Lo que significa ser un héroe [Katsuki Bakugo x OC]

Capítulo 29

Seguido por todos sus compañeros de la clase A, Bakugō corría veloz hacia el edificio de la Heights Alliance con Asuka firmemente sujeta contra su pecho, teniendo su mente dividida entre la urgencia por conseguir algo para hacerla entrar en calor y el deseo de ir a matar a Tokoyami.

—¿Está herida? —Oyó que le preguntaba Kirishima mientras corría a su lado, haciéndolo dirigir sus ojos a él.

—No sé. —Respondió con sensatez, pues no tenía ni idea de si algo había pasado en el interior de Dark Shadow.

—Asuka-chan, ¿te encuentras bien? —Inquirió Ashido llegando por el otro lado, observando preocupada la expresión de la peli blanca.

Pero ella no la escuchaba, estaba tan perdida en su mente que le era imposible ser consciente de nada, lo único que podía percibir con levedad eran los fuertes brazos que la sujetaban con intensidad, los cuales la mantenían anclada a la realidad evitando que colapsara.

—Kacchan, no podemos ir adentro aún. Es peligroso. —Apuntó Midoriya desde atrás, seguido de cerca por Uraraka e Iida. —Podrían presentarse réplicas y...

—¡Cierra la boca, Deku! El maldito temblor ya se detuvo. —Espetó el platino irritado, sin admitir abiertamente que el peli verde podía tener razón.

Pero cuando estaban ya muy cerca de la entrada, cinco figuras que también corrían salieron al exterior con apremio, haciendo que todos los presentes se detuvieran en seco.

—Manténganse todos afuera. —Ordenó Aizawa a todos sus estudiantes, seguido de cerca por Todoroki, Yaoyorozu, Kaminari y Jiro.

—Cielos, ¿qué sucedió? —Preguntó Kirishima con las cejas elevadas al igual que muchos, observando alarmados las condiciones de sus cuatro compañeros.

El héroe de hielo y fuego cargaba en brazos a Yao-Momo, quien sonrojada hasta las orejas, sostenía sus manos juntas contra su pecho evitando hacer movimiento alguno; y Denki, acalorado e inquieto dando muestras de nerviosismo, cargaba en su espalda a una inconsciente Kyoka, quien con los brazos y piernas lánguidos, recostaba su cabeza sobre el hombro derecho del rubio.

Mina casi sufre un paro cardíaco por tanta emoción contenida.

—Es una larga historia. —Respondió Shōto con su habitual calma, haciendo que la morena cerrara sus ojos con fuerza y se estremeciera avergonzada. —Veo que ustedes también tienen una. —Agregó el bicolor mientras observaba a Bakugō y a Kiyama, y más atrás, a Mezo y Asui.

—¡No tenemos tiempo para perder en idioteces! —Rugió Katsuki irritado.

—Reúnanse en un grupo cerca de los árboles. —Ordenó pues Aizawa observando con el ceño fruncido de preocupación a la joven águila y la chica rana, tratando de pensar en qué rayos estaba pasando. —Todoroki, haz una fogata para que todos puedan calentarse un poco.

El de ojos dispares asintió sin titubear y el delegado de la clase se ofreció de inmediato para traer leña, corriendo en dirección a los árboles seguido automáticamente por Midoriya y Mashirao.

—Bakugō, Shoji ¿qué ocurrió? —Cuestionó el sensei acercándose a sus dos alumnos, empezando a sentir una fuerte sospecha en su interior.

El relato de los dos aludidos fue un contraste demasiado llamativo, pues el rubio daba alaridos y gruñidos sin control y el de seis brazos intervenía con frases cortas y voz baja, dando sólo pequeñas muestras de molestia cuando el héroe explosivo insultaba a Fumikage. La expresión del adulto se fue volviendo cada vez más dura conforme transcurría la historia, reparando en el estado sombrío de su alumna peli blanca concluyendo en que algo no le cuadraba del todo con aquella situación. No estaba totalmente convencido de que las circunstancias en que se encontraban fuera cuestión del azar.