué?, ¿Nomás entraremos así como está?— preguntó ligeramente sorprendido, tomando una de sus katanas por si acaso. —No volveré a pagarte, para que sepas, Hugh.

—Deja de confundirme con ese hombre, solo entren antes de que me arrepienta completamente. Agradezcan que no está Peter, a veces se pone...Irritante con estas cosas.

—¿Por qué?, ¿Empieza a chismear de más?— bromeó el mutado, tomando del brazo al soldado y entrado con sigilo al lugar.

—Digamos que también rebusca demasiado en lo pasado, y luego no son ninguno de ustedes dos quien lo soporta con sus charlas motivadoras sobre porque al estar enlazados leemos nuestras mentes y para no estar equivocados tenemos que decirnos todo. — finalizó moviendo sus manos entre lo dicho, causandole diversión recordar varios sucesos por cosas parecidas.

—No parecen tener daños al respecto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No parecen tener daños al respecto. Sus retinas se encuentran perfectamente, también sus reflejos. — informo banner, ocupando lo básico que sabía sobre medicina para cooperar con lo ocurrido con los agentes.

—Sus reflejos no están bien, vuelve a revisar. Si no, hubieran cachado que una loca los seguía y jugó con sus mentes, ¿Y si acaso planeaba usarlos como un ejército lavandoles el cerebro?— saltó a la conversación rápidamente el amante de las donas, quien llegó apenas pudo enterarse por parte de su hijo lo que había sucedido.

—¿Y volver a ser usado como un títere igual que con Loki?. Yes, no thanks.

—Esto se está volviendo más serio de lo que pensamos, paleta. ¡Están dos pasos adelantados!, ¡Nosotros damos uno, y retrocedemos por un empujón de ellos!

—Tony, no es para tanto. Sabremos que hacer, solo tienen una...Buena ejecución de hechos. — aligeró Steve de manera hostil, esperando que pudiera dejarse de gritos su amado omega.

—Concuerdo con Rogers, nosotros tenemos ventaja, Stark. ¿Cuántos son ellos?, ¿Cuatro?. Nosotros somos muchos más, tenemos más experiencia en esto, vamos a poder. — coopero la rusa, bajando de la camilla harta de todo el drama por parte de varios presentes en la habitación. —Si me disculpan, iré a dormir, y procurar recordar más sobre la muchacha esa.

Y así fue, la fémina salió de la habitación dando un portazo con ello dando a notar la frustración por todo el asunto. Por favor, ¿Ser atacada dos veces con la guardia baja?, Nada digno de Romanoff.
O así pensaba ella.
Sin embargo, Stark no creía lo mismo. Asique apenas la mujer estuvo fuera del cuarto, observó a los restantes con seriedad.

—Mañana en la sala de juntas. A primer hora. Será hora de pensar que hacer con todo esto, sin esperar ayuda de Fury o alguien más. — concretó, comenzando a planear como encontrar paz mental nuevamente.

Los demás solo asintieron a sus órdenes, tampoco era algo de otro mundo y, vamos a admitirlo, estaban algo equitativos con las sensaciones de los últimos días.
Sin embargo, Barton seguía extraño, pensando simplemente en aquel mutante, en su voz, su incomparable aroma, pero...Ya no quedaba nada de eso en su mente. Por el hecho que no quería espantar a nadie, vio conveniente guardarselo para sí, y de ese modo seguiría.

Solo esperaba no equivocarse en seguir las indicaciones de su instinto.

LIERS AND REVENGE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora