Kimberly
Mire por la ventanilla, la ciudad quedaba atrás en el camino, adiós a todo lo que amo, pensé para mi aunque todos a mi alrededor sabían exactamente lo que pensaba. Les había dicho una y mil veces lo que pensaba sobre mudarnos pero no les importo. A mis padres no les importaba lo que pensara, solo importaba lo que ellos pensaran. Por supuesto. Siempre es así, si ellos pensaban que regresar a casa a las doce era motivo de castigo, me castigaban. Si pensaban que mis amigos eran mala influencia me prohibían verlos, pero claro, no podían vigilarme todo el tiempo. Odio que sean tan protectores.
¡Ya no soy una niñita tengo diecisiete, por todos los cielos!
Puedo cuidarme sola, estoy completamente segura de eso. Ellos podían ocuparse de mis hermanos sin fijarse en mí porque nada iba a pasarme. Observe a los gemelos a mi lado, Luk y Leo, estaban jugando con unos autos de juguete, fingiendo que viajaban tan lejos como el cinturón de seguridad les permitía llegar. Su lado del asiento trasero era un caos de juguetes por suerte yo me había quedado con una buena parte del asiento.
Sujete mi reproductor mp3 y salte las canciones lentas y aburridas para oír algo de música de rock alocado. Alocada era como se sentía mi mente, haciendo miles de preguntas. No podía ni imaginar a qué clase de lugar estaban llevándome solo sé que mi padre vio y compro la casa por internet. "Tiene una linda vista, es un lugar tranquilo y tendrás tu propia habitación. Alégrate." ¿Alegrarme por tener mi propia habitación? Claro podía alegrarme por eso pero, ¿Que hay con todo lo que dejaba atrás, mi casa, amigos de toda la vida, las noches jugando video juegos en el club? Es deprimente. No quería mudarme. No. Todo lo que quiero es despertar de esta pesadilla.
Observe fuera de la ventanilla un auto volcado a la orilla de la carretera y un coche de policía con la luz azul y rojo brillando. Cuatro conos naranja estaban puestos alrededor de la escena. Rogué porque el policía mirar en nuestra dirección y por alguna razón detuviera nuestro auto y nos obligara a regresar a la ciudad. ¿Cuantas probabilidades de que eso sucediera había? ¡Por favor oficial detenga este auto!
─ Deja hacia afuera como si te estuviéramos secuestrando y no tuvieras escape. - Dijo mi madre burlonamente. Puse los ojos en blanco.
─ ¿Sabes que Cynthia? Yo dejare de mirar hacia afuera cuando deje de sentir que me están secuestrando y no puedo escapar. ─ Replique con obviedad. Ahora ella puso los ojos en blanco.
─ No dramatices. ─ Pidió mi padre con su típico tono juvenil. Odiaba que hablara como si fuera un adolecente cosa que hacia bastante seguido para mi gusto.
─ Odio que hables así. ─ Masculle más para mí que para él. Mi padre negó con la cabeza como si yo fuera un caso perdido, lo ignore. ─ ¿Cuándo vamos a llegar?
─ Faltan al menos cuatro horas. ─ Respondió como si no fuera nada.
¿Cuatro horas más de viaje? Llevaba dos y ya quería lanzarme del auto. Odie el pensamiento que cruzo mí mente en ese instante: Tu mp3 no resistirá todo el viaje por más de que lo hayas cargado todo el día. Oh por Dios. ¿Que haría sin música el resto del viaje? Piensa, piensa.
─ ¿Por qué no duermes un poco? ─ Sugirió mi madre. Al fin algo inteligente sale de su boca. No lo había notado pero hacia unos minutos había comenzó a bostezar, así que apague mi mp3 y me acomode de costado sobre el asiento mirando hacia la ventana, el cielo se veía anaranjado, pronto oscurecería y seria la hora de la cena, esperaba que llegáramos para entonces.
Me llevo, al menos diez minutos, conciliar el sueño. Cuando abrí los ojos el auto estaba estacionado dentro de lo que parecía un garaje con una mesa de pool en él.
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[3] I Hate You, Don't Leave Me (Saga: Out Of The Woods)
Romance~ Tercera parte de mi saga Out Of The Woods ~ Kimberly esta acostumbrada a su ciudad natal y a sus amigos como cualquier persona lo estaria, pero ve todo eso alejarse cuando sus padres la suben al auto y la obligan a mudarse. Esta tan jodidamente mo...