SCHOOL AND FLASHES~Lee Dong Wook

019

—¿Qué sucedió?—Pregunta Jeong cuando entramos a su departamento.

—Nada—Susurro.

—¿Nada?—Bufa—Dianna estaba durmiendo y tuve que ir por ti hasta la casa de Lee Dong Wook—Reclama y bajo la mirada apenada—¿Discutieron?—Niego.

El deja las cosas en la sala y me siento en el sillón, mi ceño se frunce al ver un arete en el suelo.

—Jeong—Lo llamo y el me mira—¿De quien es esto?—Pregunto sin creerlo.

—Tuyo—Dice nervioso.

—Yo no uso aretes—Nos miramos fijamente —Y es la primera vez que estoy aquí.

—De seguro mi madre lo dejo por ahí—Responde más tranquilo.

—Perdón—Suspiro—Hoy no es mi día y debo de estar imaginando cosas—Creí y confiaba en Jeong completamente.

—Si, eso debe ser—Concuerda.—Puedes dormir en la habitación de huéspedes.

(...)

Corro hacia el estacionamiento para alcanzar a Elif, ella caminaba junto a Elena y Alessandra, tocó a Elif y las tres voltean.
Nos detenemos al frente de un auto costo.

—Hola—Saluda alegremente Alessandra.

—Elif—Ignoro a Alessandra y miro a Elif.

—¿Qué sucede?—Pregunta incómoda.

—Necesito tu ayuda—Susurro.

—Okey, vamos a otro lugar.

Ambas tomamos nuestras cosas sin embargo la fría mano de Elena me detiene.

—¿Hasta cuándo dejaras de actuar como una niñita?—Pregunta enfadada.

—¿Yo?—Bufo sin creerlo.

—Si—Exclama sin soltarme—¡Siempre eres tú!—Ruedo los ojos.

—¡Yo no hice nada, Alessandra fue quien se metió con mi novio estando con mi primo!—Grito sacando todo mi enojo—¡Ella fue la que arruinó todo!

—¡Fue un error!—Interviene ella.

—¡Ja, un error!—Imito.

—¡No es mi culpa que no pudieses complacer a tu novio y que tu primo sea un idiota!—Todo queda en silencio.

Me acerco a ella y la empujó levemente.

—Puedes decir cualquier cosa de mi—Repito—Pero de Charlie no vas a hablar—Ordeno.

—No le hables de esa manera—Se mete Elena.

—¡Tu no puedes opinar Elena, no es tu asunto!—Interviene Elif.

—Mejor hablamos después Elif—Digo dispuesta a irme.

—¡Si, marchate!—Grita Alessandra—¡De todas maneras me acosté con tu novio y arruine a tu primo y eso nadie lo va a cambiar maldita perra!

Sin pensarlo vuelvo ahí y golpeó su mejilla con el puño de mi mano, las tres me miran sin creerlo mientras siento mi mano arder.