CAPITULO 2

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- Enserio te dijo eso?

- Si, puedes creerlo, ósea, yo tengo que respetarla cuando ella ni me respeta y me acepta tal como soy.

- Pero sigue siendo tu mamá.

- Eso si, pero una madre no impone sus ideas y manipula a su hija para que sea como ella quiere; sino, imagínate que yo me vista con una falda minúscula y con un brasier - me separo un poco para que pueda observarme mejor.

- Mmmm, pues, no te verías tan mal - habla con un tono pícaro.

- Ethan, eres un pervertido - le doy un golpe en el brazo y me cubro con mi camiseta mi cuerpo.

- Pero tu me preguntaste y yo te respondí con la verdad - me detiene de caminar y me agarra por los hombros para que lo mire - Mira, eres hermosa, a tu manera pero eres hermosa, tal vez no tendrás un cuerpo con unas curvas de infarto, pero tienes lo tuyo. No debes de compararte y sentirte mal, aceptarte como eres te va ayudar mucho a que tu madre cambie de parecer.

- Gracias Ethan, eres el mejor amigo que pude tener.

- Que bueno que te encontré, tu me haces salir de mi mundo del cual no quiero regresar - en eso una llamada de mi madre nos interrumpe.

- Dime.

- Dónde demonios estás, se supone que debes de estar aquí de una vez.

- Ya llego, estoy a unas cuadras.

- Mas te vale que vengas bien presentada, tu hermana acaba de llegar con su novio y familia, no quiero que la avergüences.

- Entonces, mejor no llego para que no "avergüence" a tu hija.

- Te he dicho que vengas o sino ya sabes lo que pasará - no escucho nada más y corto la llamada.

- No tienes nada que decir, ve, no hagas esperar a tu madre y no olvides lo que hablamos.

- Saluda a Milenka de mi parte, con algo de suerte podré llegar a felicitarla y poder celebrar su santo.

Abrazo a mi amigo y me voy en mi patineta. Al cabo de unos minutos llego a mi casa, me aliso un poco el pantalón, y me quito mi gorro para poder peinarme mejor, toco la puerta y quien abre es mi madre.

- Cuidadito que digas cualquier tontería o ya sabes cuál es el precio - me apreta el brazo enterrando sus uñas en mi piel.

- No te preocupes, todo sea por proteger mis pertenencias y a los que de verdad me quieren - quito su mano y le dedico una mirada desafiante.

- Bueno, les presento a mi hija menor, Perla.

- Mucho gusto en conocerlos, que agradable tenerlos en casa - hablo con una voz dulce y les dedico una sonrisa a la pareja de esposos.

- El gusto es nuestro, tu hermana nos ha estado contando de ti - la señora me responde con una sonrisa.

- Espero que todas buenas - y miro a mi hermana como si quisiera matarla aquí mismo.

- Oh por supuesto, nos ha contado que te gusta el arte, el pintar y esas cosas.

- Pues si, me gusta pintar, es mi forma de "liberarme".

- Que curioso, nosotros tenemos un sobrino que es casi de tu edad y le gusta lo mismo que a ti, quizá puedan conocerse - yo solo asiento y le doy una sonrisa forzada.

Hablan toda la tarde de cosas triviales y yo solo me dedico a responder de manera seca y cortante. Que alguien me ayude a salir de estas.

- Y cuéntanos más de ti, Perla - me incita a hablar el señor.

- Aver, pues me gusta cuidar a los animales, el arte como ya les mencioné, salir con mis amigos - le dedico una mirada a mi madre y ella entiende - Y también me gusta mucho la mec...

- La medicina, eso quiso decir, medicina humana - me corta mi mamá.

- Interesante, eres como una caja de sorpresas.

- Si, así soy, una caja de sorpresas - le dedico una sonrisa triunfante a mi querida progenitora que me fulmina con la mirada.

En eso me llama Ethan y no dudo en contestar, me disculpo con los presentes y me aparto para que no puedan escucharme.

- Gracias a los cielos que me escucharon, acabas de salvarme, ya no aguantaba ni un minuto más.

- Como lo supuse. Te llamo también para que me ayudes con mi carro, se pinchó una llanta y no se como cambiarla.

- Ya te he enseñado cómo hacerlo, bueno que sea mi escusa para poder irme de este calvario, llego en 15.

Corto la llamada y les digo a los invitados que tengo que retirarme por motivos de trabajo, que un cliente quiere su pintura y que debo llevárselo; me despido de mi madre y hermana de una manera cálida para terminar esta farsa. Salgo de casa y agarro mi patineta y me dirijo a la dirección que me envía Ethan por mensaje, no esta tan lejos como pensé. Llego y nos saludamos a nuestro estilo, finalizamos con un choque de hombros; veo su carro y la llanta pinchada, saco la nueva llanta que siempre lleva y lo coloco.

- Ya vez, no es tan difícil.

- Sabes muy bien que yo no soy de hacer estas cosas.

Me subo a su carro y vamos con la banda para poder celebrar el cumple de Milenka.

- Amiga! Ya estas vieja, 23 años de vida.

- Y ya voy a terminar mi carrera de Ingeniería Industrial, solo un año más y bay libros - me abraza por los hombros mi amiga.

- Y para cuando me vas a dar sobrinitos, sabes que quiero un varoncito.

- Para la otra vida será - responde a la velocidad de la luz y nos reímos.

Milenka es mi primera amiga, la conocí cuando su moto se malogró en plena calle, ella me influyó en lo que es el graffiti y pues con ella descubrí mi talento de pintar. Llamo a mi hermana diciéndole que llegaré tarde ya que el supuesto cliente no llega y que tengo que entregar otros trabajos, obvio, no se lo cree pero tendrá que decirlo o sino le contaría a mi madre que no va a la Universidad desde hace meses.

Celebramos todos juntos, nos reunimos los que faltan y nos dirigimos a una discoteca, bailamos y bebemos hasta que ya decido irme a casa; no soy de tomar pero un poco no hace mal a nadie; pareciera que soy una libertina, pero no, soy muy responsable con mis actos y sé que si sigo puedo acabar mal. Me dirijo a mi casa para poder descansar en paz lo cual no logro por el hecho de encontrarme con mi madre en la puerta y diciéndome miles de cosas que ya hasta me lo aprendí de memoria; no le tomo importancia y me dirijo a mi cuarto para dormir y por lo menos desaparecer de este mundo por algunas horas.

LUNA DE CRISTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora