El ambiente dentro del salón de clase 1-A era el usual de todas las mañanas. Las conversaciones alegres inundaban el lugar mientras los alumnos esperaban a que su maestro apareciera por la puerta, sabedores de que en cuanto llegara tendrían que dejar de cotillear en el acto.
—¿Cómo va tu castigo, Kirishima? —Preguntaba Denki en ese instante, sentando sobre la mesa de su pupitre frente a su compañero.
—Pesado. —Respondió el peli rojo sosteniendo su nuca con gesto agotado, cerrando sus ojos después. —Aizawa-sensei está siendo muy severo. No sé cómo lo hace, pero aparece de la nada siempre que estoy descansando. —Suspiró largamente. —Ojalá Bakugō regrese pronto para que me haga compañía.
—¿Cuándo nos vas a decir por qué los castigaron? —Intervino Sero elevando una ceja, quien escuchando atento la conversación de sus amigos, miraba a Eijiro con ojos inquisidores. —No entiendo a qué viene tanto misterio.
En ese instante, una joven de cabello rosa elevó la vista y empezó a prestar atención a la conversación.
—Nunca. Ya se los dije, no es asunto suyo. —Contestó el oji rojo con una sonrisa cansada, sabiendo que revelar el motivo sólo le traería más problemas a Bakugō y Kiyama. Además, se había prometido proteger a la albina, ella había sido extremadamente amable con él.
—¿Bueno, pero al menos sabes a dónde lo envió el sensei? —Inquirió Denki luego de que el peli negro empequeñeciera los ojos, pues nadie sabía exactamente en dónde se encontraba el rubio recuperándose de su resfriado.
—Está en casa con sus padres. —Reveló Eijiro, pensando en que no había nada de malo en que les contara aquello. —Anteayer le envié un mensaje por what's on y me lo dijo.
—Recovery Girl ya volvió, podría atenderlo aquí. —Hizo ver el héroe eléctrico, echando ahora una ojeada por el salón. —Y hablando de eso, ¿dónde está Kiyama? Supe que también había enfermado.
Ninguno de sus compañeros pudo dar una respuesta acertada, pero segundos después la puerta del salón de clases se abrió rápidamente haciendo que todos los estudiantes se materializaran en sus asientos en completo silencio, respondiendo inmediatamente después a la pregunta que acababa de hacer el aspirante a héroe.
—Vayan a sus puestos. Y no lo olviden, los veré en cuanto suene la campana. —Decía Aizawa mientras entraba al aula, y acto seguido aparecieron Katsuki y Asuka caminando tras él.
Ambos chicos fueron recibidos con grandes sonrisas de sus compañeros, a quienes la peli blanca devolvió el gesto con un ademán su mano y el rubio chasqueó la lengua sin mirar a nadie en particular, al parecer muy molesto con algo; aunque bueno, ese podría ser su estado natural.
—¡Bienvenida de nuevo, Asuka-chan! —Dijo Hagakure emocionada cuando su amiga se sentó a su lado, al parecer juntando sus manos con alegría. —¡Qué bueno que te sientes mejor!
—Muchas gracias, Toru-chan. —Respondió la albina con una gran sonrisa, pero no pudo agregar nada más pues Aizawa dio inicio a la clase inmediatamente.
La lección del día empezó a transcurrir con total normalidad, excepto porque Mina, al haber estado atenta a lo que Kirishima había dicho, no paraba de fantasear con teorías cada vez más románticas sobre la ausencia convenientemente coordinada de Asuka y Bakugō durante aquellos dos días.
—Tsuyu-chan, ¡¡¡Tsuyu-chan!!! Dime que no soy la única que está pensando en que ambos pasaron el fin de semana juntos. —Murmuró echándose hacia atrás en su silla, aprovechando un breve momento en que su sensei escribía algo en el tablero.
—¿Gero? —Soltó la peli verde ladeando su cabeza y poniendo un dedo sobre su mejilla.
—¡Me refiero a Bakugō y Asuka-chan! —Aclaró la peli rosa exasperada, echándole una mirada a su amiga y luego al rubio. —¿No te parece muy extraño que ambos no estuvieran presentes precisamente los mismos días y ahora lleguen al mismo tiempo?
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Lo que significa ser un héroe [Katsuki Bakugo x OC]
Fiksi PenggemarNo le gustaba nada que ella tuviera tal control sobre él. Que fuera dueña ahora de sus pensamientos y le impidiera concentrarse claramente en sus objetivos. Que lo hiciera sentir de esa forma tan cálida y lo avergonzara de sus torpes acciones, pensa...