CAPITULO 15

30 5 0
                                    

BASTIÁN

Como no me di cuenta, mi preciosa Luna esta embarazada y no me percaté de eso, su olor había cambiado y en mi defensa no es que su olor haiga cambiado por completo porque sigue oliendo igual, solo que se le agregó el olor a manzanas y a cítricos y me está volviendo loco.

- Amigo pero que bien te vez, se nota que la paternidad te está afectando.

- Ni me lo recuerdes, acabo de expulsar todo el desayuno - salgo con una toalla secándome la boca.

- Y porque no le dices a Perla que el tocino no te sienta bien, hace semanas que andas con lo mismo.

- Y verla triste al decirle eso? No gracias, prefiero mil veces comer todo el tocino del mundo a verla triste y derramar lágrimas.

Y sí, hace semanas que he empezado a sentir náuseas y expulsar todo el desayuno, por mas que no coma tocino o algún otro alimento con un olor fuerte, igual termina en el baño.

Perla no sabe nada de esto y es porque no la quiero hacer preocupar, pero tengo una sospecha que sea un embarazo por simpatía. En vez que las náuseas le den a Perla, las recibo yo y no es que me queje pero de verdad me están afectando un montón.

- Amor ya llegué.

- Mi lobito, te vez pálido, que tienes??

Y con tan solo acercar mi nariz a su cabello me hace correr al baño y expulsar la merienda que tanto me ha gustado.

- Amor, desde cuando estas con las náuseas? Y no me digas que no tienes nada porque no te creo - me pasa una toalla para secarme la cara.

- Como te enteraste? De seguro te lo dijo Gilean, cuando lo vea le voy a partir la cara.

- No fue Gilean, fue Milenka. Ella te escuchó hablando cuando iba a sorprender a Gilean el día de hoy en la oficina, así que dime, desde cuando tienes los síntomas.

- Fue después que me dijiste que estabas embarazada. No te enojes, solo quería que llevaras el embarazo bien, sin ningún problema y veo que es así porque no tienes muchos síntomas.

- Es un embarazo por simpatía, entonces el tocino y el shampoo que usé hoy te afecta, verdad? - yo la miro con asombro, si que es muy perspicaz.

- Mi Luna, sé que te gusta el tocino un montón así que no dejes que mis sínt...

No termino de decir la frase que otra vez estoy expulsando todo al desagüe.

- Mañana mismo vamos al doctor, no puedes estar así siempre, no entiendo como me pudiste ocultar algo tan grave y por tanto tiempo - se da la vuelta toda molesta y yo sigo aquí expulsando todo, hay por la diosa Luna, no pudo ser otras náuseas, no se tal vez ser mas meloso de lo que soy o no sé.

Una vez que termino de vomitar todo, hasta mi páncreas, voy al techo de la casa ya que mi Perla siempre le gusta estar ahí cuando esta molesta o triste y necesita meditar.

- No te acerques, debes de seguir con el estómago algo sensible.

- Mas me duele que me apartes de tu lado Mi Luna, Axel se siente triste y yo también.

- Porque no me dijiste nada? Acaso no hay confianza entre nosotros? Como quieres que confíe en ti si tú no confías en mí?

- Lo siento mucho, no quería que te preocuparas más de lo que ya estas por los ataques de los vampiros o de quien sea que es nuestro enemigo, además de las bajas que estamos sufriendo y no me digas que no sabías porque sé que entras a mi oficina y lees todos los informes.

Perla se gira lentamente y me mira con asombro, si piensa que no me doy cuenta pues esta muy equivocada. Cada vez que entra a mi oficina su olor tan exquisito se impregna en las hojas y en todo lugar que toca, algo bueno del embarazo por simpatía es que mi olfato es mas sensible y capto todos los aromas.

- En mi defensa, soy la Luna de la manada y debo de estar al tanto de lo que sucede - se acerca hasta estar frente a mi.

- Lo sé Mi Luna, es lo que más me gusta de ti, te preocupas por los demás y me enamora no sabes cuanto más - acaricio su cabello y la abrazo, creo que mi lívido también aumentó ya que mi amiguito se está empezando a despertar.

- Y no es lo único que te enloquece de mi, ven, vamos adentro.

Y si señoras y señores, tuvimos nuestro encuentro como en los viejos tiempos, bueno no tan viejos, solo que tuve un poco de cuidado para no dañar el vientre abultado de mi reina.

- Perdóname preciosa reina mía, no fue mi intención hacerte sentir mal, solo quería que llevaras un embarazo tranquilo y sin preocupaciones como ahora - acaricio su hombro desnudo bajando poco a poco a su vientre.

- A la próxima debes de decirme, por algo nos prometimos que estaríamos en las buenas y en las malas.

- Dijiste a la próxima? Eso quiere decir que tendremos más cachorros? - me alegro a más no poder y empiezo a hacerle cosquillas, ella no para de reír y decir que pare.

Una tarde inolvidable, pero tuvimos que levantarnos ya que mis adorados hijos estaban hambrientos, creo que tendré competencia cuando nazcan.

Al día siguiente fuimos al doctor ya que se lo prometí a Perla y soy un hombre de palabra, aunque no me gusta para nada las agujas lo hice por ella. Me hicieron análisis de sangre para ver si estoy bien de glucosa, hierro y demás, la verdad no entendí nada de nada, creo que me hablaba en otro idioma y yo nomas asentía a todo.

- Entendido? - pregunta el doctor.

- Si doctor, todo claro - afirma mi linda esposa, supongo que habrá entendido.

Una vez nos vamos y nos subimos al auto me explica ahora si con manzanitas los resultados de mis análisis y la dieta.

Se supone que los hombres lobos no nos enfermamos, nuestras heridas sanan rápido y las bebidas alcohólicas no nos chocan, pero creo que ando contra la naturaleza, hasta Axel se burla de mi, esto ya es insoportable; primero Gilean y ahora Axel, esto es el colmo.

Lo bueno de todo esto es que Perla es quien me cuida mientras ando "convaleciente" y pues paso más tiempo con ella y es lo mejor del mundo, además que aprovecho para ser meloso lo cual sé que a ella le gusta en esta etapa, andamos peor que chicles.

Tan bien que es estar así, los ataques de los enemigos los tienen angustiados y no solo a ellos sino también a los jefes del mundo sobrenatural. Y ese día no fue la excepción, toda una familia completa de lobos y de vampiros fueron atacados a las afueras de sus territorios y ambos líderes no saben que hacer.

LUNA DE CRISTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora