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Despierto por el hambre y la luz que choca en mi rostro, sin muchos ánimos me levanto de la cama, mi ceño se frunce al ver a Elif en la orilla de mi cama y a Elena en una esquina, la noche anterior habíamos pasado toda la noche hablando del concierto pero no recordaba que pasarán lo noche aquí.

—Tengo hambre—Gruñe Elena aún adormilada.

—Yo igual—Dice Elif de la misma manera.

—Dianna—Miro a Elena—Haz de almorzar—Ordena.

—No se cocinar y lo sabes—Me agachó para tomar la cobija en mis manos y volver a ponerla en la cama para arroparlas.

—Entonces compra algo—Dice obvia.

Niego con diversión, no me encontraba tan adormilada como ellas así que optó por ir a la cocina, abro el refrigerador y ruedo los ojos al no ver nada en el excepto por botellas de agua y un pedazo pastel de días atrás. Vuelvo a la habitación y sin cambiar mi pijama tomo mi bolso y salgo del departamento. No me molestaba ir en pijama de hecho era bastante cómodo.
Camino a la tienda más cercana, no pensaba comprar los ingredientes para preparar algo solamente quería comparar algo echo e irme a casa para volver a dormir. Pego mi cara a la bolsa de arroz ya que no llevaba mis lentes y mi vista era verdaderamente mala.  Me encogo de hombros y la dejo en el carrito, sigo buscando algo sencillo pero todo parecía extraño para mí.

Mi teléfono comienza a sonar en todo el pasillo, trato de sacarlo de mi bolsa provocando que los productos caigan en el piso, las personas que pasan me miran mal o ríen de mí torpeza.

—¿Si?—Cuestiono sin ver quién llama.

—Cariño—Dice mi madre al otro lado de la línea.

—Hola, má—Saludo feliz.

—¿Cómo estás cariño?—Pregunta mientras sigo caminando por la tienda.

—Bien—Admito.

—¿Cómo están Elif y Elena?—Mi mamá conocía a mis mejores amigas y las quiera como sus propias hijas.

—Cansadas—Sonrió—Ayer salimos y llegamos un poco tarde así que aún están durmiendo—Explico.

—No quiero que descuides tus estudios Dianna—Regaña—Sabes cuánto nos costó dejarte ir—Ruedo los ojos con diversión.

—Lo se mamá—Hablo cansada—Es domingo así que no hay problema—Ella suspira—¿Cómo están Aidan, Fey y Susy?—Cambio de tema.

—Estan bien—Bufa—El que me preocupa es Charlie—Hago una mueca—Callie dice que aún no se arregla con sus padres e incluso se quedó unos días en la casa y sabes que el odia estar en nuestra casa si tú no estás así que debió estar muy desesperado.

—Solo dale tiempo, el arreglará las cosas—Quiero sonar segura pero con Charlie nunca se sabía.

—Eso dijo Callie pero empieza a preocuparme tal vez podrías hablar con el—Sugiere.

—¿Por eso me hablaste?—Guarda silencio—Creí que querías saber cómo estaba tu hija—Finjo estar dolida.

—Se que estás bien—Dice sería—Pero el que no está bien es Charlie tal vez el debiera tomar la misma beca que tu y alejarse un poco de sus problemas...

—Mamá tengo que colgar—Digo cuando por accidente choco mi carrito con alguien más—Lo siento tanto iba distraída—Hablo rápidamente haciendo un adema de disculpa, el chico se gira y me mira con una sonrisa—¡Tú!—Exclamo.

—Hola—Saluda amable—Debemos dejar de encontrarnos así—Bromea.

—Supongo—Odiaba ponerme nerviosa, ni siquiera me gustaba pero era muy atractivo para mí desgracia—¿Qué haces aquí?—Pregunto sin saber que decir o hacer.

—Haciendo las compras—Dice con obviedad.

—Es cierto, estamos en una tienda y lo único que puedes hacer es comprar—Que alguien me cerrará la boca, el ríe—Fue lindo volver a verte Lee Dong—Admito.

—Opino lo mismo—Le regalo una última sonrisa para retomar mi caminata.

—Tu sabes mi nombre pero yo no sé el tuyo—Me detiene.

—Soy Dianna.

(...)

—¿Qué haces?—Dejo caer las bolsas al piso cuando miro a Elena comiendo un plato de arroz.

—Tardaste mucho así que pedí comida—Se encoje de hombros y sigue comiendo.

Controlo mis ganas de ir y aventar su plato de comida en su rostro, a veces Elena podía ser insensible y estresante.

—Idiota—Murmuro.

—¿Qué?—Levanta su rostro.

—Idiota—Repito entrando a mi habitación, me dejó caer en la cama.

—Deja dormir—Gruñe Elif.

—Eso es lo que quiero hacer—El recordar que mañana volvía a la universidad y comenzaba a trabajar ya me tenía agotada.

—Entonces deja de moverte—Pide.

—Entonces ve a tu cama—Hablo de la misma manera.

—Si sigues con ese humor nadie te va a querer nunca.

SCHOOL AND FLASHES~Lee Dong WookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora