Por un último abrazo... | Dreammare

18;; Yo soy...

Poco a poco Dream abría sus ojos y cuando porfin se acostumbró a la oscuridad, se dió cuenta de que ya no estaba en el patio de el castillo de Nightmare y tampoco estaba con él. No hay que aclarar lo que es obvio, él se había asustado demasiado, y más cuando vió que en su camisa se apreciaba sangre ya seca. Además, también se había exaltado por estar, de nuevo, atado con cadenas y sin ninguna posibilidad de escapar o siquiera moverse.

— ¿D-Dónde estoy?

Miró a su alrededor, solo había una tenue luz que a penas iluminaba una mesa. En aquella mesa había alguien, que, a pesar de la poca luz, se podía ver cómo sonreía.

— ¿¡Quién eres tú!?

Reclamó Dream hacia la persona misteriosa.

— Ah... eso es fácil de contestar, mi nombre es Rin, un gusto...

Rió levemente, esa risa provocó un escalofrío en Dream. Mientras ella hacía ésta acción, también levantó su mano y jaló un pequeño interruptor, si se le puede llamar así.
Al hacer ésto, se prendieron las luces de la habitación y se dejó ver por completo, era una jóven de aproximadamente veinte años, al menos eso calculaba el de amarillo. Tenía el cabello lacio y algo largo, además de éste ser de color café. Sus ojos eran de un color verde claro. Portaba un tipo de corona con una gema y un collar, el cual también tenía una gema. Llevaba un vestido color rojo y con escote, además de guantes y maquillaje.

Ella lo miró con una sonrisa pícara.

— Verás, sé que tú eres el protector de los sentimientos positivos, y ¿sabes algo? por acá escasean esos sentimientos ¿qué te parece si nos ayudas, eh, Dream?~

— ¿A-A qué te refieres?

Rin se levantó y se dirigió hacia Dream. Se inclinó sin hacer mucho esfuerzo para no arrugar su vestido, y quedó frente a él.

— Verás, sé que tienes un gran poder que favorecería a todos mis pueblerinos y a la realeza, además de incrementar considerablemente nuestro LV. Necesitamos mucho de ese poder y sabemos que estarás dispuesto a ayudarnos.

— ¿Qué? p-pero... si ultlizo mucho de mi poder es probable que me debilite mucho ¡e incluso p-puedo morir por sobrecargarme!

— Ah... pues eso ya sería «tu» problema, no el de ellos o el mío. De todas formas, nos ayudarás quieras o no, no tienes opción.

Rin se levantó y se puso firme, aún viendo el miedo acumulado en Dream. Volvió a sonreír.

— Te tenemos una sorpresita, la cual nos favorecerá~

— P-Pero-

– ¡Pero nada!

Dió un leve zapateo e inmediatamente entraron dos hombres altos con alguien en una jaula.

— A ver niño... debes de elegir ¿quieres salvar la vida de tu “querido” hermano? o ¿prefieres que él sea torturado y matado por tu culpa?

Dream volteó a ver a la jaula, donde estaba Nightmare tratando de salir, golpeado y arañando desde dentro como un gato. Él se dió cuenta de que Dream lo miraba e por impulso gritó:

— ¡No le hagas caso Dream! mejor sobrevive tú, de todas formas sólo los sentimientos negativos desaparecerán... ¡Pero tú estarás bien!

Por haber dicho eso recibió un latigazo de parte de uno de los hombres que lo vigilaban. Y claro que un grito se escuchó.

— ¡Nightmare!

Quiso moverse para ayudar a su hermano, pero por tener aquellas cadenas no lo logró.

— ¡P-Porfavor, sueltenlo!

Rin lo vió con gracia y una sonrisa de victoria se posicionó en su rostro.

— Para eso debes de aceptar mi propuesta... es fácil niño, danos de tu poder y de tu ayuda, y dejaremos a tu hermano libre y sin algún rasguño. Pero como dije, si no aceptas de todas formas te usaríamos para conseguir a como de lugar sentimientos positivos y tú hermano se iría por el desagüe.

Lo último lo dijo en una metáfora, refiriéndose a que lo matarían.

— ¡Aceptó el trato, pero déjenlo ya!

Estaba estresado y casi lloraba por el ambiente y la tensión que había, se estaba debilitando por sus mismos sentimientos y los de su hermano.

— Ya dijiste, no hay vuelta atrás.

Dejaron salir a Nightmare de “su” jaula, éste último corrió rápidamente hacia Dream y lo abrazo. Dream no pudo corresponder por estar aún atado, pero aún así se sintió feliz.

— Por precaución, te dejaremos atado ya que sé que intentarán escapar. Ya tengo suficiente con tener a tu hermano suelto y libre por ahí.

Y sin decir ninguna palabra más, se dirigió a una puerta la cual era la salida de esa habitación, yéndose junto con los hombres y también llevándose la jaula con ellos.

— Ya se han ido... Dream ¿¡POR QUÉ MIERDA ACEPTASTE, IDIOTA!?

— ¡Q-QUERÍA PROTEGERTE, NIGHTMARE!

— ¿¡QUÉ MÁS DA MI PUTA VIDA!? ¡EL QUE ES IMPORTANTE ERES TÚ!

— ¡PERO-!

— ¡NADA DE PEROS!

Nightmare gritó muy fuerte y dió media vuelta, evitando el mirar a Dream ya que se había “enojado” levemente con él por su estupidez.

Hace un tiempo que no tenían peleas, bueno, hace menos de una semana, pero peleas emocionales, hace más de un siglo que no tenía ese tipo de peleas. Claro, no fue para tanto, pero aún así Dream comenzó a sollozar en silencio, esperando que Nightmare no lo escuchara porque no quería que se volviera a enojar. Pero para su desgracia, o suerte, Nightmare sí lo escuchó.

— ¿Por qué estás...?

Dream no respondió y simplemente apartó la mirada intentando calmar sus sentimientos negativos y sus lloriqueos.

El de pupilas violetas se acercó a su hermano, se sentó y quedó frente a él. Pasó su mano por las mejillas de Dream y limpió sus lágrimas, esas lágrimas eran cristalinas, puras, le hacían querer hacer algo... sin embargo se controló y no lo hizo.

Volvió a abrazar a Dream (el cual ahora tenía un tono amarillo en sus pómulos) y susurró un pequeño “Lo siento, no quería hacerte llorar” haciendo que Dream se pusieran feliz por saber que realmente Nightmare no estaba enojado con él, además, él nunca se disculpaba. Simplemente cerró sus cuencas y, también en un susurro, dijo “Te quiero, Nightmare” ese comentario hizo que Nightmare se sonrrojara, aunque sólo abrazó con más fuerza, pero intentando no lastimarlo.

Esta vez me propuse a hacer un capítulo lo antes posible, así que aquí está.
Como siempre, muchas gracias por el apoyo recibido, los amo mucho<3

¡Nos leemos en la próxima!
(Perdón por las faltas de ortografía.)

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