CAPITULO 8

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BASTIÁN

Me despierto y realizo mi rutina diaria, hoy tengo que ir a ver los entrenamientos y revisar la hemeroteca para ver el armamento.

- Como van con el entrenamiento?

- Muy bien, hemos reclutado a más jóvenes y se ha intensificado el entrenamiento justo como usted lo ordenó.

- Muy bien, hacen un buen trabajo - le digo al general y encargado de todo esto, en eso escucho a dos jóvenes que hablan mientras se limpian el sudor de la frente.

- Viste como me miró? Estaba tan hermosa.

- Que hablas, si te miró con miedo, pensó que la morderías.

- Pero solo estaba posando para ella, quiero ver como quedó su obra de arte, uno de estos días la iré a conocer.

Y se empiezan a reír, de quién estarán hablando?

- Ustedes dos no tienen que ir a entrenar? - les hablo y se sobresaltan.

- Solo descansábamos un rato alfa, ya retomaremos el entrenamiento, discúlpenos - y se van con la cabeza agachada y echándose la culpa mutuamente.

No sé si soy yo o ya me picó la curiosidad de saber quién es la persona de la que estaban hablando, algo en mí me dice que la busque. Salgo del lugar y me dirijo a casa, subo en el despacho y empiezo a ver algunas estrategias contra los posibles ataques.

- Bastián, ya vino el señor Franz y su hijo - habla mientras abre la puerta.

- De acuerdo, hazlos pasar.

Se retira y a los pocos minutos entra el señor Franz y un joven casi de mi edad.

- Alfa Bastián, le presento a mi hijo, Ethan.

- Mucho gusto, soy el alfa Bastián de la manada Cristal de Plata - le extiendo la mano.

- El gusto es mío - y toma mi mano en forma de saludo.

- Acaba de llegar de viaje hace algunos días por lo que ha estado ocurriendo y pues como estoy pensando en cederle el trono, debe estar al tanto de la situación.

- Me parece perfecto. Sentémonos, he estado pensado en algunas estrategias que podemos realizar.

Nos la pasamos hablando sobre el tema hasta que se hace tarde, se retiran diciendo que el encargado de hablar conmigo será Ethan y pues no estoy muy seguro pero acepto.

- Dime que te tiene pensando - me pregunta Gilean que está sentado en la silla frente al escritorio.

- A que te refieres - le respondo mientras firmo unos papeles.

- Me refiero a que desde que se fueron los chupasangre estas despistado.

- No me pasa nada.

- A mi no me engañas. Vamos, puedes confiar en mí.

Suelto un suspiro, dejo los papeles a un lado y le empiezo a contar lo que me tiene así. Me asegura que hablará con los chicos que vi en la mañana y les sacará información, yo solo puedo agradecerle. Termino de hacer todo el papeleo y me voy a dormir, no sin antes darme una ducha.

- Listo, ya tengo la información - entra mi beta al despacho sin tocar.

- De que?

- Vamos, de lo que ayer me dijiste - y pongo más atención a lo que me dirá dejando de escribir - Me dijeron que es una chica que vieron en la cabaña de las afueras de nuestro territorio; según ellos la vieron pintando el paisaje del bosque, no se le acercaron porque estaban convertidos en lobos y no querían asustarla, solo la vieron a lo lejos y al parecer ella les realizó una pintura, también me dijeron que quieren entablar una conversación más adelante.

- Ah, que bien - le digo restándole importancia, aunque mi lobo se siente intranquilo y no entiendo el porqué.

- Nada más vas a decir?

- Que más quieres que diga?

- Eres simplemente único, yo ya cumplí con informarte y me libro de toda responsabilidad con lo que respecta. Me voy que tengo cosas que hacer y si no las hago, un alfa me va a descuartizar vivo y todavía no tengo cachorros para dejar herencia, así que me voy - se para y se va, es tan ocurrente que a veces pienso el porqué es mi beta.

El resto del día me dedico a llenar papeles de la empresa y manada. Termino y me voy un rato al bosque, me transformo y dejo que Axel tome el control.

Voy corriendo inconscientemente a las afueras de la manada y mientras me voy acercando un olor a libros viejos y madera se impregnan en mi nariz.

- Nuestra mate, ya la encontramos - grita Axel por el link.

- Tranquilo Axel, ya estamos llegando.

- Apúrate que vamos a perder el rastro de su olor.

Me acerco cada vez más y la veo, está afuera de la cabaña jugando con un perro, está riendo con los malabares que hace el can, su risa es la más linda de todas las que he escuchado; va vestida con ropa holgada y sencilla, se ve tan bien, pero huelo algo, tiene impregnado el olor de un vampiro y eso me hace hervir la sangre. Me muevo y sin querer piso una rama, ella se pone en forma de ataque y el animal se pone delante de ella sacando los colmillos y ladrando.

- Quién anda ahí? Salga de su escondite y muestre la cara.

Hasta su voz es dulce, me muevo un poco para que me vea y con solo verla siento ganas de lanzarme sobre ella y reclamarla como mía, es de estatura baja, una chaparrita de 1.55 metros y es toda mía, mía.

- Ah, eres un lobo y uno muy lindo a decir verdad como todos los lobos que he visto por aquí. No me vas a atacar, cierto?

Como se le ocurre compararme con los demás lobos, debo ser el único al quien debe de ver y cómo cree que le voy a hacer algo así, aunque pensándolo bien, hay varias cosas que me gustaría hacerle.

- No es hora de pensar en eso Bastián, reclámala como tuya de una vez por todas - me grita Axel a través del link y luchando por tomar el control.

- No podemos hacer eso en estos momentos, se asustaría y la perderíamos para siempre - escucho un gruñido por parte de Axel y sé que está enojado.

- Hora de irnos a dormir Sansón, bay lobito.

Se despide agitando la mano y se adentra a la cabaña, la sigo con la mirada y los movimientos que hace, apaga todas las luces inclusive el de su cuarto y veo que se ha ido a dormir.

Me salgo de mi ensoñación y aúllo a la Luna, voy corriendo hasta mi casa para poder darme una ducha de agua fría y apagar el fuego que llevo dentro.

Llego y me transformo en humano, me dirijo a bañarme con una sonrisa de oreja a oreja, en eso me acuerdo que olía a vampiro y de los chicos que la vieron, de solo pensarlo mi sangre hierve de rabia, mañana hablaré con ellos dos y comunicarle a mis padres que ya encontré a mi Luna. Me cambio y me acuesto en la cama, cierro los ojos y aparece ella en mis pensamientos, sus ojos, su risa, su voz, su cuerpo; me pongo a dormir teniéndola en mente.

LUNA DE CRISTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora