"As much as I definitively enjoy solitude, I wouldn't mind, perhaps, spending a little time with you, perhaps..."
"Tanto como definitivamente disfruto de la soledad, no me importaría, quizás, pasar algún tiempo contigo, quizás..."
Björk.
Ese día me encontraba muy cansado de no hacer nada, atrapado entre las paredes que el hombre construye para llenarse de responsabilidades y escapar de sus verdades. Al llegar, tu estabas allí, inmóvil, inerte como siempre que no te tengo. Sin pensarlo más de dos veces y casi sin querer, como pensando en voz alta y mirándote dije: "Sabes que soy un soñador, lo he sido toda mi vida, desde que recuerdo, sabes que cada vez que te toco termino respirando por ti, conoces mis manos y mis ojos porque han estado posados en ti desde que te encontré, te he recorrido tantas veces que te conozco de memoria, como si te hubiese creado, pero nada de lo que pueda haber creado se parece a ti. Has formado parte de mis noches y te he perdido y me has encontrado, pero siempre nos hemos tenido."
Volví al bar empotrado en la pared a llenar de nuevo mi vaso, sin dejar nunca de hablar tanto contigo como conmigo mismo, "cada vez que te tengo entre mis manos, me envuelves en sueños, me cuentas cosas que no hubiera imaginado, y fíjate que tengo buena imaginación, aunque repites lo mismo una y otra vez, no me canso de ti, es que conocer lo que hay en ti antes de averiguarlo es lo que realza tu perfección a mis ojos". En este punto, yo miraba hacia la blanca pared, dándote la espalda, sin querer verte, pero en un arranque de rabia volteé y te encaré, "no sé por que te has vuelto tan indispensable para mí, hay demasiado de donde elegir, y yo me he quedado estancado contigo, no puedo sacarte de mí..."
Te miré de reojo, arrepentido de mi reacción, ahora con voz más queda y en un tono que sonaba a llanto te supliqué perdón: "sé que te he entregado a otros, y lo siento. Sé que te he olvidado más de una vez, pero siempre que te necesito, vuelvo a ti y tu me recibes de nuevo, también sé que cuando alguien más te ha tenido no lo he soportado y hasta por la fuerza he ido a recuperarte portándome como el más grande de los trogloditas, pero es por que no puedo estar sin ti".
"Esto debe parar", dije con voz exhausta, "me mata esta adicción a ti, no como, ni duermo, ni estudio, ni me fijo en otra cosa mientras te tengo en mis manos, debo alejarme de ti, y lo haré no importa cuanto duela..."
Dicho esto, le tomé con ira de la mesita de noche y estrellé aquel maldito libro contra la pared, las hojas volaron por todo el lugar, pero al fin pude ir tranquilo a dormir.
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De Sombras y Otros Reflejos
ContoHistorias cortas de gente sin nombre, en momentos sin fecha, construidos a partir de las sombras de la noche...