Visitar las calles de la capital era algo muy común entre los príncipes, aunque siempre tenían que ir disfrazados.
Mehmed y Ana ya había planteado ir a esta pero en el camino, Raziye y sus hermanos se unieron al viaje para conocer la capital un poco más.—Hermano, princesa. Iremos a comprar algunas joyas
—Si necesitas algo muy bueno puedo recomendarte un joyero. Hace un buen trabajo, he comprado varios regalos para mi madre en ese lugar
—Gracias Mehmed. Iré a verlo, me llevaré a mis hermanos para que ustedes, puedan platicar. Vamos hermanos— Raziye sabía que lo mejor era que la princesa y Mehmed continuaran con su plan de visita solos, mientras tanto, Raziye y sus hermanos fueron por algunas joyas y telas.
—Si le interesa, tengo está tela en otro tonos, puedo mostrarle señorita.
—Oh, si, claro, por favor.
—¿Las ventas van bien?— Murad preguntó a los vendedores
—Los nobles compran telas pero no lo hacen muy seguido.
Aún así con lo que compran sale, gracias a la ayuda de nuestro sultán.—Si, nuestro sultán hace un excelente trabajo, espero que su sucesor pueda seguir así
—¿Que no es obvio? El principe Mustafá, el heredero por derecho ya ha demostrado ser un exelente líder.— Osmán se acercó también para escuchar y poder preguntar a los vendedores
—Dicen que Mehmed es un exelente principe también, ya está en la edad de gobernar una provincia y según dice, el sultán lo quiere mucho— Raziye notaba las miradas entre los vendedores, era notorio que preferían a su hermano Mustafa antes que a los hijos de la sultana Hürrem.
—Aun es inexperto. Además, todos sabemos que no es el adecuado. No es competencia para el principe Mustafá. Ni los hijos de la bruja rusa o tres príncipes desconocidos que se alejaron de su pueblo. —En cuánto sus hermanos fueron mencionados Raziye miró atenta a los vendedores dejando a un lado las telas. —O la hija del Sultán que nadie sabía de ella... Ellos no son más que desconocidos no pertenecen aquí
—¡Que insolencia!— Raziye se acercó al vendedor. —¡Son los hijos del sultán, no tienen derecho de hablar así! ¡Están hablando de los príncipes de la dinastía! ¿acaso quieres perder su cabeza?
—hermana— Murad intentó calmarla tomándola del brazo haciendo que la capucha de su disfraz descubriera un poco más su rostro, al ver los ojos de Raziye los vendedores se miraron entre ellos.
—Vamonos...— Raziye tomó la mano de Ahmed para alejarse de ahí.
—¿Quién era ella?
—No había visto mujer más hermosa... ¿Será que? ¿Es la hija de su majestad?— los vendedores se cuestionaron entre ellos por un buen rato.
•
Raziye había regresado antes al palacio, su temperamento posiblemente la había delatado y era algo que no soportaba, cuando actuaba sin pensar las cosas siempre salían mal.
Para buscar tranquilidad fue al jardín, el aire fresco le ayudaba bastante, estar cerca de los árboles era su consuelo. Mirar las hojas moverse cada que la voz de Raziye entonaba una canción era una buena sensación, trasmitia tranquilidad.Fue ahí donde la voz dulce llegó a los oídos de uno de los soldados, su mente no pensó en más que seguir la voz.
Acababa de regresar de una misión, debía ir con el sultán pero su camino ya se había desviado antes de siquiera cruzar la puerta del palacio.Balibey observó a la mujer sentada en la rama de aquél árbol. No sabía si era su voz lo que lo tenía ahí o su belleza, o posiblemente, la cantidad de preguntas que se habían formado en su interior una vez la vió.
No sabía si se trataba de alguna de las criadas pero sus vestimentas no eran las de una simple criada, llevaba una tiara en su cabeza, similares a las de cualquier otra Sultana, las telas de su vestido, eran las mejores, podía saberlo con solo mirarla.—¿Quién eres? ¿Qué está mirando caballero?— cuando la canción se detuvo y vinieron las preguntas Balibey aclaró si garganta y salió de su escondite hasta el árbol, evitando estar demasiado cerca.
—Señorita, ¿Quién es usted? No está permitido que cualquier persona esté aquí. ¿A quién sirve?— Raziye rió un poco.
—Caballero, venga aquí. Por favor, extienda sus brazos.— Balibey supuso que iba hacer, rápidamente se acercó e hizo lo que le pidió, Raziye se alejó de aquella rama siendo atrapada por él. —Gracias.— Raziye sonrió amablemente para el contrario, él observó su rostro más de cerca deteniéndose en sus ojos azules.
Después de unos segundos se dió cuenta de que estaba mirándola demasiado, con cuidado la dejó de nuevo sobre el suelo.—¿Me dirá quién es?
—Sería aburrido así. Puede decirme, ¿Qué hacía mirándome?
—Escuché su canto. Su voz me atrajo hasta aquí. No era mi intención, pero... No había visto a una mujer arriba de un árbol, especialmente si está vestida de esa manera. Sus ropas, son muy finas, pero no son aptas para ese tipo de actividad.— Raziye suspiró un poco, acomodó el velo para caminar hasta el árbol donde estaba acariciando el tronco.
—Lo sé. No es muy bien visto. Pero no pude evitarlo, los árboles ayudan a calmarme. La brisa, sus hojas moviéndose, le aseguro que es una buena sensación. ¿Tú nombre?
—Si le digo mi nombre, usted deberá decirme el suyo.— Raziye asintió. —Balibey, soy uno de los soldados de su majestad.
—es un gusto. Yo, soy... Raziye. Y... Se me hace un poco tarde.— Raziye sonrió para despedirse de él. —Hasta pronto, nos veremos de nuevo...
—¿De verdad será así?— antes de irse por completo, Raziye se dió la vuelta y asintió con un movimiento de cabeza yendo de nuevo al interior del palacio, Balibey sonrió un poco mientras miraba como desprecia.
—Es una joven interesante... Hermosa e interesante.
En la pregunta anterior ganó Balibey ^^
Pero ya después haré un fanfic con Rustem para lxs que amamos a Rustem.
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O hala kalbinde Solimán
Fanfictionsegunda parte. (busca en mi perfil la primer parte para que puedas entender) Ellos nunca murieron. Están de regreso. Solimán tiene cuatro hijos mayores. Solimán sigue teniendo presente a Zahra....¿cómo explicará todo a sus hijos? una invitada en...