LIERS AND REVENGE.

Epílogo.

"Me habría encantado vivir muchas experiencias contigo. Te fuiste demasiado pronto, pero te fuiste con mi corazón, Pietro."

O eso es lo que siempre escucho en mis sueños, cuando estoy descansando y lo único que veo dormido es a mí bailando con alguien de acento extraño, o a esa misma persona conmigo en la nieve, teniendo algo que no sabría descifrar cómo pelea porque noto algo en nuestras miradas.
Todo esto fue algo que tuve que hablarlo con Natalia, o bueno, Tasha; ella odia que la llame así.
Me aconsejó que escribiera todo lo que podía ver en mis sueños. Nat dice que son recuerdos de una vida pasada, que eso solo puede pasar cuando quedo algo pendiente en la otra vida, pero que habían casos donde si las personas lo recordaban en los primeros años de vida, quedarían grabados en su memoria.
Siempre prefiero creer que formo parte de la primera opción, digo, de mi infancia lo único que recuerdo fue cuando me caí al lodo mientras llovía y un perro empezó a lengüetearme el rostro.
Por eso creo que tú eras parte de mi otra vida, bonito chico de la preparatoria. Fue demasiada coincidencia encontrarnos y que lo primero que me hayas dicho cuando me salvaste de un golpe contra el seductor mármol que me miraba con ojitos fuese: "¿Acaso no lo viste venir?"

Espero leas esto y no me tomes por loco, o por cobarde por no hablarlo cara a cara. Pasaron meses de conocernos y creí conveniente que supieras mis verdaderas intenciones: vivir la vida que no pude junto a ti.

Atte: El líder del club de arquería.

—¿Ves?, Te dije que Loggie me había dado el chisme.

—Shh, cállate Peter. No sé cómo un profesor puede escuchar eso cuando los hace correr por todo el campus. — calló Pietro, terminando de leer la carta que le había entregado una estudiante pelirroja de años mayores, Natasha según su hermana.

—Porque tiene un buen oído, envidioso. — respondió el peliplata menor, notando curioso como su hermano mayor abrazaba una almohada. —¿Que harás? ¿Crees que deberitas es la causa de esos recuerdos borrosos que tienes?

El adolescente mayor se mantuvo callado, observando el papel entre sus manos y casi acariciándolo como si pudiese sentir el sentimiento que había en cada palabra escrita.
Aunque Pietro quisiera negarlo, en ese primer encuentro que pasaron, algo llamo su atención en el rubio. Pero tal vez, y solo tal vez, Barton estaba en lo correcto, y realmente dejaron algo pendiente.
Peter, quien empezó a distraerse con su teléfono por tener como respuesta un simple silencio, dió un salto exaltado cuando su hermano le lanzó la almohada que utilizaba cómo bola antiestrés y corrió fuera de la habitación en un borrón.

—Maldición, que susto. — Peter posó la mano en su pecho, controlando sus latidos y soltó un suspiro. —Solo espero que no haga alguna idiotez.