Capítulo 20: Todo se ha acabado.

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La casa estaba sumida en profundo silencio, todos trataban de asimilar la confesión que minutos antes Jungwoo había dicho. Doyoung no pudo evitar llorar arriba sentado como estaba en la escalera mientras Jaehyun y Wendy seguían consternados.

—si pasaste por todo eso y sufriste, entonces ¿Por qué buscaste reflejar tu dolor en nosotros? ¿Es acaso lógico que porque tú sufriste nosotros también? Somos inocentes y lamento mucho lo que te ha pasado sobrino, pero...

—Jungwoo ¿tanto mal te he hecho? ¿tanto que me he equivocado contigo? Hijo no crees que estás exagerando, no tienes por qué culpar a un inocente de tus actos...—todos voltearon a ver a la mujer que decía, no podían creer que aun, no le creía a su hijo.

—¿Será posible? Después de tanto tiempo ¿aún no me crees del todo? Yo no sé porque me tocó una madre como tú—la miro con coraje— Te odio, eres la peor persona que he conocido, y quizás no me remordió la conciencia lastimar a tu hermana, porque ustedes dos son iguales...son unas zorras—ya ni pensaba en lo que decía cegado en su odio.

Wendy iba acercarse a golpearlo por la respuesta del menor; no tenía ningún derecho a tratarla así, siendo esta inocente de sus males, sin embargo el golpe nunca llegó pues al alzar su mano, fue detenida por Jaehyun quien se interpuso.

—claro defendiendo a tu amante, asco debería darte de ti mismo-

—estás loca, Wendy, sigue siendo tu sobrino, además no sabe lo que dice-

—ese no es mi sobrino, no el que alguna vez conocí-

—Ese es el problema ustedes nunca me conocieron, nunca estuvieron conmigo-

—Ya no discutan—fue el grito de Doyoung quien ya venía bajando y se puso a un lado de su primo—Mama sé que lo que hicimos no estuvo bien, pero podrías dejar de ser tan dura, tú misma lo has escuchado, sabes que en parte Jungwoo no es más que una víctima, que su infancia no fue normal—inconsciente tomó firmemente la mano de su primo, no estaba solo.

—Ahora resulta que la mala e insensible soy yo, ¡saben qué!, por mi pueden quedarse con él y hacer lo que les dé la gana, mañana apenas alumbre los primero rayos del sol me iré de esta casa con Jake, buenas noches—ya no quería seguir ahí parada, ya había sido lo suficientemente fuerte, como para seguir aguantando, menos viendo como su hijo y esposo estaba más de parte del pelinaranja.

No lo odiaba pero tampoco lo amaba, más claro en esos momentos Wendy no quería pensar en eso porque no estaba segura de que sentía por cada uno, lo único que deseaba era salir de esa casa y no volver nunca más. Todas las lágrimas contenidas, las dejó aflorar una vez metida en su cuarto, ella no quería demostrar debilidad ante los demás, menos con esas personas que la habían traicionado.

Mientras tanto, padre e hijo se quedaron parados sin decirse nada, y Jungwoo estaba sorprendido, mas con Doyoung, porque este había bajado a apoyarle.

—Seguro escuchó todo—pensó, a la vez que sonrió levemente, quizás en esa familia, Doyoung si se había ganado su cariño, y Jaehyun ¿qué sentía por él?

—Veo que no haces más que darme problemas, ya no eres un crío, por lo tanto Jungwoo, verás que haces de ahora en adelante, porque conmigo no pienses volver-

—¿Y quién te dijo que iba a hacer eso Seulgi? serias la última persona que recurriera en busca de apoyo, al ser llamada madre, pensé que serías diferente-

—Yo también pensé lo mismo de ti, me hice la idea de que al estar aprenderías buenas cosas, pero todo lo que has hecho es destruir todo a tu paso, bueno no todo, por lo visto ellos aún están a tu lado, pero quien sabe por cuánto tiempo.

—eso ya dependerá de ellos, si me quedo solo o no, es mi problema-

—así será, de ahora en adelante, tu solo velaras por ti...adiós—la mujer no dijo nada más y salió de esa casa.

Doyoung sentía un nudo en la garganta, el que no sintió Jungwoo, porque desde hace tiempo estuvo esperando por este día, porque sabía que tarde o temprano eso iba a ocurrir, pensó que sería cuando ocurrió lo de Lucas y en verdad esperaba eso, e irse a vivir con el chino, pero no fue así. Vio cómo salía aquella mujer sin mirar atrás al que alguna vez fue su hijo, y que quizás nunca amo de verdad, porque de ser lo contrario no lo dejaría solo en ningún momento, ni por ningún error, como toda madre normal.



Doyoung decidió romper el silencio, si habló de cosas pasadas, seguro su primo no estaba bien, le susurró al oido:

—podemos hablar si quieres, o ¿por qué mejor no descansas?-

—Y-yo creo que Doyoung tiene razón, por ahora no hay nada que se pueda hacer, lo hecho, hecho está mañana veremos qué pasa, así que ve a descansar—fue lo que dijo Jaehyun, resultando extraña la "tranquilidad" con la que estaba tomando toda la situación, como si minutos atrás no estuvo golpeando a su hijo al encontrarlo con su primo revolcándose.

El mayor asintió y subieron juntos al su cuarto. En cambio Jaehyun se quedó en la sala, aun no podía creer todo lo que había pasado, como se habían descubierto las cosas, que todo estaba fuera de sus manos y él solo podía quedarse de brazos cruzados y esperar y ver cómo su vida se derrumbaba en segundos.

—No....no puedo permitirlo, algo tengo que ganar en todo esto, si ya se descubrió todo, pues me abstengo a las consecuencias, pero....lucharé por Jungwoo, lo amo y....-no siguió hablando, porque todo se convirtió en las lágrimas traicioneras que ahora bajaban por su rostro.

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Esa era la primera vez que estaban metidos en una cama, sin hacer nada más que estar abrazados y darse apoyo mutuo, irónico cuando solo horas antes se encontraban en medio de la pasión y desenfreno, pero ahora, solo había cariño verdadero, aunque eso aún no entendía Jungwoo, porque él estaba pensando, tenía que tomar un decisión pero no estaba seguro de cual, lo que sí, su diversión con Jaehyun había terminado.

A lo mejor por todas las cosas que pasaron, el pelinaranja en verdad sentía algo bueno por el menor, que pesar de solo querer jugar y quizás pervertirlo hasta usarlo, se habían vuelto unidos después de todo.

Buscó con la mirada a su mascota, a quien no había visto en todo el día...un pensamiento de la nada, surgió en su cabeza. Ella, Zera, también se iría de la casa, al fin y al cabo ya nada tenía que hacer, aunque estaba claro que no sabía a dónde podía ir, no tenía amigos lo suficientemente íntimos como para decir que les pediría posada. Ya mañana sería otro día y vería bien que hacer; por ahora se dedicaría a dormir, se acurrucó más ese cuerpo y se lanzó a brazos de morfeo.


A la mañana siguiente Wendy, tal como dijo, se fue. Despertó muy de madrugada a guardar unas pocas cosas pero necesarias, entre eso la ropa y cosas escolares de Jake, llamó a su madre para decirle que estaría ahí en unas horas, la señora preguntó a qué se debía, pero no le dijo en ese momentos.

Subió al cuarto de Jake y lo removió despacito, pues estaba muy dormido y seguro no quería abandonar la calidez de su cama.

—Despierta corazón-

—Mamá—murmuro aun dando vueltas en la cama—Tengo sueño.

—lo sé, pero debes levantarte—siguió arreglando las maletas.

—¿pero por qué? Hoy no tengo escuela-

—claro que la tienes jovencito, pero no iras, nos vamos a vivir a otra parte-

—¿y mi hermano?¿él no viene con nosotros?-recién se levantó de la cama —¿Nos vamos de la casa?

No le contestó, en cambio siguió vistiéndolo hasta que hubo terminado.

El menor se sentía muy triste, sabía por qué su mamá se quería ir—Pero si lo único que tienes que hacer mamá, es botarlo a él, así todo volverá a la normalidad—la mujer se quedó estática-

—no Jake, así solo se vaya Jungwoo, las cosas no serán lo mismo-

—Pero no quiero separarme de papá y mi hermano, yo los quiero mucho—dijo con mucha tristeza.

—ay cosas que no te puedo explicar, porque eres muy pequeño-

—¿por qué no? Quiero saber mamá-

—lo siento—agarró la maleta y con la otra mano a su hijo—Nos tenemos que ir hijo, es ahora o nunca.


Antes de salir con el niño, miró para atrás una vez más, sintió gran pesadumbre, tantos recuerdos y vivencias juntas, desde la llegada a esa casa hasta la desgracia del día de ayer; pero ya no había marcha atrás lo había decidido, se iría donde su madre y ellos, pues...tendrían que ver que iban a hacer.




Doyoung al día siguiente que despertó, fue a clases normalmente, lo que menos quería era estar en casa y por lo menos distraerse un poco, además de que guardaba la esperanza de ver a Taeyong y poder arreglar las cosas. El tiempo en el salón transcurrió muy lento, hasta los profesores parecían hablar muy lenta y que menos quería era eso

Se despertó de su letargo cuando llegó el recreo y sonó la campana. No demoró nada en guardar sus cosas e irse a buscar a Taeyong. pasó por el salón del clases, pero no lo halló, iba a darse media vuelta cuando sintió su cuerpo desestabilizarse por el repentino golpe en el pecho y escuchó decir a dos personas.

—es tu culpa, y también la de tu novio.

—perdón, pero no entiendo

—por su causa y porque los descubrieron empezaron a investigar, y alguien dio nuestros nombres-

—lo siento pero, yo no fui ni siquiera...-

—si hubiesen sido más cuidadosos, pero no, ahora también nos expulsaron—le contestó con coraje Seokjin, mientras enlazaba sus dedos con los del castaño-

—yo no he sido, el único culpable es Namjoon.

—Namjoon? Ahh ese, cuando entenderá que Seokjinno es ni será suyo? Como sea, sigue siendo vuestra culpa por dejarse encontrar, hoy es tu ultimo día de clases?-

—si-bajo la cabeza—Disculpen pero ustedes ha visto a Taeyong.

—a Taeyong no, pero a su madre sí, en el rectorado.

—gracias.

Doyoung no perdió más el tiempo y se dirigió al rectorado pero justo en lo que iba de camino, la madre de Taeyong y a quien buscaba se aparecieron y venían hacia él. Apenas lo divisó la mujer, le hizo una mueca de desprecio, no supo en que instante, pero Doyoung tenía la mujer frente suyo y lo abofeteó en medio patio.

—Eso es por dañar a mi hijo....-le dijo, su cara seguía volteada, levantó una mano hacia su mejilla y se tocó el lugar golpeado y notó que Taeyong ni siquiera dijo nada, solo estaba ahí con la mirada perdida en el suelo.

—Espero no verte nunca más...menos cerca de mi hijo, lo mismo tu familia, ya supe todo lo que pasó, así que tu padre también es un asqueroso..bien dicen de tal palo tal astilla, es de familia ser tan zorros, tu primo-

Doyoung comenzó a sollozar ante las palabras crueles que venían de la mujer que alguna vez le sonrió amablemente—Ya no siga..mi familia está separada, ya no siga que me duele-

—ahh, si? Pues era de esperarse, y eso que la junta fue para su casa, pero vieron a Taeyong y lo siguieron hasta la mía, ahí se explicaron las cosas....¿están separándose? bueno así pagas todo el dolor que mi hijo siente en estos momentos—dijo con soltura y ni se inmutó antes los sollozos continuos de Doyoung, suspiro al viento y ordenó-vámonos Taeyong.

—Mamá-dijo débilmente—¿Puedo decirle algo por última vez?

—Pero hijo...te lastimaras—a pesar de la expresión desolada y mirada apagada de su hijo, también esa expresión de súplica, que le hizo ceder—Esta bien, al fin y al cabo no se verán nunca más, te espero en el auto.

—Gracias mamá-le dirigió una venia y se giró hacia el menor—Sígueme—le ordenó, y éste lo siguió, caminaron en total silencio, Taeyong quería verlo, pero aún estaba avergonzado-

Tenía la intención de dejar todo justo en el lugar que todo empezó, así que Taeyong lo guió hasta su lugar especial, todo muchas cosas habían ocurrido, desde su primera pelea como amigos hasta su primer beso. Doyoung se sentía como si estuviese con un extraño, lo miraba de reojo pero Taeyong estaba sin expresión alguna.

—Taeyong..de todo corazón te pido perdón, no sabes cuánto lo lamento-

—lo sé, yo también lo lamento, lamento haberme enamorado de ti-

—no digas eso, yo...yo no lo lamento, ni por un segundo, eres...fuiste el mejor novio-

—si claro, tanto que por eso te revolcaste con otro...mira no vine a hablar de eso de nuevo, porque cada que lo recuerdo, me duele como no tienes idea-

—Sí, lo sé....por eso te pido perdón, comprendo que no quieras verme pero dame la oportunidad de explicarte todo, porque existen cosas que no comprendes y no sabes-tomo fuerzas—Taeyong en verdad si te amo, tal vez el beso no fue el primero, pero cuando me entregué si fue real, si fue por primera vez, porque así lo quise, tú fuiste mi primer hombre.

—pero no el único, ¿podrías dejar de ser tan hipócrita y decir que me amas?

—no estoy siendo hipócrita, estoy diciendo la verdad...pero sé que nada de lo que diga arreglará las cosas, por eso... solo te pido perdón—se arrodilló—te pido perdón por ser un imbécil con la persona más especial del mundo.

Taeyong quiso conmoverse, sin embargo su corazón destrozado no le permitía tal acción, como el perdón— Y-yo no puedo perdonarte, no después de amarte tanto-

—Pero Tae...—

—aún no he terminado...yo me voy de aquí, muy lejos, y solo quiero decirte que...-comenzó a hipar—Espero seas feliz y encuentres paz en tu camino, te deseo de todo corazón, por ahora, lo mejor es no vernos nunca más.

—no Taeyong...eso no ¡por favor—comenzó a sollozar

—Solo el tiempo curara mi corazón herido, solo así quizás, en un día muy lejano, podremos vernos nuevamente y ser amigos.

—Taeyong de rodillas te pido perdón, hare lo que quieras pero no me dejes solo-

—no estás solo ¿no tienes a tu primo?

—El...fue botado de la casa...ahh soy un imbécil por perderte así-

—lo sé—trato de sonreír—Pero eres el imbécil más hermoso que he conocido, Doyoung aun te amo, no sé pero no puedo odiarte, no obstante lo mejor es separarnos

Las lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas del mayor y el menor lo acompañó, luchaba por dentro porque quería acercarse y abrazarlo, hace como que nunca pasó, pero era engañarse.

—no llores—le dijo a la vez que limpiaba sus mejillas—Quiero que esta ultima vez que te vea, sea con una sonrisa y no solo está, siempre sonríe —trato de ser fuerte, porque amenazaba con quebrarse ahí mismo.

Doyoung levantó el rostro y sonrió o eso intentó, porque mientras más amplio sonreía, mas lloraba, y eso..acabo con la muralla de Taeyong, quien también se dejó llevar y comenzó a llorar igual o peor de amargo.

Poco a poco se fue acercando, era el adiós, lo rodeó con sus brazos sintiendo los espasmos de ambos, el pelinegro se aferró con fuerza a la camisa del su ex novio, se arrepentía con todo su ser, quería retroceder el tiempo. y no solo él lo deseaba porque Taeyong aún tenía esa esperanza, que todo lo que estaba viviendo solo era un pesadilla, pero cuan cruel y cruda era la realidad, porque ahí se encontraba, con el corazón y el alma resquebrajada, como trozo de cristal siendo roto porque era frágil, Seguro terminarían secos, sin más lagrimas que botar y aun así no se desahogarían por completo.

Taeyong se separó y le levantó el mentón con su mano, Doyoung no necesito preguntar, solo cerró los ojos, y recibió un beso, el ultimo y el peor, el beso del adiós.

—Adiós mi amor—fue la última palabra que salió de sus labios y dejo al menor derrumbado sobre el césped. Taeyong se giró apresuró los pasos hasta el estacionamiento donde su madre esperaba, sino lo hacía rápido, ,sino se retiraba y alejaba de su gran amor, seguro su voluntad se rompería y correría a sus brazos, pero ya estaba todo decidido.

A lo lejos vio el auto de mamá, estaba por llegar pero los recuerdos vinieron a su mente, desde lo más felices con su dongsaeng hasta el último, el que lo dejó en la situación que se encontraba, el nudo en su garganta era demasiado para soportar o aguantar, estaba por llegar, cuando de repente, todo dio vueltas y se volvió negro.

—¡¡¡Taeyong!!! —fue lo último que alcanzó a escuchar antes de desplomarse.




Jaehyun y Jungwoo se habían quedado en casa, el mayor llamó a su jefe, reportándose enfermo y el menor pues simplemente se quedó dormido, luego de pensar en toda la noche, mientras dormía en compañía de su dongsaeng por última vez.

Jaehyun se dio cuenta de que estaba totalmente solo; buscó a su mujer y encontró la ropa revuelta, entró a los cuartos de sus hijos, al ver que estaban las cosas de Doyoung, se pensó aliviado, pero no corrió con la misma suerte al entrar a la habitación de Jake, habían pocos juguetes regados así mismo como ropa por el piso, agarró una de las prendas y se llenó de pesar ¿en verdad lo habían abandonado? ¿Ya no escucharía más a su pequeño hijo?

Y el pecado entró por esa puerta * Jaewoo (NC-21)/Dowoo-DotaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora