Capítulo 44

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—Esto en verdad debe ser una broma. —Comentó Neito con su sonrisa sardónica más pronunciada que nunca, mientras una confusa Kendo se fijaba en su atención para luego blanquear los ojos.

Bakugō y Kiyama estaban de pie algunos metros más allá de ellos, conversando en susurros mientras algunos de compañeros de clase los miraban con sonrisas cómplices. La albina reía levemente estando de puntitas para alcanzar el oído del rubio, a lo que este se inclinaba hacia ella con la mirada más tranquila que había tenido nunca.

—Monoma, no entiendo por qué estás tan encaprichado con ese tema. —Comentó la pelirroja haciendo un gesto con su mano. —Bakugō y Kiyama-san están saliendo desde hace algunos meses. No había que ser un genio para darse cuenta.

Las clases A y B se encontraban esperando a que el ejercicio destinado para ese día diera inicio. Todos llevaban sus trajes de héroes, evidenciando que un entrenamiento de lucha tendría lugar; sólo estaban a la espera de que sus maestros les dieran las indicaciones a seguir. Sin embargo, el héroe copia había centrado su atención en la pareja desde hacía algunos minutos.

—Es que no tiene ningún sentido. Esa chica tan dulce y amable no puede ser novia de alguien tan ególatra, petulante, soez, caprichoso, irascible...

—Ok, ya entendí. No te agrada para nada Bakugō. Pero sigues sin responder a mi pregunta. ¿Por qué sigues tan encaprichado con ese tema? —Repitió la peli roja. —No es tu asunto. Es de ellos.

El de ojos índigo no pudo refutar absolutamente nada ante esa lógica y decidió apartar la vista molesto, haciendo pensar a Kendo que por fin lo dejaría estar, sin embargo, pensamientos teñidos de malicia continuaron rondando la mente del rubio hasta que el ejercicio de la clase finalmente dio inicio.

•••

La tercera pelea del encuentro entre clases había llegado a su fin, por lo que el equipo de Bakugō, que estaba conformado por Jiro, Hanta y Kiyama, empezó a prepararse para su encuentro.

El entrenamiento por equipos que habían planteado sus maestros había dado pie a que cada aspirante a héroe hiciera gala de su poder demostrando su evolución a lo largo de todo el año escolar, dando como resultado hasta el momento la primera victoria para la clase A, la segunda para la clase B, y la tercera como un empate.

Recordando las partes de cada encuentro que más había llamado su atención, Asuka empezó a realizar estiramientos previos para calentar su cuerpo, pues a pesar de que su traje de heroína contaba ahora con una larga capa térmica color lila con acabados en forma de alas que la protegía del frío, este aún agarrotaba un poco sus músculos y le generaba esa sensación de malestar producto del trauma de su pasado. Su esbelto cuerpo perfecto para volar dificultaba su conservación del calor en invierno, por lo que fijando toda su atención en los ejercicios, se propuso no estar en desventaja ni perjudicar a su equipo de modo alguno.

Concentrada en su tarea, se perdió en sus pensamientos mientras Bakugō empezaba a dar "instrucciones" a sus compañeros.

—Escuchen, perdedores. Ustedes síganme. —Espetó con rudeza, mirándolos con toda la seriedad del mundo.

—Sé más amable. —Pidió Kyoka con cansancio, empezando a recordar el por qué hacer equipo con Bakugō no era de su especial ilusión a pesar de ser uno de los elementos más fuertes de toda la clase A.

—Y no somos perdedores. —Agregó Hanta elevando una ceja, recordando de repente su experiencia en el festival deportivo. —Pensaba que te calmarías un poco teniendo en cuenta que Kiyama-san es parte del equipo esta vez, pero veo que no has cambiado para nada.

—Se los digo a ustedes dos, extras. —Aclaró el rubio dando a Asuka un leve toque en la espalda, sacándola de su ensimismamiento al instante. —Ella entrena conmigo. Sé perfectamente lo que es capaz de hacer.

Lo que significa ser un héroe [Katsuki Bakugo x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora