La cara de Zavriil ardía roja de vergüenza mientras arrastraba al chico que aún mantenía una sonrisa boba en su rostro, ignorando la suciedad y sangre que manchaban sus ropas, bastas, ásperas y de tejidos densos en contra a toda la moda de la ciudad cúpula. Los pasos resonaron por el pasillo, blanco y silencioso, que recorrían mucho más rápido de lo que el joven lo había cruzado un corto tiempo antes de camino a la reunión.
—¿Cómo diablos se te ocurre...? ¿Y porque vas lleno de sangre? ¿Estás herido...? ¿Ha pasado algo en...?— Zavriil no acababa de plantear toda la retahíla de preguntas que cruzaban su mente en milésimas de segundo mientras el otro chico lo miraba con su sonrisa simple y despreocupada, sin importarle su apariencia o integridad física.
El chico, más joven que Zavriil aun en su adolescencia tardía, contrastaba con el muchacho elegante e imponente que era su hermano mayor. En contraste al físico delicado pero cuidado del mayor, con el pelo oscuro perfectamente rasurado y peinado, la barba afeitada a la perfección, los elegantes adornos dorados que se colocaban en perfecta posición engarzados tras la sien, los ojos duros y fríos y las manos delgadas y sinuosas, el recién llegado tenía el pelo castaño ondulado que le caía como mechones aleatorios sobre el rostro y el cuello, la barbilla presentaba pelos de diferente longitud a modo un inicio de perilla sin recortar, el polvo manchaba su cara acentuando ojeras de varios días sin descansar y sus manos eran fuertes y nudosas con callos marcados por el trabajo manual. Sin embargo también eran notablemente parecidos, la mandíbula bien marcada, hombros anchos, el iris tintado de un fuerte azul oscuro y la piel acanelada con alguna pequeña marca de pecas sobre sus pómulos.
—Zav, lo hemos encontrado algo— dijo al principio como un gallo con la voz seca Eithan mientras tropezaba con sus propios pies al paso de su hermano— Hemos encontrado algo, un yacimiento.— dijo de nuevo el chico más firme de voz.
El paso de Zavriil se redujo, permitiendo al chico andar más cómodo en su postura relajada y dando zancadas más sueltas y relajadas para ponerse ambos a la misma altura. El mayor de los dos hombres abría levemente los labios buscando las palabras en su mente, mientras miraba al muchacho menor con los ojos desorbitados sin poder parpadear siquiera.
—Al este de la ciudad, donde los drones de Prom trabajaba escaneando con ultrasonidos en busca de cavidades.— Continuó Eithan ante la atónita mirada de Zav— Un yacimiento horizontal y hueco. Puede que un edificio sepultado o un subterráneo. Hubo un pequeño derrumbe al abrir la roca para llegar hasta él y ha habido algunos heridos leves, pero lo hemos conseguido dentro del tiempo. Lo hemos conseguido Zav.— concluyó el muchacho con los ojos brillantes bajo el polvo y las marcas violáceas de noches en vigilia.
En respuesta el otro muchacho miró hacia su espalda, a la asamblea que aún continuaba reunida, probablemente con la señorita Asmodei dando un largo y presuntuoso discurso sobre el deber y el futuro. Esa mujer es demasiado vanidosa para su bien, pensó él, pero su presuntuosidad me acaba de dar el tiempo para volver a restaurar el daño que yo mismo acabo de hacer al salir corriendo y de salir victorioso. Y regresó hacia la gran puerta blanca una vez más
Unas horas más tarde se encontraba frente a una de las salidas de la cúpula que cubría Tiresia por completo. De cerca las paredes del domo eran imponentes, formadas por gigantescas piezas poligonales encajaban como un puzle de un par de metros de grosor, que mantenían su posición, inmutables a las condiciones externas que arreciaban contra la seguridad de toda la ciudad. El puesto de control asentado frente a una de las muchas puertas en la semiesfera estaba transitado y vigilado por fuerzas de seguridad, algunas (las que menos) fuerzas de la propia ciudad, otras más abundantes pertenecían a las legiones de Mirmidonnia, que se lucraban de las arcas de la metrópoli a cambio de sus matones armados con tecnología militar hasta los dientes. Por supuesto también había una zona habilitada para los trabajadores de Prom, que se habían desplazado hasta Tiresia para colaborar en el proyecto de la casa Nóctina.
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[Nilsa #1.] Ciudad de Pandora
Science FictionEn un mundo post-apocalíptico, Nilsa es una joven buscadora de palabras, obsesionada con descubrir los secretos del pasado que llevaron a la caída de la civilización. En su camino, su destino se cruzará con el de Zavriil, un poderoso joven de una ci...