En el camino se cruzaron de nuevo con el 4x4 abollado y otros vehículos que formaron una fuerza de escolta entorno a la moto. Al llegar a los límites de la ciudad le dieron la opción de irse a casa, pero Nilsa pensó que podría ser una forma de localizarla, por lo que decidió acompañarlos hasta su base en un único viaje. La condición para esto fue vendarle los ojos durante el trayecto y que fuera en uno de los otros vehículos, donde dos hombres armados se sentarían a su lado como precaución. Nilsa accedió.
Una vez llegaron le quitaron la venda. Se encontraban en un espacio que transmitía sensación de liminalidad. Paredes blancas. Grandes vigas de hormigón y nada entre medias. Solo los vehículos de la expedición de Arai, la cual llegó en su moto poco después, desde otro lugar diferente al que debían haber usado ellos para ingresar al hangar.
Se acercó a ellos y le ofreció a Nilsa seguirla. Subieron por unas escaleras hasta otra planta del complejo mientras explicaba quiénes eran y qué hacían.
—Como puedes ver no somos un grupo de operaciones novato, pero al margen de lo que puedas pensar somos terriblemente pequeños en comparación a cualquier organización ahí afuera. Somos la versión algo más profesional de lo que en otros lugares llaman resistencia o guerrilla. Nuestro fin es simple, proteger a las personas de esas otras organizaciones mucho más grandes, esas que, como te comenté antes, harían un trabajo sucio contigo si supieran en donde has estado hoy. — dijo mientras caminaban por salas con varias personas frente a pantallas donde se escribían datos y se reproducían imágenes remotas y de cámaras de seguridad
—¿Qué tiene ese lugar para que me pusiera en peligro? ¿Y cómo supisteis que estaría allí? — preguntó Nilsa mientras recordaba los archivos y la bestia del laboratorio.
—Bueno, de eso no estamos tan seguros. Nosotros estábamos allí siguiendo una pista que no creemos que tenga que ver contigo. — respondió resignada Arai — Nuestra pista era sobre una de esas organizaciones grandes de las que te hablaba antes, parecían estar interesados en algún tipo de información oculta en aquellas instalaciones y pensamos que podríamos adelantarnos a sus esfuerzos. Que llegásemos a tiempo para salvarte fue una suerte. —se encogió de hombros.
La posibilidad, confirmada ahora, de su muerte horas antes, sola y en medio de ningún lugar le produjo sudores fríos a Nilsa, pero apretó los puños y continuó preguntando.
—Esa cosa que me atacó, ¿era también una casualidad? Dijiste que era la primera vez que yo veía uno de esos lo que implica que vosotros debéis de estar acostumbrados. — apuntó acusante— ¿Qué se supone que era?
Arai suspiró y pasó una de sus manos por la trenza rubia, colocándola sobre su hombro. Habían llegado al final de la sala de los ordenadores y la mujer estaba parada frente a una puerta.
—Supongo que sí. Es algo complicado ese tema y estoy bastante pillada de manos y pies, por muy buena impresión que me des aún eres un elemento imprevisible. Vas a tener que conformarte con una explicación bastante vaga. — continuó manoseando el pelo— Los seres vivos son lo que son por muchos motivos; Hormonas, entorno, clima, relación con otros seres... Cuando el ser humano tuvo el poder para ello manipuló su entorno; Al inicio aprendió a conseguir alimento sin moverse de su hogar y fundó la agricultura, después domesticó animales y fundó la ganadería. Estas habilidades crecieron, modificaron el terreno y construyeron ciudades, modificaron los animales y los cultivos, mediante selección y luego... Luego no sabemos que pasó. Pero nuestras acciones y los logros que nos permiten seguir hacia delante como especie siempre han tenido impacto en la Tierra. Lo que viste allí atrás es el impacto definitivo de nuestra existencia, y paradójicamente un arma para acabar con los nuestros.
Nilsa entornó los ojos. Quería procesar lo que Arai le estaba contando, pero no terminaba de comprenderlo. Pensó en lo que sí comprendía, las historias. En los relatos antiguos de Iñigo, a veces aparecía el concepto de la venganza por parte de la naturaleza contra los hombres que la intentaban controlar por motivos egoístas, pero aquellas historias no eran un reflejo de la realidad, como no lo eran los hombres con cabeza de animal o los dioses que cambiaban de forma para caminar entre los hombres. Sin embargo, aquella bestia si era real y su aspecto bien podría haberlo inspirado una de aquellas historias. El ciclo se cerraba y Nilsa asintió creyendo que, posiblemente, acababa de comprender algo nuevo.
—Detrás de estas puertas se encuentran las personas que pueden darte alguna respuesta., espero que con eso te baste y que sigas a nuestro lado. — continuó Arai— Dime, ¿Cómo te llamas, niña?
—Nilsa. — dijo ella en un hilo de voz, con la lengua seca por la expectación.
—Que las acciones te guíen a nuevas palabras, Nilsa— dijo Arai, citando un viejo refrán del gremio de buscadores de palabras, al tiempo que se apartaba de la puerta para dejar que Nilsa entrase en la sala donde debía encontrarse con sus superiores.
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[Nilsa #1.] Ciudad de Pandora
Science FictionEn un mundo post-apocalíptico, Nilsa es una joven buscadora de palabras, obsesionada con descubrir los secretos del pasado que llevaron a la caída de la civilización. En su camino, su destino se cruzará con el de Zavriil, un poderoso joven de una ci...