Capitulo 1: El comienzo de todo.

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Jung Jaehyun es un hombre común y corriente, su vida es igual a la de cualquier hombre casado, casi perfecta. Tiene una hermosa familia, son muy unidos entre ellos, él dice que el mayor regalo y bendición que le dio la vida fue encontrarla a ella, su esposa.

Wendy es su nombre, la conoció en sus días como estudiantes universitarios, no cursaban la misma carrera, pero en una actividad extra coincidieron, no fue amor a primera vista, solo se agradaron y empezaron a ser buenos amigos. Casi al año y medio en una fiesta fue que comenzó todo su romance.

Pasaron los años y se conocieron mejor, el tiempo compartido además de situaciones donde uno fue el apoyo del otro, logró que se amaran cada vez más, así que luego de formalizar la relación, se comprometieron y luego de 8 meses, se casaron. Aquel día tan especial, Wendy estaba muy hermosa, la más bella de todas las novias; sus nervios se notaban a flor de piel, gracias al cielo, su hermana estaba ahí acompañándola al igual que su madre. El novio no era la excepción, estaba ya parado en el altar esperando por ella.

Sonó la marcha nupcial, anunciando la llegada de la novia, por delante venían las floristas y el portador de los anillos, un niño de seis años, con cabello negro y lacio, sinceramente un niño hermoso, sus facciones eran únicas, caminaba delante de las floristas.

—Jungwoo, no debes ir delante de las floristas—se quejó bajito una de las ayudantes de la boda.

—pero si me dijeron que me ponga adelante, pues eso fue lo que hice.

—sí, delante, pero de la novia, ahora con disimulo cámbiate.

—Está bien—solo basto eso para que mostrara su frustración y enojo ¿por qué? Sencillo, él no quería hacer eso, acaso solo los niños pequeños son los que llevan las aros Entonces ¿qué hacia un "hombrecito" de su edad en ese puesto?

Por fin estaban frente al altar, al novio le sudaban las manos y sonrió tontamente al verla tan hermosa, pasó su vista rápidamente por la corte y los niños, él deseaba tener muchos hijos como esos, sobre todo como aquel chiquillo que cargaba los anillos, quería un niño así de hermoso, seguro lo tendría en unos años con su esposa.

La ceremonia así como comenzó, terminó. Los invitados estaban en las afueras de la iglesia felicitándolos y acomodándose para ir a la recepción. El lugar estaba decorado al gusto de los novios, a la entrada habían varias fuentes hermosas de agua, lugar favorito para las fotos de los recién casados, los fotógrafos profesionales no tardaron en enfocarlos a todos.

La celebración dio comienzo con el vals de los recién casados acompañados de los padres, el brindis y la revolución dio comienzo, bailarían hasta el cansancio.

—vamos a bailar Jungwoo-le dijo su madre, tomándolo de las manos, pero el pequeño se soltó.

—no quiero no me gusta—se levantó del asiento y se perdió del lugar.

—¿a dónde vas? —le preguntó.

Pero el niño desapareció de su presencia. Todo el lugar estaba inundado de tragos, baile, celebración y risas, el niño Jungwoo estaba aburrido buscó un lugar tranquilo donde estar, lejos de esas personas. Llegó hasta el centro del jardín, lleno de flores, se quedó admirado por la belleza que emanaban que quiso tocarlas, pero se lastimó con una de sus espinas, la golpeó dejando caer unos pétalos que los recogió

—Es tan suave—exclamó al sentir su textura.

Dio unos pasos más y se encontró con un bulto en la acera, que luego tomó forma humanoide al momento que se ponía de pie, se notaba que era un adolescente aunque estaba borracho. Sus cabellos eran negros, sus ojos tan oscuros y penetrantes, cuando notó al niño, sonrió, causándole desconfianza al pequeño, porque a pesar de su corta edad ya reconocía esa sonrisa.


—hola, también estabas aburrido? —preguntó el desconocido, arrastrando las palabras. Jungwoo frunció su naricita cuando le llegó el aliento a trago.

—si—fue lo único que dijo, pues estaba embelesado viendo al chico mayor, ciertamente era muy atractivo, no obstante, le provocaba una inquietud perturbadora.

—¿te gustaría acompañarme a otro lado para divertirnos? Prometo que será un juego divertido.

El pequeño sabía que algo andaba mal, porque no era la primera vez que recibía ese tipo oferta de parte de otro hombre, y amargamente con el pasar de los años, descubriría que esa tampoco sería la última
...

Pasaron los años, y la familia Jung más que conformada; Jaehyun al terminar sus estudios, tuvo la oportunidad de trabajar en una excelente empresa. Por sus méritos y buen desempeñó poco a poco fue subiendo de posición, logrando así, brindarle una casa modesta para su esposa Wendy y a su hijo Doyoung, el primogénito que nació luego de un año de su matrimonio.

Todavía recuerda aquel día en que su esposa daría a luz, estaba atareado con muchas cosas por hacer, se habían visto acumuladas al pedir varias veces permiso para cuidar de su esposa, pues al vivir lejos, era difícil que uno de sus hermanas le ayudaran. Estaban ya por los meses finales de gestación. Los dolores y molestias eran cada vez más fuertes.

Ese día Jaehyun se fue preocupado al trabajo por el estado de su mujer sin embargo ella le tranquilizó, y vaya que fue necia, con el pasar de las horas entró en trabajo de parto, siendo ayudaba por los vecinos y siendo difícil localizar al padre del vástago que venía en camino.

La situación se volvió estresante, la mujer no dilataba mucho y el niño estaba ya colocado en la posición para salir, al parecer era un poco grande y ella siendo primeriza se complicaban las cosas. Le tuvieron que inyectar una hormona para inducir el parto. Wendy se quejaba de los dolores, los doctores le pedían que respire mientras ella preguntaba dónde estaba su esposo.

La llevaron al quirófano, no podían perder tiempo o e bebé moriría dentro del vientre, la mujer seguía llamando a su esposo desesperadamente.

Jaehyun al enterarse salió casi volando al hospital, se mordía las uñas de los nervios, sería su primer hijo. Manejó con el cuidado posible, pues más le interesaba llegar, cuando arribó incluso dejó mal parqueado el auto. Subió por el ascensor que amenazaba con dañarse.

—acaso no quiere que vea a mi hijo—se quejó por las cosas que le pasaban.

Por fin estaba en la sala y fue justo a tiempo, su mujer ya le había practicado la cesárea, y en manos del doctor estaba su hijo, un perfecto varón. Jaehyun no supo si de la emoción o miedo, pero cayó desmayado en ese instante.

....

Aun recordaban esa experiencia, suerte no se volvió a repetir cuando nació el segundo, Jake, quien físicamente se parecía más a su padre, mientras el primogénito Doyoung, era ver a la abuela paterna de los pequeños. Pasaron satisfactoriamente la etapa de ser padres durante su niñez, criar a Doyoung era fácil, siendo un niño tranquilo, a veces algo tímido, pero ayudaba mucho a su madre, de quien heredó el gusto por la cocina y el cuidado de la casa, a veces le molestaba eso a Jaehyun, pues a su parecer era más una señorita que un joven, pero aprendió a amarlo tal como era.

Doyoung se caracterizaba en la escuela por ser bueno en tres cosas, arte marcial, canto y japonés, con lo primero ganó varias medallas para su escuela y en lo segundo le ayudó a ganarse un viaje a Japón. Jaehyun casi no supera cuando le tocó estar solo con el pequeño Jake, pues su esposa e hijo se fueron por dos semanas a Japón.

Sus vidas no podían ser más monótonas como la de todas las familias, a veces salían de paseo, otras peleaban, normal. Pero era la familia que Jaehyun y su esposa formaron y amaban, para ellos era especial y nada ni nadie los podría separar, o eso era lo que pensaban.

Y el pecado entró por esa puerta * Jaewoo (NC-21)/Dowoo-DotaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora