Mientras continuaba comiendo la sopa de su hermano pensó, ahora tenía una pista sobre quien era la persona o personas tras bambalinas, pero el nuevo misterio aparecía ante sus ojos. ¿Qué relación guardaba su difunto padre con una amenaza en el hogar de una casa mercantil que justo después había explotado?
Miró a su hermano. El cambio de actitud en Zavriil le había relajado la expresión tensa que guardaba todo el rato desde que lo recogió del puesto de guardia. Ahora que había pasado se daba cuenta, incluso con su sonrisa y esperanza, guardaba el nerviosismo que le causaba su estado. Entonces decidió que no podía involucrarlo, debía mantener a Eithan al margen de su nueva causa. Mientras la resolución brillaba una vez más en su mirada, un nuevo fuego se prendía en su interior, una sensación antigua, que le había acompañado mucho tiempo, algo que él tampoco había heredado de sus padres, el ansia de llevar justicia por su mano.
—No te preocupes por el símbolo— le dijo a su hermano pequeño— solo me ha resultado curioso. Hablando de arqueología, ¿cómo va el tema del yacimiento? — dijo cambiando el tema, para preparar la conversación a una que debía tener tarde o temprano.
—Oh, ha ido muy bien. Hemos bajado hasta un nivel bastante profundo y hay muchas posibilidades de que encontremos restos humanos. Pero es una pena, creo que todo se va directo a Prom ahora que no controlamos el proyecto. — dijo bajando el todo conforme hablaba y se daba cuenta por donde debía pasar la conversación.
—Bueno, Háthor fue muy razonable en la reunión, estoy seguro de que podremos seguir adelante— respondió Zavriil como si el fracaso en la negociación por mantener la dirección del proyecto no tuviese más importancia.
—Pero el atentado... Zav, he oído que ella está muy grave. — dijo su hermano. Háthor no había muerto como Zavriil creyó al principio. Cuando el guardia habló con ellos después del atentado ni siquiera lo procesó, pero más tarde Eithan se lo había recordado al llegar a aquella casa. El shock de Zavriil no había desaparecido al momento, pero le ayudó lo suficiente a ponerse en movimiento. Desde entonces había estado intentando recordar todo lo posible, hasta que el descubrimiento en el libro de su padre había completado las piezas para hacerlo funcionar de nuevo.
—Ella es fuerte, no te preocupes. Saldrá adelante para recordarme que es una maldita belleza— dijo Zav con seguridad en sus palabras y una sensación de presión sobre su pecho. — El trato te proponía para un puesto en Prom, siguiendo de cerca la investigación, creí que te gustaría saberlo.
El más joven de los dos hombres casi se atraganta con el caldo de la comida al escuchar la información, puede que también por oír a su hermano mayor llamar belleza a una mujer que hasta hace poco trataba con tanta frialdad. Sus ojos brillaron por un momento, tentados, pero rápidamente se dio cuenta de las implicaciones y se tornaron duros.
—No me iré, somos lo que tenemos de familia. Me niego a cruzar un continente, aunque sea para seguir mi sueño, si significa que tengo que dejarte aquí solo. —Las palabras eran firmes, se notaba como el joven estaba abandonando su resolución científica por su familia, pero Zavriil sabía que esa ambición y curiosidad eran demasiado fuertes, no porque sus sentimientos de fraternidad fueran débiles, pero el legado de su padre era lo bastante grande para que Eithan acabara donde Zav quería.
—Vamos, que ya no eres un crio. Estarás bien sólo. — dijo jocoso Zavriil para darle la vuelta al argumento. — ¿Es que te da miedo estar sin tu hermano mayor?
—No, no es eso lo que quiero decir. Sólo qué, ¿estarás bien tu sólo? Después de lo de la Aguja de los Asmodei estoy preocupado. — dijo Eithan cediendo poco a poco al don de convicción de su hermano.
—Claro que sí, ya no presido la corte. Lo de Háthor seguramente fuera por eso, así que yo estoy a salvo por bastante tiempo hasta que me vuelva a tocar. Tú por tú parte ¿qué harás si te quedas aquí y fuera de la investigación? ¿Volverás a leerte los libros de papá? — apuntó señalando con la cabeza al libro que seguía en la mesa— Si seguramente ya te los sepas de memoria.
Su hermano parecía ahora más convencido. Sin él en la ciudad no debía temer por su seguridad mientras Zav hacía cosas cuanto menos cuestionables. Llegaría hasta el final de la cuestión y aclararía por fin ese largo número de incógnitas que intentaban atormentarlo, empezando por el símbolo que estaba tanto en el ascensor como en el libro de su padre.
—Bueno, pero no hagas locuras Zav— concluyó Eithan cediendo de manera definitiva— Si me voy es porque papá querría saber hasta dónde podemos descubrir sobre nuestro pasado. Pero recuerda siempre que nos tenemos el uno al otro.
Zavriil asintió, era todo cierto. Pero su padre parecía estar involucrado con algo más y ese sería su nuevo objetivo. Releería los libros de su padre y volvería a sacar todo lo que había reunido, después de quedarse huérfanos, sobre su muerte. Al final encontraría alguna relación. Otra pista sería la familia Asmodei, el objetivo del atentado y antiguos rivales amistosos de su familia. Un engranaje tras otro comenzaba a funcionar para comenzar su nueva búsqueda.
—Pero antes deberías hacer algo con esas pintas— le recordó su hermano, sacándolo del proceso mental— no puede ser que el señor Zavriil Nóctina vaya así vestido, manchado de suciedad y sangre ¿verdad? — añadió con una sonrisa socarrona.
—Claro, además debería dormir un poco. El día ha sido extremadamente largo— respondió el joven aristócrata, echando los hombros hacia delante por el cansancio acumulado.
Entonces se levantó y se dirigió a la ducha para quitarse el polvo del derrumbe y la sangre de sus heridas. La sala era sencilla, pequeña y con la pared cubierta por placas de cerámica blanca que evitaban que la humedad permease a través de la superficie de hormigón. La luz era tenue y difusa, con un tono amarillento, que hacía que las cicatrices y heridas parecieran menos marcadas en su piel morena, mientras el agua resbalaba por su cuerpo. El repiqueteo de las gotas de agua contra la cortina de polímero que separaba la zona de ducha del resto de la habitación se convirtió en un sonido hipnótico mientras el cansancio abandonaba el cuerpo del joven. La mezcolanza sanguinolenta de materiales que caían junto al agua se perdía en espirales por el desagüe y con ellos también algunas de las preocupaciones de Zavriil.
Cuando hubo acabado de aclararse y limpiarse el cuerpo, se miró al espejo. Vio que su pelo estaba volviendo a crecer, como una bola de terciopelo, desordenada por la humedad. Cogió una cuchilla larga y afilada del tocador y volvió a raparse la nuca y los laterales de la cabeza, dejando solo algo de pelo sobre la cabeza, un pequeño cambio estético respecto a su usual rapado completo. Después terminó de secarse el cuerpo con una toalla, se vistió con ropa interior limpia y se colocó la bata con la que salió del aseo, camino a una cama pequeña pero cómoda que lo esperaba en una habitación doble en donde ambos hermanos dormían cuando iban a su hogar. Oyó a su hermano aun en la cocina limpiando los utensilios de cocina.
El sueño no tardó en llegar. Muchas imágenesrecorrieron la mente de Zavriil mientras cedía a la inconsciencia, algunas deese mismo día; La reunión con Háthor y sus ojos sinceros, la imagen de Tiresiadesde lo alto de la aguja y la amenaza del ascensor, el derrumbe y lapreocupación de su hermano, el repiqueteo de su sangre en pasillos. Otras eranmás antiguas, sus padres y el día de su muerte, Eithan de pequeño, solitario ytriste, el propio Zavriil en la corte de la ciudad cúpula. Al final todo seacabó por calmar y la oscuridad llegó para el resto del día.
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[Nilsa #1.] Ciudad de Pandora
Khoa học viễn tưởngEn un mundo post-apocalíptico, Nilsa es una joven buscadora de palabras, obsesionada con descubrir los secretos del pasado que llevaron a la caída de la civilización. En su camino, su destino se cruzará con el de Zavriil, un poderoso joven de una ci...