Y el pecado entró por esa puerta * Jaewoo (NC-21)/Dowoo-Dotae

Capítulo 19: No puedo perdonarte

Lo conoció aquel día, Wendy nunca lo podrá olvidar....Parecía un día normal, hasta que, por asuntos desconocidos del profesor, les comunicó que los juntarían con otra clase. La joven no renegó como el resto de sus compañeros y amigas.

Llegaron a ese salón y ahí fue la primera vez que lo vio, Jeong Yoon Oh era su nombre ¿cómo lo supo? Apenas buscó asiento, él amablemente le cedió el puesto. Fue un bonito detalle y el inicio de una amistad desde ese día por aquella actividad, amistad que luego se convirtió en amor.

Le costó mucho decidirse, sus sentimientos habían cambiado y tuvo miedo de perder su amistad, no obstante tomó valor, sería ese día, en la fiesta de fin de año de la universidad que le expresaría sus sentimientos. Llegada la hora, los nervios se apoderaron de ella, pero algo hubo, un cambio, algo que no pensó que pasaría.

Fue el propio Jaehyun (apodo que usaban porque su nombre era difícil de recordar según él) quien la llevó a un lugar apartado y ahí, fue el comienzo de su historia de amor. No pudo ser más feliz al ser correspondida por el ser que amaba, callando así los malos comentarios y rumores con respecto a la inclinación sexual de su ahora novio.

Y a eso se sumaron más días felices y memorables, como el día de su casamiento, ocho meses después de su noviazgo, ella era la novia más hermosa y feliz de todas, estaba toda su familia, incluso su hermana a la que llamaban oveja negra de la familia, pero ella la amaba a pesar de todos los errores que ella cometía.

Y entre todos los invitados de esa noche, estaba su sobrino, el pequeño Jungwoo, quien a su edad se mostraba demasiado "maduro y serio", sin sospechar lo que le ocurría al pequeño. Su hermana siempre metía la pata, pero pareció que al fin había encontrado el hombre para ella y para su pequeño hijo, un padre que lo educaría para su futuro.

El pequeño pelinegro que desde corta edad mostraba una belleza singular, belleza que hizo pensar a su tía Wendy..¿Mis hijos será igual de hermosos que él?..Se respondió ella misma con un sí, no obstante siguió observando al pequeño, le tenía tanto cariño. Le deseaba lo mejor del mundo, porque lo amaba....lo amaba por ser su familia y ser un niño inocente...

Miró a su esposo, aun no tenía ni horas de casada y ya pensaba en cómo sería su propia familia, seguro muy unida, porque ella haría que fuese así, y le daría primos a Jungwoo, para que se cuidasen entre ellos y fuesen la familia más unida, ese era su sueño, ese pensó que sería su sueño...pero acaba de darse cuenta que estaba más bien viviendo un infierno...y su sueño...no quedó más que en corazones y lazos rotos...

..........................

La mujer había despertado, pero no pasaron minutos, y se dio cuenta de su triste realidad, una y otra vez las palabras de su hijo Doyoung se incrustaban como dagas en su corazón. Afuera la lluvia parecía ayudar con el frio y deprimente ambiente que había dentro de la casa. La tormenta parecía calmada en contraste a los que se vivía dentro de esas cuatro paredes, una vez que tendría que enfrentarse cara a cara con la realidad.

Taeyong apenas divisó el mejoramiento de la madre de Doyoung y decidió que era mejor irse, y no solo por esa vez si no para siempre. En silencio se alejó de la sala, sería muy tonto de su parte decir "buenas noches me retiro" sabiendo que en esos instantes sus mentes ocupaban otra cosa.

Con pasos agigantados estuvo ya en la salida de la casa, pero un brazo lo detuvo en el camino, antes de abrir la puerta...

—Taeyongie—esa voz, no hacía más que lastimarlo y no quería escucharla, mucho menos con ese apelativo, con brusquedad se soltó del agarre del menor.

—suéltame y no te atrevas a tocarme—le espetó con enojo y dolor es sus palabras.

Doyoung intentó hablar, mas fue en vano, de inmediato la mirada penetrante y triste a la vez de su ahora ex novio se le clavó, lo había lastimado y mucho, pero tenía que explicarle las cosas, mas entendió ese gesto perfectamente—Perdón Taeyong—dijo con las voz más lastimera y arrepentida que pudo.

—¿perdón? ¿Por qué? ¿por haberme visto la cara de tonto todo este tiempo? ¿Por primero besar y acostarte con tu primo? ¡eres un asco Doyoung, un asco de persona, y no lo digo por gay porque también lo soy, si no por acostarte con alguien de tu familia! —su voz se quebró y lágrimas amargas bajaron de su rostro, las manos las tenía apretadas en un puño fuerte, poco no le faltaba para descargarlo en la persona que estaba al frente suyo.

—te pido perdón por todo Taeyong, pero yo...

—pero yo ¿qué? ¿acaso tiene justificación lo que me hiciste? —la cabeza del menor descendió, tenía toda la razón el mayor, ahora que lo pensaba todo con cabeza fría y no caliente por las hormonas, lo que hizo no tenía ningún justificativo.

—espero no volver a verte nunca más—le bramó antes de salir definitivamente.

—no Taeyong no lo vuelvo hacer, pero no me dejes—en vano se aferró al brazo de su ahora ex novio, pues apenas sintió el contacto, Taeyong lo separó y lanzó al piso. Doyoung ya no se contuvo más y lloró, lloró pesadamente, desde lo más profundo de su ser; arrepentido con toda el alma por cometer pecado, arrepentido por lastimar a la persona que más quería, por ser un tonto.

La madre ni el padre sabían nada de su relación y ahora estaba más que descubierta. Por sus cabezas nunca pasó esa idea, ahora tenían a su hijo mayor, llorando como un bebé sin protección sobre la alfombra frente a la puerta, y ninguno de los dos se movió, no por insensibles, si no que seguían en shock por todo lo acontecido, sobre todo la mujer.

—me puedes explicar ¿qué mierda es todo esto Yoon oh? —al fin habló, aunque parecía hacer un profundo esfuerzo para hacerlo.

—yo..no sabía que Taeyong y nuestro hijo...-

—¡mierda, no me refiero solo a eso, me refiero a todo!—gritó la mujer con indignación—Dime que hice para merecer todo este golpe en la cara, dime...¿hice algo mal para que buscaras vengarte de mí? —se paró del sillón y en un abrir y cerrar de ojos, la mujer estaba frente a su esposo, y lo abofeteó con toda la furia contenida, olvidando quienes estaban con ella en esa sala. El pequeño Jake quien hasta ahora solo había sido un mero espectador, su mente de niño, era muy inocente y pura para asimilar todo lo que vió y escuchó desde que llegó, sin embargo reaccionó...

—¡mamá...papá!-se dirigió a los dos—¿por qué están peleando? yo...no quiero...no quiero una familia como las otras..yo quiero....-y tal como es un niño, débil, lo que empezó con un ligero sollozo, terminó en un desgarrador llanto, la madre se levantó y fue a abrazarlo y lloró con él.

—ves lo que has hecho...¡maldito! —acarició los cabellos del pequeño, él no merecía escuchar todo lo que iba a decir—Doyoung ve con tu hermano al cuarto—le ordenó sin mirarlo—Después habló contigo.

El corazón de Doyoung se comprimió de tal manera, no era tonto, comprendió muy bien a qué se refería su madre, al igual que esa mirada de decepción.

Tomó a su hermano y tal como le dijo su madre, se lo llevó a su cuarto, seguro los mayores tenían mucho de qué hablar y explicar, aunque él pensaba que también debería estar ahí, pues estaba metido en tan atroz asunto. Jake parecía una marioneta por cómo se dejaba llevar por su hermano, normalmente hubiese dado batalla pero ahora se dejaba llevar.

Pasaron por el frente de una persona que ni siquiera se había inmutado, ni dar explicación, ni decir algo en su defensa, solo parada como estatua, cuando Doyoung pasó por su lado, solo le dirigió una mirada de decepción quizás, de amargura pero también lastima sin saber por qué.

Jungwoo lo comprendió muy bien, después de todo, había utilizado al menor, pero tampoco podía hacerse el muy inocente, ya hablaría luego con él; los primos que alguna vez se miraron con cariño y entrega ahora eran como dos desconocidos, sumando a una mirada de profundo odio y rabia, era Jake.



Cuando la madre vio que sus dos hijos estaban ya ausentes, con toda la fortaleza que pudo sacar de lo más profundo de su ser, decidió dar fin a esa situación, empezando por aclarar, debía estar poca cuerda, según las personas pero no, estaba en todos sus sentidos, tambaleaba pero de la rabia y dolor que la carcomía aun así, estaba dispuesta a desenmascarar.

—¿por qué Jungwoo? solo respóndeme eso—le preguntó con gran pesadumbre, no recibió respuesta, y con rabia abofeteó a Jungwoo quien hasta ahora hacia acto de presencia—Responde puta de mierda! responde, así me pagas después de recibirte con los brazos abiertos, como un miembro más de mi familia.

—¿familia?-mostro una sonrisa el muy sinvergüenza—¿en verdad esto era una familia? ¿o solo personas que se movían a tu conveniencia?-

no solo la mujer se quedó boca abierta si no también Jaehyun.

—siempre me pareciste hermoso Jungwoo, pero no pensé que utilizarías de esa forma esa belleza que te fue concedida; te quise desde pequeño y siempre quise lo mejor para ti, sabía que no ibas a tenerla fácil, no con una madre como mi hermana, pero ¿tan mal lo hizo? no puedo creer que nos hayas hecho esto..en verdad..no me cabe en la cabeza por qué..lo esperaba de una zorra de afuera, una mujer pero...

—¿te duele que te hayan engañado o que haya sido un hombre?-

—ya basta Jungwoo, no trates así a tu tía—fue por primera vez que dijo algo cierto Jaehyun, no tenía por qué tratarla así.

—sin vergüenza, cínico, eso eres Jungwoo, por lo visto no tienes nada de remordimiento...dime que pasó contigo...esto no se va a quedar así, pero tú no tienes la culpa de todo esto...llamaré a tu madre.

....................

Aquella mujer apenas recibió la llamada, esperó una tragedia, quien más que ella conocía a su hijo, guardo sus cosas personales y con apuro, se dirigió a la dirección de domicilio de su hermana.

—hasta cuando me darás dolores de cabeza Jungwoo, bien dice hijo de tigre, rayado sale...si no me hubiese metido con ese hombre, con tu padre—la mujer suspiró.

Tomó un taxi con lo grave que podía ser la situación en esa casa, pero ella no tenía ni la más remota idea de lo que en verdad ocurrió en esa casa. Al término de 15 minutos ya estaba situada frente a esa casa, pagó al conductor y bajo, abrió su paraguas, llovía torrencialmente.

Tocó el timbre y el rostro sombrío de su hermana la recibió, por su espalda un frio corrió y no precisamente por la lluvia y clima de afuera.

Tomó asiento en la sala, donde la esperaban el esposo de su hermana, con el rostro hinchado y parecía avergonzado, un poco más y metía la cabeza y cuello en el pecho, y su hijo, estaba como si nada, solo mirando a la ventana, de vez en cuando dejaba salir un resoplido, le fastidió esa expresión en el rostro de su hijo.

—seguro no tienes idea para que te llamé, Seulgi.

—ya deja el misterio...y dime ¿con que profesor se metió esta vez?

Wendy quien por cortesía buscó un vaso con agua para brindarle, apenas escucho ese comentario no pudo evitar que el vaso cayera en el piso, rompiéndose en mil pedazos.

—¿que acabas de decir? o sea...¿siempre supiste que a tu hijo le gustaba los hombres? ¿acaso no se te ocurrió por lo menos como advertencia decírmelo?-

—lo siento Wen, pero entiéndeme, si te lo decía, no lo ibas a recibir.

—¿Qué tienes en la cabeza hermana...¿aserrín? ¿mierda? porque no entiendo cómo se te olvidó decirme algo muy delicado ¿sabes lo que acaba de pasar aquí?

—pues si no me lo dice claro que no lo sé...Jungwoo, ¿se puede saber qué hiciste esta vez?

—¿y lo preguntas tan tranquila? ahhhh por todos los cielos ¿Qué has hecho con tu vida hermana? ni siquiera has podido criar bien a tu hijo, el único y doy en parte gracias a eso, en verdad no sé qué error cometió mi madre contigo-

—calla, no te creas la perfecta-

—pero si yo no he dicho eso...es solo que ...por la mierda Seulgi...primero te escapas de casa y no solo eso, si no que te vas con un don nadie y encima puto...luego cuando por fin encuentras un hombre que vale la pena, lo dejas ir, en serio como pudiste equivocarte tanto.

—calla si no sabes todo—le refutó, pues lo que decía no era del todo cierto.

—ustedes dos cálmense-

—no me digas que me calme imbécil—le gritó a su esposo

—a mí no me digas imbécil-

—¿a no? ¿entonces cómo te digo?...así que tal pedazo de homosexual reprimido que tal eso!!

Jaehyun la miró con asombro no la reconocía, esa no era la mujer con la que se casó, pero que cosas decía? él tampoco era el hombre que alguna vez conoció Wendy.

—¿homosexual? no entiendo nada Wendy