No pasaron ni dos días cuando Solem le dio otra carta que habían dejado allí a nombre de Nilsa. Punto de encuentro número dos, luna nueva. Nilsa no necesitó el mapa, ya se había aprendido las localizaciones, pero era la primera vez que iba en persona, no quería levantar sospechas visitando cada localización durante su aprendizaje.
Se presentó en unos veinte minutos desde que recibió la carta. La habían dejado con antelación así que no sabía si alguien la estaría esperando, pero allí, en la puerta, estaba Nirva.
—Pero si ha llegado la cara bonita— dijo la mujer con su particular sonrisa— Y en menos tiempo del que esperaba, felicitaciones.
Nilsa la miró extrañada. La carta no indicaba hora.
— Te he vigilado por si te perdías— indicó Nirva encogiéndose de hombros— ¿Lista para el tour?
Nirva abrió la puerta en respuesta al gesto de la cabeza que asentía de Nilsa, acompañando la acción de un movimiento de brazo teatral que indicaba a la joven a pasar primero.
—¿Te ha comido la lengua el gato? — preguntó Nirva, sobresaltando a Nilsa al entrar, que no esperaba esa interacción en aquel momento— Por como te habían descrito pensaba que hablarías más ¿Sabes? — la pregunta la hizo acercándose a su oído desde la espalda, provocando un escalofrío y un espasmo que Nilsa no fue capaz de ocultar. En respuesta la mujer alta se rio con una carcajada de hiena— Tienes cara de querer hacer preguntas, no te cortes.
—¿Qué me vas a enseñar hoy? Ya me he aprendido las ubicaciones y no me parece que necesite una niñera para hacer lo que he hecho hasta ahora. Algo habrá que tenga que aprender entonces— respondió, soltando sus pensamientos de golpe, como si la muralla que los protegía hubiera sido derribada de golpe.
—Hoy te enseñaré como trabajamos cuando no estamos salvando exploradores de osos mutantes asesinos— dijo mientras hacía gestos de pistolas con las manos. No siguió con el tema, pero era obvio que el primer contacto de Nilsa con la rebelión había corrido como la pólvora. Siguió adentrándose en las instalaciones, un sótano reformado lleno de ordenadores como la sala grande del cuartel general — Seguramente ya conozcas este ambiente, es donde el trabajo de logística se lleva a cabo. Contraste de rumores, hackeo de servidores de información privado e incluso la parte de crear narrativa sobre nuestras operaciones para ocultar el rastro que a veces queda tras nuestro paso. Tú no trabajaras aquí, pero tendrás que saber como solicitar su ayuda o como informarles de lo que hagamos fuera, incluso si solo eres colaboradora.
Nilsa asintió, comprendiendo las palabras de Nirvana, que siguió explicando diferentes procesos de comunicación entre los equipos de campo y los puntos de contacto. A Nilsa le sorprendió la claridad y paciencia que le dedicaba la mujer a la explicación, con una actitud relajada y la información bien detallada, pero al grano, en contraste a la personalidad extravagante y ligeramente maliciosa que había demostrado anteriormente.
La explicación se alargó durante algo más de tres cuartos de hora, mientras revisaban y hacían ejemplos prácticos de las actividades y conocimientos que debía dominar Nilsa. Cuando hubieron acabado, Nirva se estiró como de costumbre, con su aura felina y preguntó:
—¿Alguna cosa que no haya quedado clara? — ante la negativa de Nilsa continuó— Entonces, vámonos, te enseñaré en donde quedaremos mañana y podemos disfrutar de la compañía mutua un poco más.
Lo dijo recuperando su sonrisa ladeada y sus ojos entornados que se clavaban justo en los secretos del corazón, o eso le pareció sentir a su nueva alumna y compañera.
—Bien, ahora que estamos fuera del curro puedes hacer preguntas mas personales— dijo Nirva internándose en la calle frente al segundo punto de control— La dirección de mi casa, por ejemplo. — añadió con una sonrisa que mostraba sus dientes.
Nilsa se sonrojo levemente, pero empezaba a acostumbrarse a aquellas insinuaciones. No sabía si tomárselas en serio, pero la actitud de Nirva sobre ellas le tranquilizaba, para la otra mujer era algo natural por lo que simplemente podía dejarlas pasar y no ocurriría nada.
—¿Porqué La Noche Cerrada? — preguntó Nilsa, haciendo referencia al nombre de la organización rebelde.
Nirva la miró de reojo desde las alturas, levantando una ceja y reflejando una ligera sorpresa en el rostro.
—Pensaba que había dicho que podemos pasar a preguntas más personales y estoy segura de que eso tiene que ver con el curro.
Nilsa solo respondió encogiéndose de hombros y la mujer cedió.
—No soy quien, para responderte. El nombre fue idea de Qadir por alguna broma interna que tuviera con Tamayka.
Tan pronto como Nirva terminó la frase, la mente de ambas mujeres se puso en marcha. Por el rostro de Nilsa se reflejó un brillo de curiosidad y satisfacción por el desliz en la lengua de su nueva compañera. En el de Nirva se reflejó el arrepentimiento por hablar de más.
—¿Quién es Qadir...?
Nilsa no tuvo tiempo de terminar la frase. Nirva se colocó rápidamente frente a ella con una mano extendida.
—No debí haber hablado de Qadir. Ni se te ocurra preguntarle a Tamayka, es un tema delicado ahora mismo— Le cortó Nirva con el rostro ensombrecido, retirando la mirada que revoloteaba hacia algún punto donde posarla— Venga, ya casi hemos llegado. Después puedo invitarte a algún coctel, si me dejas. — concluyó cambiando radicalmente de tema y expresión a una más relajada y similar a la que solía mostrar.
Continuaron hablando como si aquello no hubiese pasado. A Nirva le gustaba halar de sí misma, estaba orgullosa de sus logros y aventuras, dejando caer algún que otro coqueteo en el camino, como ya iba siendo costumbre. Finalmente llegaron al que sería su punto de encuentro para el día siguiente. Tan solo un punto concreto en una calle de tantas en Pandora.
Aquel fue el inicio de una temporada de aprendizaje. Diariamente acordaban un lugar o Nilsa recibía una nota que la citaba en un punto, luego Nirva le enseñaba algo nuevo sobre el funcionamiento de la organización, en ocasiones incluso la ponía a prueba y necesitaba utilizar recursos de la misma para encontrar el siguiente punto donde contactarían las dos mujeres.
Durante aquel tiempo, los servidores de Nilsa no encontraron ningún rastro de posibles culpables o relacionados con el caso de Dicei. Fey continuó su investigación, pero Nilsa evitó pasar recurrentemente por su tienda, cuanto más conocía de La Noche Cerrada más confiaba en ellos, pero también era consciente de que tenían recursos de sobra para inmiscuirse en esa investigación y aún no quería poner todos los huevos en la misma cesta.
Tras algún tiempo, al finalizar la rutina de entrenamiento y aprendizaje, Nirva le dio la noticia.
—Bien, mañana abrígate bien, nos vamos de excursión y no quiero que te pongas enferma. Pero si ocurre puedo darte yo misma los cuidados que necesites.
Nilsa ignoró la última insinuación, a esas alturas ya era algo normal. Pero se emocionó con la idea de salir de Pandora. No había salido desde su primer encuentro con Arai.
—¿Eso significa que estoy suficientemente dentro? —respondió la joven, con toda la intención de devolver amistosamente la insinuación a su compañera— ¿A dónde iremos?
—Vas aprendiendo— la felicitó Nirva antes de responder a su pregunta— Eso te lo contaré cuando nos vayamos. De momento asegúrate de ir bien preparada y dejarle tu mascota a alguien, puede que estemos algún tiempo fuera. — añadió señalando con el mentón a Dragda tumbado sobre los hombros de la joven, que ahora la acompañaba en su rutina con la otra mujer.
—Bien, espero que valga la pena porque ya me estaba cansando de dar vueltas por la ciudad— respondió Nilsa con una sonrisa de oreja a oreja y la emoción subiendo por su cuerpo como una corriente eléctrica.
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[Nilsa #1.] Ciudad de Pandora
Ciencia FicciónEn un mundo post-apocalíptico, Nilsa es una joven buscadora de palabras, obsesionada con descubrir los secretos del pasado que llevaron a la caída de la civilización. En su camino, su destino se cruzará con el de Zavriil, un poderoso joven de una ci...