Capítulo 38

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Ojos de oro
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He visto las noticias
Dónde mierdas estás?
Estás bien?
12:03

Llamada perdida a las 14:17

Asuka
Por qué nadie responde
el puto celular???
Se supone que toda esa
mierda ya terminó
15:15

Llamada perdida a las 16:02

Llamada perdida a las 17:10

Maldita sea, responde 
en cuanto veas esto
18:15

Bakugō estaba a punto de tirar su celular por la ventana.

Desde que sus compañeros habían entrado corriendo en el gimnasio para avisarles a él y a Ashido que los de la residencia habían sido nombrados en las noticias, estaba en un estado de tensión que sólo iba en aumento con el pasar de los minutos.

Ni Asuka ni Kirishima respondían sus mensajes ni llamadas, a pesar de que sabía que el teléfono que había comprado al peli rojo para reponer el que había destruido estaba en perfectas condiciones. Por unos tensos momentos, estuvo tentado de intentar comunicarse con Deku, pero luego recordó que nunca se había molestado en agregar a nadie excepto a su novia y su amigo, y gruñó ante su insensatez.

Nadie tenía muy claro qué había pasado, en el noticiario sólo habían salido unas pocas imágenes de cuatro casas destruidas, un enorme agujero sobre lo que ahora se sabía habían sido varios túneles secretos de la mansión del Shie Hassaikai, y al final, una mención de que sin la valiosa ayuda de los residentes de la U.A., las cosas hubieran sido a otro precio. Pero cuando se hizo énfasis en varios heridos, en especial uno de gravedad, la preocupación había invadido por completo a todos los estudiantes.

Dando un puñetazo en la pared, Katsuki miró por enésima vez su celular en busca de unas respuestas que seguían sin llegar, pero no pudo empezar a lanzar la sarta de maldiciones que tenía en la punta de la lengua, pues tres golpes sonaron en su puerta antes de que hubiera abierto la boca.

Torciendo aún más el gesto, pero agradeciendo un poco la distracción, se dirigió a abrir de inmediato, con la esperanza de recibir información de alguna forma.

—Hey, Bakugō. —Lo saludó Mina luego de que él la recibiera elevando una ceja, notando con incomodidad la ausencia de la usual energía de la rosada. —¿Has sabido algo?

El platino apretó la boca y negó secamente, dispuesto a cerrar la puerta en el acto para continuar en su aislamiento y poder lidiar con sus tormentosos pensamientos, pero la expresión agobiada de la chica logró detener sus movimientos, haciéndole ver que no era el único que lo estaba pasando especialmente mal ese día.

—¿La cara redonda y la rana tampoco responden? —Preguntó entonces, espabilando al pensar en la perspectiva que ella podría darle con sus contactos.

—No. He estado mandándoles mensajes a todos, pero ninguno ha revisado su móvil. —Respondió con mirada aplacada, a lo que el platino desvió la mirada frustrado. —También los he llamado, pero...

La voz de Mina se desvaneció mientras revisaba nuevamente su teléfono, logrando que él volviera a mirarla. Se notaba que estaba preocupada, pero ¿no lo estaban también todos los demás?; entonces, ¿por qué su inquietud le parecía diferente y al mismo tiempo tan familiar?

El rostro de Kirishima apareció en sus pensamientos en el acto, haciéndolo intuir el motivo por el que aquella sensación lo hacía sentir tan identificado. ¿Sería posible que...?

Lo que significa ser un héroe [Katsuki Bakugo x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora