Había pasado ya una semana desde aquel suceso. Luego de su encuentro, regresaron avanzadas horas de la madrugada, todo a su alrededor estaba oscuro, no había una sola alma a esas horas y en parte Jaehyun agradeció, si alguien pasaba y lo miraba regresaría ese sentimiento de culpa por lo que había hecho.
Mientras intentaba meter la llave, Jungwoo no podía dejar de sonreír, los tragos que había tomado yacían presentes en su cuerpo dejándolo en un estado donde tenía poco sentido de lo que hacía, y en vez de ayudar a su tío con la tarea de abrir la puerta, se colocó detrás de él, susurrándole cosas obscenas al oído y lamiendo su lóbulo, la risa fue más notoria al ver como su tío se tensaba y jadeaba.
—Jungwoo, deja de hacer eso—se volteó y al fin pudo abrir la puerta. Quería subir a su cuarto de inmediato aunque seguramente la culpa le llegaría al ver a su esposa, durmiendo tranquila sin saber de lo que había sido capaz de hacer; pero al voltear hacia su sobrino, notó que éste apenas podía caminar, no solo por el alcohol si no porque su parte trasera dolía, sin perder más tiempo lo cargó como princesa, subió las escaleras y entró al cuarto del menor, soltó los zapatos y desabrochó el pantalón.
—pero que descarado ¿aun tienes ganas de más? Por mí no hay problema—le susurró de forma coqueta el menor.
—no seas tonto, solo te estoy acomodando, listo, ya me voy...Ah!! Por cierto, no dirás nada a nadie, es más hagamos como que esto no sucedió.
—pues no creo poder hacer lo segundo, me deseas y te deseo ¿Qué tiene de malo?
—mucho tiene de malo—suspiró pesadamente—Esto no se repetirá, hasta mañana.
Y salió prácticamente huyendo de la cueva del diablo.
—Eso es lo que tú crees—se lanzó a la cama de nuevo, se sintió gustoso, recordó nuevamente lo ocurrido y se relamió los labios con lujuria y con el sentimiento del placer de haber conseguido lo que quiso.
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El comportamiento de Jaehyun había cambiado desde ese día; su humor usualmente no era de lo mejor, pero ahora era demasiado volátil, podía estar sonriendo, pero no pasaba minutos y ya estaba enojado, se irritaba por cualquier cosa, agradeció que sus vacaciones habían terminado, al menos en el trabajo podría distraerse.
—Parece que te hacen daño las vacaciones, has estado raro últimamente-
—Son imaginaciones tuyas—le replicó mientras leía el periódico.
—Si tú lo dices, tu ropa ya está lista para mañana, ojala se te quite lo amargado-
—¿En verdad me veo así de amargado?
Su esposa se acercó y lo abrazó—Pues la verdad, sí, estas demasiado cambiante, y mira que no eres mujer y tienes el periodo cada mas como para justificar esos cambios, dime amor ¿hay algo que te preocupa? —la forma dulce que le preguntó, fue como una estaca en su corazón, ella no merecía lo que le hizo, era una mujer abnegada, buena madre, todo un ejemplo, entonces ¿por qué buscó placer en otro cuerpo, y no solo eso, en un hombre y para colmo su sobrino.
—No, estoy bien.
—Mientes—Jaehyun sintió que se le paraba el corazón y tuvo miedo por la seriedad con la que lo dijo Wendy—Contéstame con la verdad—comenzó a sudar frío—¿estás enojado porque te envié a un lugar para jóvenes, y seguro te sentiste incomodo? —a Jaehyun se le desencajó la quijada....o era muy inocente o estúpida para pensar así.
—ves...esa es la razón, discúlpame si, no lo vuelvo a hacer, solo quería que Jungwoo se divirtiera pero no quería correr riesgos, con tanto depravado en la calle—a cada palabra se sentía más miserable y pequeño-
—Perdóname amor—la mujer se lanzó a sus brazos y lo besó con ternura.
"perdóname tú a mi"-fue lo que pensó muy dentro.
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Pasó el día muy rápido, siendo ya la tarde del domingo, la madre de Taeyong fue en busca de su bebé.
—Buenas tardes—entró por la puerta aquella señora elegante.
—Muy buenas tardes señora Lee, enseguida llamo a su hijo.
—Muchas gracias por cuidar de él-
—oh no se preocupe y no nos agradezca lo hacemos con mucho gusto. Jake dile a tu hermano que la señora Lee vino por su hijo.
—No quiero ir-
—No seas desobediente, o te castigo-
—Está bien...-dejó sus juguetes y se fue en busca de ese chico que le caía mal.
Mientras tanto en la habitación de Doyoung, había una parejita de novios disfrutando de su amor, Taeyomg sonreía como tonto mientras recibía los dulces besos de su ahora novio.
—¿tu mamá viene más tarde?
—No lo sé, pero no quiero que venga-
—¿no la extrañas?
—no es eso, es que ya no estaré más contigo—lo rodeó con sus delgados brazos, parecía que no quería dejarlo ir.
—pero Taeyong, podemos vernos siempre que queramos-
—pero no es lo mismo, aquí podía tenerte a cada momento—le besó los rosados labios.
—Te quiero mucho Taeyong-se recostó sobre la cama trayendo consigo al mayor, quien se acomodó entre sus piernas, dejando apoyados los brazos a los lados, acercaron sus rostros y comenzaron a besarse, como siempre era tierno, les gustaba esa sensación.
Se separaron por falta de aire y fue justo a tiempo, pues Jake había entrado.
—¿no te he dicho que toques la puerta antes?
Se encogió de brazos, aunque se quedó mirando raro la extraña escena de los dos—Dice mi mami que ya vinieron por tu amigo—habló tan rápido que casi ni se le entendía. El mayor de los dos bufó molesto, Doyoung solo reía del comportamiento infantil de su novio, mientras comenzaba a guardar sus cosas en las maletas que había traído para su estancia; al notar que el niño se retiró del cuarto, aprovecharon para darse más besos mientras reían nerviosos por el miedo a ser encontrados.
Si bien la relación del Taedo (nombre que ellos mismo se pusieron) era bastante tierna e inocente; empezaban a surgir nuevos sentimientos, al ser tan jóvenes e inexpertos sentían un fuego enardeciente cada que estaban juntos, los besos se hacían más largos y apasionados que de costumbre. El hábito de juntarse en los recreos no cambio, ahora era mucho más necesario, de esa forma apaciguaban esos deseos que parecían tomar fuerza cada vez, antes se recostaban en el césped, ahora buscaban los lugares menos transitados, lo más apartado posible y por último, buscar uno oscuro donde nadie molestara.
—Doyoung—jadeó el mayor entre el beso, sus manos se pasaban frenéticamente por la espalda del menor para luego bajar, hasta donde su manos podían.
—¿qué...pasa Yongie?-
—me siento muy caliente—dijo a la vez que besaba más apasionadamente a su dongsaeng, llevaban rato ya con esos besos, pudieron dar rienda suelta, al terminar su lunch encontraron un "lugar" vacío en los tantos de la escuela.
Una y otra vez sus bocas se encontraron con desespero, las lenguas no dejaban de moverse juguetonas, incorporando calor en cada toque. Doyoung yacía entre el muro y Taeyong, quien cada vez lo apegaba más.
—Doyoung ¿que nos está pasando? Quiero más y más de ti, ya no me basta tu besos, tengo miedo—dijo en el momento que logró separarse de los adictivos labios de su novio.
—tranquilo bubu, yo tampoco lo sé, pero ya encontraremos el por qué y la solución—le besó la frente con mucho cariño, se miraron a los ojos, ellos se amaban, sí, pero también comenzaban a desearse el uno al otro. Taeyong acarició la mejilla del menor, y éste le besé en la misma, pero luego fue tomado por este y volvió a besarlo, Doyoung se dejó llevar de nuevo, pasó sus manos por el cuello, no les importaba si perdían clases, solo sabían que querían estar más tiempo así.
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Como siempre Doyoung apenas llegó a casa, ni siquiera saludó a sus padres, si no que acudió a la persona que más confianza le tenía, además sería el único que podía ayudarlo, su primo Jungwoo. Dejó su maleta en su cama, y se fue enseguida al frente, por suerte, ese día su hyung llegaba temprano de la universidad.
Tocó antes la puerta, por si acaso, además que ya era costumbre en él....
—¿hyung, puedo pasar?-preguntó tímido.
—claro, entra—cerró la puerta tras de sí, se encontró con la imagen tierna de su primo jugando con la cachorra.
—Hola pequeña—le sonrió y cargó en brazos, como respuesta recibió un lengüetazo del can,causadole cosquillas.
—recién se acaba de despertar, ha estado sobre mi camisa negra favorita durmiendo, ya te imaginaras como quedó-el menor rió—Y dime que te trae de nuevo por aquí?
—lo haces sonar como si solo te buscara cuando necesito algo—le hizo un adorable puchero-
—sabes que lo digo por molestar, aunque debo decir, me tienes abandonado y todo por culpa de Taeyong
—de él quería hablarte-
—no me digas que te hizo algo, lo mato—pero su primo lo tranquilizó
—bueno..le está pasando...digo nos está pasando cosas a los dos-
—¿Cuáles cosas?-alzó la ceja, aunque se imaginaba que podía ser-
—cosas..ya sabes-tenia las mejillas rojas de la vergüenza-
—no soy adivino, así que habla claro-cómo disfrutaba hacer eso-
—hyung...-se quejó—Está bien te lo diré rápido, me da no sé qué decírtelo pero lo haré-suspiró—Es que tenemos unos días que nos pasa esto—trepó las piernas a la cama para sentirse más cómodo—Cuando nos besamos, sentimos que no queremos parar y no solo eso, sentimos como un calor, una atracción cada vez más fuerte.
—¿eso era todo?
—¿cómo que eso era todo? Hyung..es difícil decirlo-
—bah..si estás enamorado no tienes por qué sentir vergüenza decirlo, además lo que sientes es normal, es más, creo que estás listo para el otro paso.
—¿Cuál paso? Hyung ,¿alguna vez te has enamorado?-
—esto..Si, bueno como te iba diciendo el otro paso, bueno si dices que sientes eso, pues solo déjense llevar y tengan sexo-
—¡sexo!-las orejas de Doyoung se pusieron rojas-
—Si, sexo, oye estamos en el siglo 21, no deberías avergonzarte así, bueno como íbamos, solo déjate llevar-
—es que no sabría cómo hacerlo ¿y si lo hago mal?
—¿de quien aprendiste a besar?
—de ti hyung-
—entonces?-ahí estaba de nuevo, abusando de la inocencia de su primo, le era bastante divertido además de que por primera vez, le interesaba de esa forma alguien menor a él, pues siempre iba tras los mayores, pero Doyoung tenía algo, que lo volvía loco, y esta oportunidad no la dejaría escapar, además de que se había quedado medio frustrado en la mañana, cuando se quedó a solas con Jaehyun, quiso más acción, pero el mayor se dio el lujo de rechazarlo y todo por el trabajo.
—lo haremos esta noche, además no es mucha ciencia, eso sí, será mejor que bajemos a merendar-
—gracias hyung-a los tiempos que volvía a besar los labios de Jungwoo, pero en un tierno beso
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Jugaba con sus manos, estaba bastante nervioso, su primo le dijo que aprovecharía ahora que sus padres habían salido de compras con Jake; ahora estaba ahí, sobre la cama esperando y pensando en lo que estaba a punto de hacer.
—ya vine, tu mamá me dejó unas indicaciones, para eso me llamó-
—que bien—le parecía muy sexy la forma en que estaba acostado Doyoung, además de que podía ser fácilmente dominado.
—ahora sí, tendremos un buen tiempo para hacerlo-
-hyung tengo miedo-
—pues no lo tengas, los mayores tardaran así que esto será fácil—no esperó más y besó los labios de menor, enseguida le fue correspondido el beso, seguían igual de dulces sus labios, tal como los probó la última vez, con su mano derecha lo tomó del cuello para acercarlo más y meter su lengua, Doyoung jadeó de la sorpresa pero enseguida continuo con el mismo ritmo que le imponía el mayor.
Los besos comenzaron a hacerse muy fogosos y llenos de intensidad, dejándolos a ambos sin aire en los pulmones, se separaron para respirar, el menor sonrió con una sonrisa nerviosa, haciéndolo ver más hermoso. Lo contempló por unos instantes, sus mejillas ya comenzaban a colorearse de rojo, con su mano le quitó la corbata que aun cargaba puesta desde que llegó del colegio, abrió los botones de la camisa, dejando al descubierto su blanco pecho.
Llevó sus labios a ese pecho, rozándole con la lengua, dibujando cosas amorfas dejando un rastro húmedo de saliva, Doyoung tembló levemente por el contacto y llevo sus manos a los cabellos naranjas de Jungwoo, mientras se dedicaba a suspirar para él. Pronto el mayor regresó a los labios, delineaba con su lengua, se dedicó a succionar el labio inferior, provocando que se pusieran hinchados y rojos y con la saliva le daba un toque brilloso, parecía una fruta jugosa que él quería probar una y otra vez, las manos se colaron por debajo de la camisa del uniforme que ya estaba abierta, acarició los costados y luego quitó lo que quedaba de la camisa.
Se relamió los labios al ver tan excitante imagen del menor, unas gotitas de sudor ya estaban esparcidas por su frente y pecho, el cual subía y bajaba por la excitación y apenas empezaba a hacerle cosas su primo. El mismo se retiró la camiseta que llevaba puesta dejándolo desnudo la parte superior de su cuerpo, el menor se sonrojó de nuevo, pero por instinto se incorporó e inició un ritual de caricias sobre el blanco pecho del mayor, seguido del abdomen y costados sin dejar de lado un beso apasionado.
Jungwoo volvió a recostarlo en la cama, se montó sobre las caderas de Doyoung dejando al mismo nivel sus hombrías que comenzaban a hacer su aparición debido a la excitación, se movió levemente y saco un gemido del menor, le gustó como sonaba y repitió el movimiento, que a pesar de estar en pantalones se podía sentir. Su boca buscó la tetillas del menor, las delineo y saboreó una por una hasta dejarla erguidas, el pequeño tembló bajo su cuerpo mientras acariciaba la espalda del mayor.
Pronto sintió una mano traviesa pasearse descaradamente por su pantalón, rozó su hombría con su mano dejando escapar otro gemido, se dispuso a jugar el cierre del pantalón y el botón que era lo único que evitaba que lo viera ya desnudo. Descendió con besos el pelinaranja, deteniéndose en el ombligo, lo besó y mordisqueó por los bordes, los gemidos fueron un poco más seguidos, la voz dulce de Doyoung al emitir tales sonidos se volvían casi adictivos y muy excitantes.
La mano de Jungwoo desabrochó el pantalón mientras una y otra vez metía la lengua dentro del ombligo follándole en esa parte, el menor sentía desfallecer por eso toques y se retorcía al sentir miles de sensaciones. El mayor comenzó a bajar el cierre y con esto el pantalón lo descendió poco a poco hasta dejarlo a las rodillas el menor le ayudó en la tarea alzando su pelvis, respiró y pasó el mentón sobre su miembro que aún era cubierto por el interior, pero no sería por mucho tiempo. Regresó a los labios del menor, también le susurraba cosas lindas pero sin dejar de sonar excitantes al oído a la vez que mordía su lóbulo.
—Eres tan hermoso y delicioso Doyoung-
—ahh...Jungwoo hyung-
—de ahora en adelante dirás solo mi nombré, gemirás con esa palabra en tus labios—le besó, el menor asintió. Volvió a ser asaltados por los labios de su hyung, era muy apasionados y estaba volviéndose incluso salvajes, las bocas parecían fundírseles ya mismo. Los largos dedos tentaron el inicio de la prenda, haciendo amague de introducirse, estiró el elástico que al soltarlo, producía un pequeño dolor pero se sentía muy bien, se cansó de ese jueguito y con prisa se quitó los pantalones propios junto con el interior, quedando ambos desnudos.
Doyoung abrió los ojos, era la primera vez que veía a su hyung así frente a él, inconscientemente jadeó, era muy sexy la perspectiva que le daba en ese momento su primo, era delgado al igual que sus músculos, su piel más blanca que la de él, los labios rojos y el sudor perlando el cuerpo, sin querer se relamió los labios como gatito.
Jungwoo sonrió altanera hasta ahora no había ser en la tierra que se excitara de solo verlo, y eso que no era fornido ni músculos grandes, incluso él sabía que no era tan masculino, pero quizás esa mezcla , de poseer un belleza femenina pero dotado de una voz gruesa y sensual digna de un hombre, era delicado pero sin perder esa masculinidad y la fuerza que desprendía su presencia y su mirada felina.
Se colocó en cuatro justo encima de Doyoung, no bajo mucho y comenzó a moverse logrando que sus hombrías chocaran y se rozaran, ahora era ambos los que gemían, buscaron ese contacto íntimo varias veces, era exquisito el roce de esas carnes que comenzaba a palpitar y estaban calientes. Para el menor al ser todo nuevo para su joven alma, no podía ser silencioso al gemir, Jungwoo en algunas ocasiones lo callaba con besos pero en otras no, adoraba escucharlo gemir, que esos jadeos salieran de esa boquita hermosa.
La acción paró del todo y Doyoung dejó escapar un quejido-Tranquilo Dongs, lo que viene es mejor— retrocedió un poco hasta quedar frente al ya, erguido miembro del menor, tenía el tamaño perfecto para su edad, descendió su cabeza con la lengua ya afuera y dio la primera probada, Doyoung saltó de un respingo.
—recuerda lo que te dije-le dijo el mayor que estaba muy entusiasmado y excitado.
—sí, gemiré para ti primo—cuando dijo eso, dejó de pensar, pues su amable primo se encontraba en su parte baja chupándosela, lamiendo y mordiendo por toda su extensión.
—Jungwoo—se escaparon de sus labios tal gemido, se agarró de las sabanas donde descargaba todo que lo que sentía, era deliciosa esa experiencia, sentir como su primo se metía su pene una y otra vez dentro de su húmeda cavidad llamada boca, definitivamente era un experto en eso, se miraron a los ojos, solo desprendían deseo y lujuria sus miradas, sin perder contacto Jungwoo pasaba el miembro de Doyoung por su mejilla acariciándola con esta, para luego delante de sus ojos metérselo de lleno en la boca, volviendo a succionar en un ritmo constante y enloquecedor para el menor.
—Jung..ahh..Woo....esto...ahhh—era lo poco que podía pronunciar, estaba cegado de placer, se removía en la cama y dejaba escuchar por todo lo alto sus gemidos que cada vez subían de volumen, agradeció que sus padres no estuvieran. Los nervios se le pusieron de punta, una corriente se adueñó de su cuerpo, viajaba desde la cabeza hasta la punta de los pies. Un cosquilleo hasta entonces desconocido para él se hizo presente en la parte baja del vientre.
—Jungwoo...siento ahh... siento cosquillas-
—ah...eso-sonrió satisfecho—Estas a punto de correrte, vas a eyacular —regresó a lo suyo, con ese aviso, comenzó a succionar más fuerte, aunque no era él el atendido, igual sentía correrse por solo verle así, y es que como todo primerizo daba rienda suelta a todas su emociones y eran altamente escuchados, jamás pensó que la voz de un menor podía ser tan sugerente y excitante. Y mejor era porque él gemía por él, escuchó su nombre una y otra vez haciéndolo sentir orgulloso.
Buscó los testículos, los chupo cada uno haciendo exquisita la succión, provocando un sonido producto del vacío, abrió las piernas de menor, se moría por visitar esa virgen entrada, pero eso no lo haría, por ahora; las cruza por encima de su cabeza, teniendo un mejor acceso al pene erecto y palpitante pues poco le faltaba para llegar al orgasmo. Sus manos se fueron a su suave trasero ayudando a que fuese más acercado a él y regresó, no mejor aún, aumento mucho más el ritmo anterior, lamida, succión, para luego solo succionar, tocó el vientre del menor y noto como estaba tenso solo faltaba segundos y tendría al menor corriéndose en su boca.
—Ahhhh...Jungwoo...-ahí estaba el claro indicio que de que había llegado al orgasmo, sintió su boca llena de caliente semen, la respiración de Doyoung estaba bastante agitada, buscó los labios para darle de probar su esencia, fue aún más sensual, movió sus caderas al ritmo de éste y del beso. El menor se notaba cansado quizás mucho para su "tierna" edad.
—te llevaré que tomes una ducha-lo ayudo a levantarse.
—pero tú hyun, digo tu aun no has...-le enterneció verlo así de sonrojado, le besó tierno los labios-
—no te preocupes, eres mi primo y debo cuidarte—le dijo siendo sincero en sus palabras.
Además Jungwoo tenía planes más adelante para calmarse, y vaya que lo disfrutaría
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—ya llegamos-anunció la dueña y señora de la casa-
Jungwoo saludó y ayudó a guardar las compras, Jaehyun lo miró extrañado-
—¿Y Doyoung?
—está dormido se cansó de hacer deberes-
-oh!!! ya veo, y tú?
—espero no molestar tía, pero el único deber es un grupal, no le dije antes porque supe que iba a salir y pues....pero ahora iba a pedirle permiso para ir a la casa de mi compañero.
—¿a estas horas?-preguntó molesto Jaehyun-
—Si, a esta hora, es más fácil además pues mi compañero trabaja, por eso voy a esta hora.
—mmm...será mejor que tu tío te lleve y espere a que salgas-
—¿y por qué yo?
—vamos amor, no seas así, además no reacciones de esa forma que pensará Jungwoo al verte así-le besó corto los labios-haz ese favor, igual ya no tienes nada que hacer.
—¿nos vamos entonces?
-sí, ve por tus cosas.
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—Jungwoo, repíteme la dirección por favor...-se encontraba perdido, lo único que pudo hacer fue llegar hasta un lugar, que según su sobrino era la dirección, pero no estaba seguro, pues estaba todo solitario y lúgubre, le preguntó pero solo escucho silencio-¿Jungwool?- se giró y se encontró a su sobrino mirándolo fijamente, tanto que llegó a estremecerlo-¿Qué pasa?
—que no iré a casa de ningún compañero, era solo una excusa...Jaehyun, hazme tuyo de nuevo-y se abalanzó a los labios de su tío. El otro estaba como en shock y no respondía, así que le mordió llamando su atención.
—esto no está bien, pero....lo deseo.
Jungwoo sonrió para sus adentros, más cuando éste bajó de la camioneta para ir al asiento trasero, no dudo en seguirlo, y con la fuerza que lo caracterizaba lo empujo contra el asiento y lo besó furiosamente.
—vas a pedir por más perra—le dijo lujurioso al oído.
—pues hazlo, quiero eso, que me partas—se agarró del cuello y dejo caer todo el peso del mayor sobre él, esparció caricias libidinosas y al verse correspondido no pudo evitar sonreír de nuevo....una buena noche le esperaba.
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Y el pecado entró por esa puerta * Jaewoo (NC-21)/Dowoo-Dotae
FanfictionJungwoo es un joven que tiene un marcado gusto por los hombres mayores que él, su madre al no saber que hacer con él por todos los problemas que causa, lo envía a vivir con la familia de su hermana mayor, una familia normal y muy unida ¿Qué sucede...