Vivir solo era una costumbre para Jeon JungKook, cuando acabó la secundaria les había dicho a sus padres que alquilaría una habitación ya que necesitaba su espacio, sentía la necesidad de ser independiente. Ser profesor de literatura no fue algo que lo atrajo en el primer momento, de hecho, nunca le interesó la idea, pero tampoco supo porque lo tomó si podía simplemente escoger otra carrera, ni siquiera sus padres supieron explicarlo, jamás esperaron que su único hijo tomara la carrera de educación.
JungKook había crecido en una familia sencilla, sus padres vendían frutas en un pequeño local del vecindario donde nació y creció en Busan, las relaciones nunca fueron duraderas en su vida, las chicas iban o venían porque todas ellas querían imponerle cosas al chico, la mayoría de ellas querían que JungKook diera el cien por ciento mientras ellas entregaban el diez de ese porcentaje, muchas eran atractivas, no lo negaría, pero en el momento que en una relación te imponen algo...lo atractivo va perdiéndose poco a poco.
Algo así le pasaba a JungKook.
Había ido a Seúl muchas veces decidiéndose mudarse definitivo luego de pedir un cambio en la universidad. Separarse de sus padres fue algo extraño para él, estaba acostumbrado a tenerlos cerca, el joven profesor terminó de vestirse mirándose al espejo, tenía pantalones oscuros que marcaban sus piernas largas, una camisa de botones blanca con tres botones sueltos y un chaleco negro dándole un toque formal. Su cabello morado fue acomodado un poco, guardó sus cosas en el maletín decidiendo usar los lentes de cristal ese día, su visión no estaba bien esa mañana.
Odiaba cuando su atrofia comenzaba a molestarle desde la mañana.
Un mensaje llegó a su teléfono, al tomarlo vio que era de NamJoon.
NamJoon:
Acabo de llegar a la escuela para adelantar mi trabajo, estaba revisando los horarios y decidí avisarte que el último año debe ver literatura los cinco días de la semana.JungKook:
Me lo habías dicho desde el comienzo.
NamJoon:
Cierto, pero te lo comento de nuevo para que no entres en pánico cuando debas ver a la señorita Miller todos los días.—Cierto—chasqueó la lengua maldiciendo internamente. Suspiró dejándose caer en su cama, había olvidado por unos minutos que Olivia estaba en su clase.
Respiró profundo mentalizándose, debía actuar como si nada hubiera pasado, sí, es cierto, es una sucia jugada del destino ponerla en su camino de nuevo de esa manera.
Pero como siempre hacía, debía seguir adelante.
▪︎▪︎▪︎
Olivia había pasado una mala noche, había soñado con esa noche en la playa que significó mucho para ella (y también para JungKook), pero se había decidido a no dejar que le afectara, si su profesor no decía nada ella tampoco lo haría. Sólo debía verlo como un profesor (aunque le costara), su padre no la había llevado a la escuela ya que al llegar tan tarde por la noche entraría tarde durante el día, la madre de Liv en cambio debía ir temprano a la oficina, se ofreció en llevarla, sólo que Liv se negó.
Si podía evitar que sus padres fueran sería mejor.
Había llegado a la escuela un tanto nerviosa de perderse, algunos fueron amables en indicarle la dirección correcta, Liv de nuevo atrajo la atención de diferentes alumnos, intentó no mirarlos mucho, tenía otra inquietud en mente. La primera clase del día era inglés con la profesora Park, la profesora ya estaba en el salón cuando ella entró, la profesora Park tenía cabello rubio cayendo liso por su espalda, algunos mechones estaban recogidos, era tan delgada que Liv la comparaba con una bailarina de ballet, sus piernas eran largas, su postura era esbelta, digna de una modelo. Rosé al levantar la vista para iniciar la clase encontró a Olivia mirándola, le sonrió un poco obteniendo la misma respuesta.
—Bien, buenos días, alumnos—saludó en inglés.
—Buenos días—dijeron en el mismo idioma.
Rosé regresó al coreano antes de hablar.
—Algunos ya deben de saber que tenemos una nueva compañera, la señorita Olivia Miller viene de Miami, espero que la hagan sentir cómoda y la integren al grupo—pidió caminando por el salón—Con esto dicho, cualquier duda que tengas Olivia puedes consultarla conmigo.
Liv se limitó a asentir un poco incómoda por tanta atención.
▪︎▪︎▪︎
La primera clase para JungKook había acabado, su vista ardía y se volvía más borrosa. Se había quitado los lentes parpadeando varias veces luego de restregar sus ojos, unos toques a la puerta le hicieron ver hacia allí sin ubicar nada, todo eran manchas borrosas. Entrecerró sus ojos sabiendo que esa persona se acercaba, al colocarse los lentes distinguió a NamJoon con una pequeña sonrisa.
— ¿La atrofia está molestándote de nuevo?
—Desde esta mañana—asintió. Sus ojos estaban algo hinchados y un poco rojizos.
— ¿Has ido con el doctor?
—No, es normal todo esto—indicó levantándose de su silla—Llegará el momento en que estos lentes ya no me sirvan y entonces ahí ya estaré jodido.
—Que negativo eres.
—No es negatividad, es realismo—caminó con Nam hacia el marco de la puerta. Se cruzó de brazos suspirando—Mis padres se sienten culpables por eso.
—¿Les has dicho que la atrofia está empeorando?
—No.
—JungKook—reprochó.
—Ellos ya lo saben. Es innecesario preocuparlos.
—Son tus padres, ¿Qué harás cuando tu vista empeore?
—Acostumbrarme como siempre hago—se encogió de hombros—Esto es hereditario, no es algo que pueda detener ni curar con una cirugía—aquellos ojos grandes observaron al director—Estaré bien, estoy bien, puedo tolerarlo.
Pero NamJoon no estaba seguro, JungKook siempre decía eso y cuando las personas lo repetían tanto era para ocultar algo o convencerse de ese algo.
Sólo dejaré esto aquí abajo...
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Profesor Jeon • JJK (COMPLETA)
Fanfic"Él es más que un profesor para ella y ella es más que una alumna para él" Olivia Miller y Jeon JungKook se conocieron en Miami durante el verano, por cosas del destino, Olivia inicia las clases en Corea del Sur donde resulta que Jeon JungKook es su...