SOLO AMIGOS (BORRADOR)

4. Something just like this

No estoy buscando a alguien
Con algunos dones sobrehumanos.
Algún superhéroe
Un poco de felicidad de cuento de hadas
Sólo algo a lo que puedo recurrir
Alguien a quien pueda besar
quiero algo como esto

Carlos

¿Qué hiciste conmigo?

¿Qué es eso que me hace sentir tan atraído a ti?

¿Por qué ahora solo quiero tenerte cerca?

—Así no se hace, oe —le digo a Jake para salirme de mis pensamientos.

Estamos haciendo pizzas, en un pan plano, con salsa de tomate preparado por nosotros y jamón y queso, pero es una pizza.

—¿Por? —pregunta.

—Primero es el tomate, luego el jamón y el queso mezclados, no así de divididos, pedazo de huevón —digo viendo su extraña forma de hacer una pizza.

Jake me comentó que sus padres han estado peleando mucho últimamente.

—Da igual, se mezclan en mi boca.

Así que lo invité a él y a su hermano a quedarse en mi casa todo el fin de semana.

Apenas habían llegado, cuando Valeria y sus amigas secuestraron a Ian.

—Muévete —le ordeno.

Me hace caso y se pone a un lado. Yo me acerco a su plato con la pizza mal hecha.

Comienzo a arreglar el desastre con mucho cuidado, Jake solo se queda observando, lo cual, de alguna forma, me pone tenso. Toda su atención va a lo que estoy haciendo.

De un momento a otro, él se acerca más a mí, con un brazo me rodea los hombros y apoya su mentón en uno.

Aquella pequeña acción hace que me sienta aún más nervioso, hasta se me olvida lo que es un tomate.

—Nada mal —me dice Jake literalmente en el oído. Está tan cerca y la forma en la que habla como si estuviera susurrando...

Provoca que se me estremezca todo el cuerpo y hasta que doble un poco el cuello por el escalofrío.

Dejo la pizza y me hago a un lado. No disimulo mi miedo.

—¿Qué? —pregunta de forma inocente y se acerca lentamente— ¿Te provoco?

Se me sale una risa nerviosa.

—Ya quisieras, Ross.

Me escanea con la mirada hasta llegar a mis ojos, da una mirada burlona, sumado de una sonrisa ladina.

—¿Cuánto tiempo crees que debamos ponerlo en el microondas? —pregunto lo primero que se me viene a la mente.

—No sé, dime tú.

¿Cómo es que puede hacerme sentir tan nervioso y tentado y luego seguir como si nada? Digo, ya sé que a veces coqueteamos en broma, pero hay momentos que me hacen cuestionarme si seguimos jugando. Bueno, yo sé que él sigue jugando, de seguro no tiene los mismos pensamientos raros. Eso está más que bien.