Capítulo 9

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—Qué te parece Asuka-chan, crees que estarás cómoda? —Preguntó la señora Bakugō mientras acomodaba algunas almohadas en el sofa-cama de la sala y situaba al lado dos mantas suaves.

—Sí, M-Mitsuki-sama, muchas gracias —Respondió la chica avergonzada, mirando el suelo en todo momento.

Luego de constantes insistencias por parte de la mayor, finalmente había logrado convencer a la joven de orbes dorados para que la llamara por su nombre, diciéndole que así ella también podría llamarla por el suyo.

—Vamos, vamos, no tienes nada de qué avergonzarte. Ambos están en una situación complicada, tarde o temprano algo incómodo iba a pasar —Comentó la rubia con condescendencia, acariciando de manera casual el cabello de su hijo, quien también tenía la mirada en el suelo —Ya no se preocupen, traten de tomar las cosas con calma.

Y es que era que, la otra cosa que ambos adolescentes habían estado temiendo durante el día, había sucedido sólo unos minutos después haber terminado la cena.

~~~

La comida había transcurrido sin más novedades, salvo con alguno que otro insulto por parte de Katsuki cuando algo lo incomodaba y los insistentes regaños de su madre para que se comportara. En determinado momento, el joven había recibido un mensaje de Kirishima preguntándole dónde se encontraba y cómo iban las cosas, a lo que el rubio respondió brevemente que estaban cenando en su casa y que no lo molestara, pues escribir con una sola mano era un jodido coñazo. Guardó su teléfono mientras todos se levantaban de la mesa luego de haber terminado de disfrutar el delicioso pastel de su madre y fue allí cuando ella lo llamó.

—Mmmm... Bakugō-kun... —Susurró la joven muy bajito, con obvia intención de no ser escuchada por nadie más.

—Qué pasa? —Preguntó él elevando su característica ceja mientras la observaba, sin poder ver la expresión de su rostro pues ella mantenía la mirada gacha.

—Mmmm... bueno es que... yo... eh... —Empezó a decir ella estremeciéndose levemente, extrañando al chico con su comportamiento. Y ahora qué pasaba?

—Suéltalo de una vez —Exigió él.

Ella lo miró entonces con el rostro colorado, provocando que un escalofrío le bajara por la columna de forma alarmante. Que coño...?

—Ne-necesito ir al baño...

•••

—Maldita sea... date prisa! —Apremió Katsuki en voz baja, con el rostro tan caliente que juraba podría prendérsele en llamas en cualquier momento.

Estaba afuera del baño de la cocina, que era el más pequeño y por lo tanto el más adecuado para la situación en la que ambos se encontraban, con el brazo extendido todo lo que podía y mirando en dirección contraría a la abertura de la puerta. Sabía que tarde o temprano esto tendría que ocurrir, pero igualmente había deseado con todas sus fuerzas que no fuera así.

Él había entrado primero, nada dispuesto a repetir aquel bochorno por segunda vez; pero ahora ella estaba tardando demasiado y a pesar de haberla apurado no respondía, impacientando al rubio y haciendo que se tomara el rostro con la mano libre preso de una increíble vergüenza. Cuándo iba a terminar esta tortura?

—Oye, qué es lo que pasa? —Preguntó él desesperado, deseando irse de allí lo más rápido posible.

—Ufff... es que... no... no puedo! —Dijo ella finalmente, con una voz tan agobiada que el joven no pudo evitar inquietarse.

—Qué? Qué es lo que no puedes? Ugh! Maldita sea! Te juro que voy a matar a ese enano de mierda cuando lo vuelva a ver! —Soltó Bakugō enfurecido, maldiciendo a Mineta por haberlos puesto en esa mierda de situación.

Lo que significa ser un héroe [Katsuki Bakugo x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora