SCHOOL AND FLASHES~Lee Dong Wook

022

—Esta bien—lo abrazo fuertemente y el llora en mi pecho.—Lo siento tanto, no me iré, me quedaré aquí.

—Debes hacerlo—murmurra—No puedes hacer lo mismo que le hiciste a Yankel, ¿Cierto? O era a Charlie—siento un nudo en mi garganta.

—Lo siento Jeong—susurro.

—Solo quédate aquí—ordena.

—Tengo que irme—trato de safarme de su agarré—necesito volver a mi departamento.

—Quedate conmigo—pide.

—No puedo—lloriqueo.

—Dianna, no puedes dejarme, no hoy—me sujeta con fuerza.

—Entonces vamos a mi departamento—sugiero.

No quería quedarme sola con Jeong en ese estado, nunca lo había visto así y si iba al departamento con las chicas al menos me sentiría más segura.

—Esta bien.

Ambos nos ponemos de pie y salimos de su departamento. Caminamos a la par, el no suelta mi mano, no dice nada y yo tampoco quiero hacerlo.

El camino se hace entreno y no puedo simplemente relajarme. Sentía que cualquier momento algo podría pasar.

Suelto un suspiro cuando veo el departamento, las luces aún están prendidas y me apresuro a tocar la puerta.

Miro a la rubia y me acerco a ella para abrazarla, ella duda pero me regresa el abrazo.

—¿Dianna?—cuestiona.

—Alexandra—susurro—solo sigue la corriente—murmurro sin alejarme de ella—¿Están todas?—pregunto.

—S-si—dice no muy segura.

—Esta bien—suspiro.

—¿El es tu novio?—cuestiona y asiento rápidamente.

—¿Dónde está Elif?—pregunto.

—Arriba pero...

No la dejo terminar cuando ya me encuentro subiendo a su habitación, abro la habitación y me mira con sorpresa. Deja sus cuadernos de lado y se levanta del escritorio para verme.

—¿Qué sucede...

—Hoy me quedaré aquí con Jeong—aviso y sus cejas se juntan.

—¿Qué? Pero Lee...

—No lo menciones—pido suplicando.

—Es difícil de explicar—corto.

Mi celular suena y lo saco del bolsillo, siento un nudo en mi garganta y lo apagó.

—¿Quién era?

—Nadie.

(..)

No dejo de mover mi pie con preocupación, había tratado de evitar a Lee Dong Wook durante los últimos tres días, había presentado mi renuncia y la situación con Jeong cada vez me hacía sentir más preocupada.

El timbre suena indicando que las clases terminaron, tomo mis cosas rápidamente y salgo corriendo de ahí.

Cuando salgo del instituto me quedo helada al ver el carro negro que está estacionado afuera, de el sale el pelirrojo teñido.

Mis pies son incapaces de moverse por lo que solo me limitó a verlo.

—¿Planeabas huir para siempre?—su voz suena molesta y dolida.

Miro como varias personas nos miran con sorpresa así que para evitar un chisme decido hablar.

—Vamos a tu auto, aquí hay muchas personas—pido.

El se encaminan y entra, yo imitó su acción.

Conduce por las calles de Seúl, no me mira, no habla, no hace nada más que mirar a la autopista.

—¿Qué sucedió?—apaga el motor del auto.

—No sucedió nada—miento.

—¿No?—bufa incrédulo—Entonces, ¿Por qué me evitas?—siento su mirada sobre mi.

—M-me equivoqué—susurro.

—¿Qué?—suejta mi mano pero la quitó—No, no puedes hacer eso—niega—Tu dijiste que...

—Se lo que dije—lo interrumpo—Pero no puedo dejar a Jeong por alguien como tú—me atrevo a levantar la mirada, me encuentro con unos ojos rojos llenos de desesperación.

—¿Alguien como yo?—pregunta dolido.

—El es joven y tenemos más cosas en común—trato de que mi voz no tiemble—Tu y yo no tendríamos futuro.

—Te dije lo que sentia por ti—empieza—Te espere ese día durante horas, prepare algo especial y tú estabas con el, ¿Cierto?

—Si—susurro.

El ríe sin ganas.

—Lo ves, solo soy una persona que no sabe lo que quiere—explico—Solo te lastimaría.

—Ya lo hiciste—me interrumpe.

—Lee Dong—lo llamo—Perdón.

—Te perdonó, lo hago porque te amo y se que aún no sabes lo que quieres pero no te perdono por romper mi corazón de esa manera.

Volví.