Capítulo 20

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Recostado contra la pared de al lado de la habitación de Asuka, Bakugō esperaba impaciente a que la chica finalmente saliera, pues luego de que ambos hubieran entrado al edificio completamente empapados, acordaron cambiar sus ropas antes de sentarse a hablar. El rubio jamás hubiera podido mantener una conversación si tenía que esforzarse por no hacer contacto visual con el cuerpo de la oji ámbar, pues con la tela de su uniforme completamente pegada a su silueta y su camisa blanca ya casi transparente, se veía demasiado sexy como para poder concentrarse en algo más, máxime después de aquella cercanía que habían mantenido bajo la lluvia.

En medio de una sensación de ansiedad que no lograba aplacar, el joven héroe movía su pie con nerviosismo, tratando de controlar los turbios pensamientos que lo acechaban. Ella aún no había dicho que lo había perdonado, sólo había accedido a hablar con él, de ahí a que todo finalmente estuviese bien entre ellos, había un largo camino.

Apretando la mandíbula con fuerza, el platino se tomó el puente de la nariz y se gritó a sí mismo que todo estaba bien, que ella jamás hubiera correspondido sus besos de no ser porque había decidido darle otra oportunidad, le hubiera arreado otra bofetada antes que hacerlo creer que las cosas podrían arreglarse; además, lo había vuelto a llamar por su nombre, ¿no?. Eso era definitivamente un punto clave... aunque, claro, él prácticamente se lo había ordenado... pero... no sólo lo había hecho por eso, ¿verdad?. Ella no era de las que seguía órdenes... no hubiera accedido a hacerlo si no estuviera dispuesta a llamarlo así otra vez. Pero... ¿y si acaso ella pensaba que eso no tenía ninguna importancia? ¿Y si sólo lo había besado por puro y físico impulso? ¿Y si en verdad no era capaz de perdonar sus idioteces?

Tan atormentado estaba con sus oscuros pensamientos, que cuando la puerta de la habitación de Asuka finalmente se abrió, su cuerpo dio un salto y sintió cómo su corazón daba un vuelco al verla salir con paso lento, llenándolo de una ansiedad que lo hizo sentir enfermo. Maldita sea, qué pasaba con él? Debía verse patético.

—Bien, ¿dónde quieres que lo hagamos? —Soltó en tono tosco evadiendo la mirada de ella, sintiéndose como un completo cobarde.

—Vayamos al estudio. Allá nadie nos molestará. —Propuso la chica en voz baja, sintiéndose también un poco nerviosa por la situación.

Con un breve asentimiento, el chico emprendió el camino mientras metía las manos en los bolsillos del pantalón de algodón negro que se había puesto, asegurándose que Kiyama lo siguiera.

Joder, era terriblemente incómodo. Esa breve separación había vuelto a materializar la barrera que se había quebrado con sus besos, y el rubio apretó los puños frustrado al no saber cómo volver a romperla. ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil?

Atravesando la sala común para poder llegar a su destino, Bakugō chasqueó la lengua molesto al ver como varios de sus compañeros que se encontraban allí, se quedaban mirándolos de forma demasiado evidente y empezaban a cuchichear entre ellos, causando que su mal genio estallara de inmediato; pero justo cuando tomaba aire para soltar el insulto que ya tenía listo en la punta de la lengua, un nuevo trueno retumbó con fuerza cortando la luz de todo el edificio, haciendo que todos los jóvenes dieran un respingo de impresión y se distrajeran momentáneamente.

Aturdido, el chico frenó su andar de forma automática al no lograr ver nada, pero antes de que pudiera reaccionar, una delicada mano tomó la suya con fuerza y lo arrastró con apremio para sacarlo de ahí, provocando que su corazón diera un salto al sentir otra vez ese calor tan maravilloso que lo recorría cuando ella lo tocaba. No había nada igual.

Sin decir una palabra, ambos aspirantes a héroes apuraron el paso y entraron al estudio sigilosamente, dirigiéndose sin dudarlo hacia la chimenea para encenderla y darse algo de luz, y de paso, calentarse un poco, pues el frío que había empezado a sentirse con más intensidad, era más notable al ambos tener el cabello aún un poco húmedo.

Lo que significa ser un héroe [Katsuki Bakugo x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora